El perfil internacional de Pedro Sánchez es uno de los principales hándicaps de Alberto Núñez Feijóo para convencer a los españoles de que confíen en él como alternativa al presidente del Gobierno. El líder del PP ha visto cómo su valoración entre los españoles se ha desplomado en el año que lleva al frente del partido. Este mismo lunes, el diario ABC publicó una encuesta que recoge una caída de 15 puntos en la preferencia como líder: de rozar el 35% a caer por debajo del 20%. Mientras, el jefe del Ejecutivo está a punto de iniciar su semestre de Presidencia de la Unión Europea y ha logrado el aval de la Comisión a la reforma de las pensiones, para enfado de la derecha española. Se trata, así, de otro espaldarazo de Bruselas que contrasta con los vacuos intentos de la oposición de situar a su jefe de filas al mismo nivel.
Este fin de semana, Sánchez asistió en la República Dominicana a la Cumbre Iberoamericana. Una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de los países latinoamericanos a los que asisten España y Portugal y que, por su propia naturaleza, conlleva una organización larga y prolija. Es decir, la fecha de la cita se conocía con meses de antelación.
El PP de Madrid, con financiación del PP Europeo, organizó este mismo fin de semana un acto con representantes de diferentes países latinoamericanos bajo el lema “Europa es hispana”. Fuentes de la dirección del PP nacional aseguraron este lunes a elDiario.es que la coincidencia de ambos eventos fue eso, una mera coincidencia, y que no se buscó una “contraprogramación” de la cumbre a la que asistió Sánchez acompañado de Felipe VI.
Fuera o no premeditado, el hecho es que tanto Feijóo como sus predecesores en el uso de la palabra hicieron referencias directas e indirectas a la cumbre de la República Dominicana. El más duro fue el vicesecretario de Institucional, Esteban González Pons, quien dijo: “Mañana en la prensa habrá dos fotografías, a Pedro Sánchez lo veréis con un par de dictadores; a Almeida, Ayuso y Feijóo los veréis con los amantes, hijos y herederos de la libertad”.
Entre esos “amantes de la libertad” estuvo Yadira Maestre, una autodenominada “apóstol evangelista” que hace proselitismo de la curación con imposición de manos o del “exorcismo” de la homosexualidad, como se puede comprobar en su cuenta de Facebook. La misma en la que ha publicado sendas fotos con Isabel Díaz Ayuso o la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat.
No solo Pons. El propio Feijóo se mostró “muy orgulloso” de “no rendir pleitesía a gobernantes aprendices de autócratas y realmente autócratas”. “No echo de menos reunirme con algunos gobernantes de las naciones hispanoamericanas”, señaló el líder del PP.
Ambas frases fueron respondidas con dureza por el Gobierno, contra quien se ha revuelto a su vez este lunes el PP. Tanto el jefe de filas, quien acusó a Sánchez de haber iniciado una “deriva autoritaria” que “pone en riesgo la democracia”. O su portavoz, Borja Sémper, quien incluso justificó la presencia de Maestre en el escenario el sábado pese a tacharla de “telepredicadora” durante la habitual rueda de prensa de los lunes posterior a la reunión del Comité de Dirección.
Sémper evitó responder hasta en tres ocasiones a qué países se refería Pons cuando los tildaba de “dictaduras”. Tampoco especificó a qué se refería el vicesecretario del PP cuando hablaba de las “dos fotografías” que habría al día siguiente en la prensa si no se refería a la Cumbre Iberoamericana. El portavoz se limitó a señalar al Gobierno por haber respondido a Feijóo de forma “belicosa”. Y dijo que el acto del sábado recogió “realidades sociales, culturales, religiosas que tienen sus expresiones”, pero que “nadie les preguntó, ni a esta mujer ni otra persona, lo que iba a decir”.
