¿Qué pasó en los años con más participación? Crisis económica, un ataque terrorista...
Detrás de los datos de participación se esconden mucho más que las previsiones de los resultados. La abstención suele beneficiar a la derecha, mientras que los picos de movilización han traído buenas noticias para la izquierda a lo largo de la historia. Así lo revelan los gráficos. Este 28A comparamos los porcentajes con años como el 1982, el 1993 o el 2004, cuando se registraron los mejores datos de participación en los diferentes avances. Pero, ¿qué llevó a los votantes a acudir a las urnas entonces?
La coyuntura social ha variado mucho en las 13 elecciones generales celebradas desde la vuelta de la democracia a nuestro país, en especial en los años que hoy usamos como referencia. Las de 2019, por ejemplo, serán recordadas como las que abrieron las puertas del Congreso a la extrema derecha por primera vez desde 1979 y con opciones de formar parte del Gobierno, si de Pablo Casado dependiese.
En cualquier caso, tras el último escrutinio han comenzado las comparaciones con 1982, año que movilizó a un 80% del electorado español. 1982 fue el año de la Copa Mundial de Fútbol, de la visita del Papa Juan Pablo II y de la clara victoria de Felipe González en los comicios del 28 de octubre. El PSOE trufó España de carteles que pedían el voto para el partido de la moderación y en los que el busto pensativo del candidato flotaba entre nubes asegurando el inicio del “cambio”.
Una promesa sugerente para una España adolecida por la segunda crisis del petróleo en la que se superó el millón de parados y por un recrudecimiento de los ataques de ETA, que dejaron 174 muertos en esa legislatura. Aunque un grupo de conspiradores militares tenía planeado un nuevo golpe de estado, la campaña se celebró en un gran clima cívico aprovechado por el PSOE. De esa forma, González obtuvo una holgada mayoría absoluta para el partido, ocupando 202 de los 350 escaños del Congreso.
El fin de Felipe González, año récord a las 18h
Desde 1982, el líder del PSOE se mantuvo en el trono presidencial catorce años, hasta 1996, cuando se alcanzaron los mejores datos de participación en el segundo avance: 63,5%, tres puntos más de los que se han registrado en 2019 (60,7%). González tuvo que convocar elecciones cuando no habían pasado tres años de las anteriores al no poder aprobar los presupuestos. José María Aznar se impuso el 3 de marzo, pero lo hizo en los resultados electorales más reñidos de la historia democrática de España.
El truco de Aznar fue apelar a la necesidad de alternancia, y también fue la primera vez que los votantes presenciaban una campaña del ataque. Incluso los rostros de la farándula se comenzaron a posicionar -Julio Iglesias por el PP y Miguel Bosé por el PSOE, por ejemplo- y a pedir el voto por formaciones con colores y siglas concretas. Esas elecciones encabezan el podio de los resultados de participación generales, con un 77,4%, un punto menos que en las primeras elecciones de 1977 y menos de dos respecto al récord de 1982.
El segundo mejor dato a las 18.00 horas se registró en 2004, con un 63% de participación. Durante gran parte de la legislatura los sondeos auguraban la permanencia del PP de Aznar (que ya había anunciado a Mariano Rajoy como sucesor) en el Gobierno hasta una semana antes de los atentados del 11 de marzo.
Tres días antes de que los españoles fueran convocados a las urnas, el grupo yihadista Al Qaeda perpetró el mayor atentado de la historia de nuestro país tres años después del 11S estadounidense. La foto del trío de las Azores se extendió por los medios y todos los titulares dieron por hecho aquel año que el “voto del castigo” había provocado la caída del PP y dio al PSOE el 42,6% de los votos.
La crisis de 1993 disparó los datos de las 14h
Los primeros datos de participación que se han conocido este 28A han destacado por ser los segundos más altos de la historia, con un 41,5%, cercanos a los de 1992 a la misma hora (41,8%). Las sextas elecciones celebradas desde la Transición representaron la primera crisis del PSOE desde 1982. Ese año, también España vivió el primero de los dos peores cracs económicos junto al de 2007.
La recesión supuso un crecimiento del desempleo del 16% al 24% -a finales de noviembre de 1993, había 3.545.950 parados–, una caída de los beneficios y de la inversión de las empresas, un volumen de deuda pública cercano a los 30 billones de pesetas, un 68% del PIB y un déficit superior al 7% del PIB. Aunque a mediodía los colegios electorales recibieron un buen número de votantes, el resultado general de este año fue del 76,5%, un punto menos que en 1996. El PP de Aznar le arrebató la mayoría absoluta al PSOE, pero González consiguió formar Gobierno con el apoyo de los partidos nacionalistas.