Patxi López: “El PP juega a veces como Trump, que prefiere que gobiernen los jueces a que lo haga el Gobierno legítimo”
Patxi López (Portugalete, 1959) no es de esos socialistas que se ponen de perfil o escurren el bulto cuando vienen curvas. Tampoco es de los que hacen ruido o enredan cuando no están en la primera línea. Es un hombre de partido, leal, discreto, de buen talante y siempre dispuesto a estar donde se le requiera. Cuando ya parecía que estaba de retirada, Pedro Sánchez le pidió asumir la portavocía del Congreso en sustitución del canario Héctor Gómez. Si le eligió porque su trayectoria política puede ayudar a neutralizar el discurso de la derecha sobre ETA y la izquierda abertzale, por su especial relación con el actual jefe de gabinete del presidente, Óscar López, o por ser un referente moral para el viejo socialismo, no lo sabe.
Quizá, por todo ello. Pero, como dice, no es por lo que se fue sino por lo que se está dispuesto a dar por lo que a uno se le ha de juzgar. Quien fuera el primer lehendakari socialista llega con ganas y dispuesto a ser un altavoz más de lo que hace este Gobierno. “Porque estamos muy orgullosos y porque ha demostrado, a diferencia de lo que hizo el Gobierno del PP, que de la crisis se puede salir de manera mucho más justa, equitativa y también eficaz”.
¿Qué tiene Patxi López que no tuviera Héctor Gómez?
No lo sé. El movimiento se demuestra andando. Pedro Sánchez, secretario general y presidente del Gobierno, dijo que abríamos una nueva etapa y que, en ella, vamos a meter una marcha más en ese objetivo/eslogan de que vamos a por todas. Y vamos a por todas. Cuando uno está en el Gobierno quiere decir que vamos a seguir utilizando todos los recursos del Estado para ayudar a la gente que lo pasa mal y al tejido productivo. Y en el partido vamos a ir a por todas con lo que tenemos por delante que son, primero, unas elecciones municipales y autonómicas, en que las vamos a establecer una comunicación mucho más directa con la ciudadanía.
¿Qué cree que ha pesado más en su nombramiento: una trayectoria política que puede neutralizar el discurso de la derecha respecto a ETA y Bildu, su cercanía al actual jefe de Gabinete del presidente del Gobierno o que sea usted una referencia moral para muchos socialistas?
No tengo ni idea, pero igual una mezcla de todas estas cosas que usted menciona. Pero bueno, como digo, uno no va a ser por lo que fue y yo me he puesto con todas las ganas y pondré toda la dedicación y todo mi saber en ello. Y, como le digo, el movimiento se demuestra andando. Abrimos una nueva etapa. Venga, vamos a por todas.
¿El desgaste que atribuyen las encuestas al Gobierno era responsabilidad de la dirección que había en el PSOE o del portavoz del grupo parlamentario?
No, no, no. Yo sustituyo a Héctor Gómez, que creo que ha hecho un muy digno trabajo con brillantez. El desgaste puede ser por una falta de conexión más profunda. A veces Pedro [Sánchez] también habla de la empatía. Tenemos el Gobierno que seguramente ha hecho más cosas para ayudar a la gente en medio de una crisis. Y, sin embargo, eso no ha tenido reflejo en las elecciones que hemos ido teniendo. Algo nos falla en esa conexión. Es decir, tenemos que multiplicar. Hemos cambiado de portavoces, pero necesitamos 10.000 portavoces. Necesitamos a toda la militancia socialista siendo el altavoz de lo que hace este Gobierno porque estamos muy orgullosos de lo que hace y porque ha demostrado, a diferencia de lo que hizo el del PP, que de la crisis se puede salir de manera mucho más justa, más equitativa y también más eficaz. No hay más que ver los datos que hemos tenido esta semana de empleo, de descenso del paro o de cómo están creciendo los beneficios de las empresas. Es decir, cómo está creciendo también el tejido empresarial. Estamos siendo muy eficaces y lo que queremos es que eso se tenga en cuenta, que la ciudadanía lo interprete y lo vea mejor.