Fuera de cámaras, en la dirección señalan con más intención. Venezuela no genera problemas a la hora de ser descrito como un país dictatorial, pero en Génova también califican a Argentina de “autárquico”, por ejemplo.
El acto del sábado, organizado por el PP de Ayuso, fue pagado con fondos europeos. Fuentes del PP aseguran a elDiario.es que la factura corre a cargo de la delegación española, a través de los fondos que el Parlamento Europeo distribuye a los grupos para su funcionamiento y actividad política. En cualquier caso, las normas de la Eurocámara impiden usar el dinero de las asignaciones a los grupos y los partidos en actos electorales. El textual de la normativa alude a que no solo se entenderá como acto electoral aquel en el que se pida expresamente el voto, sino que depende del “contexto general” del acto, informa Irene Castro.
De las pensiones, a la OTAN
Sémper lamentó el lunes que los periodistas fiscalicen a la oposición “cada palabra, frase y coma” apenas unos días después de que Feijóo volviera a criticar en Bruselas un acuerdo del Gobierno de coalición con la Comisión Europea a cuenta de la reforma de las pensiones.
El líder del PP puso en valor la reforma en Francia, que ha provocado una oleada de protestas en Francia que suma varias semanas de violentos incidentes en las calles, frente a la española. “Uno de los dos se equivoca”, dijo. El dirigente gallego estaba en Bruselas, en una reunión del PP Europeo a cuenta de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE.
Una de las principales figuras del PPE es, precisamente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, quien ha felicitado reiteradamente al Gobierno español de Pedro Sánchez por ser el primer país en cumplir con los hitos marcados por el Ejecutivo comunitario para acceder a los fondos Next Generation. El último de esos hitos es, precisamente, la reforma de las pensiones, que ha recibido el aval de la Comisión, como antes lo hizo por ejemplo la reforma laboral.
Este lunes El Mundo publicó que Feijóo mantuvo una cena con Von der Leyen en la que también participó el comisario de Fiscalidad, Paolo Gentiloni. Según la información, el líder del PP criticó la reforma en privado, pese a que tanto él como su responsable económico, Juan Bravo, dicen que no conocen su contenido. Tampoco han explicado una reforma alternativa.
Esta situación ya ocurrió antes: con la excepción ibérica para la electricidad, los impuestos temporales a los beneficios de la banca o la fiscalidad verde.
Las críticas de Feijóo a la política internacional de Gobierno han alcanzado incluso la cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid en junio del año pasado, y de la que el líder de la oposición dijo sentirse excluido, pese a que a este tipo de cumbres solo están invitados quienes ostentan cargos gubernamentales o militares.
Entonces fue también Pons quien insinuó que el presidente del Gobierno y el de EEUU habían llegado a un acuerdo secreto al margen de la declaración conjunta firmada por Pedro Sánchez y Joe Biden. “El Gobierno es el que conoce el contenido del acuerdo”, dijo en Telecinco. “Me gustaría saber qué ha comprometido con el Gobierno norteamericano”, añadió. “No conocemos nada del tratado con EEUU”, concluyó, no sin antes asegurar que la ministra de Defensa, Margarita Robles, tampoco “conoce la letra pequeña”.
Otro patinazo de Feijóo relacionado con la OTAN se produjo cuando el líder del PP quiso visitar a las tropas españolas desplegada en Letonia para hacerse una foto pasando revista, país fronterizo con Rusia y donde la Alianza Atlántica desarrolla unas operaciones especiales en plena guerra de Ucrania.
Los intentos del PP por ampliar el perfil internacional de Feijóo se han incrementado tras revelarse que Pedro Sánchez ha sido invitado por el presidente de China, Xi Jinping, a una reunión en Pekín donde se abordarán los intentos del líder chino de urdir un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania. Feijóo primero le quitó valor al viaje, y después advirtió de que en “China saben que el Gobierno está roto”. A la vez, la Faes de José María Aznar atacó los intentos pacifistas de Xi.