¿Y, además de esa falta de empatía que mencionaba, no cree que el ruido interno dentro de la coalición de gobierno puede restar desde el punto de vista demoscópico?
Seguro. Los ruidos nunca son buenos y las divisiones y los enfrentamientos tampoco lo son. Pero fíjese que esto también es muy fácil de corregir. Ha habido ruido entre dos formaciones que son distintas, que comparten un Gobierno pero, después de los ruidos, siempre ha habido un acuerdo. ¿Por qué no nos dedicamos a contar el acuerdo? Y, mientras, oye, pues estamos calladitos y no pasa nada. Negociamos dentro, hablamos dentro, dialogamos y cuando llegamos al acuerdo ya lo contamos. Yo estoy muy acostumbrado en Euskadi a que haya gobiernos de coalición y ya sabemos que los gobiernos de coalición tienen puntos de vista diferentes en muchas cosas. Pero uno habla, dialoga, negocia y busca el encuentro para que las políticas de ese gobierno sean una y sean en beneficio del conjunto de la ciudadanía. Si alguien de dentro del Gobierno critica al Gobierno desgasta al Gobierno y se desgasta a sí mismo, por lo tanto es ridículo.
Ese ruido interno, ¿a quién desgasta más, a Unidas Podemos o al PSOE?
Yo creo que a quien lo provoca más.
¿Que el Gobierno tenga que decidir sobre una futura petición de indulto a José Antonio Griñán puede perjudicar a la marca PSOE en un año electoral?
No estamos en ese tiempo procesal. Estamos con una sentencia que no conocemos. Con dos votos particulares que no conocemos. Con una capacidad de recurrir ante el Tribunal Constitucional que anunció el abogado. Y, por lo tanto, hay un recorrido todavía que nos hace que no estemos ahí.
En elDiario.es hemos publicado que la defensa de Griñán tiene intención de solicitarlo en el mismo momento en el que presente el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.
Hablaremos.
Que el Constitucional tenga que renovarse, por imperativo legal, a mitad de septiembre y haya una mayoría progresista entonces, ¿puede beneficiar a los intereses de Griñán?
Eso hay que reformarlo, como usted dice, por imperativo legal, no porque le venga bien a nadie. Lo que no puede ser es lo contrario, que alguien no quiera que se cambien las cosas para que sean unos jueces más afines quienes decidan algunas cuestiones. La justicia es una y debiera de actuar con imparcialidad. Y sé que estoy diciendo algo controvertido, pero es que ante cuestiones muy similares, esa justicia que es una, por ejemplo aquí en Madrid, decidió que una presidenta que ella misma había dicho que tenía culpa in vigilando, pues no esté encausada en un caso similar. Hablo de Esperanza Aguirre, que lo dijo hace escasas semanas. Hay cosas que no se entienden bien.
¿Está diciendo que el fallo del Supremo es un fallo político?
No, estoy diciendo que hay cosas que sorprenden.
¿La justicia ha sido injusta en este caso?
Bueno, a mí lo que me ha producido mucha tristeza es esta decisión de la Justicia porque de Pepe Griñán y Manolo Chaves ni sus más acérrimos enemigos dicen que se llevaran un solo euro de dinero público o que hayan cobrado o pagado sobresueldos en sobres de dinero B, ni financiado ilegalmente sedes ni partidos. Lo que hicieron es agilizar los trámites para que los recursos de los ERE llegaran de manera más rápida y adonde hacía falta. Y esto, por cierto, lo aprobó el Parlamento andaluz con el voto a favor del Partido Popular incluido. Y eso es lo que se les achaca, nada más. No otra cosa. Por eso me produce mucha tristeza, porque son personas intachables.
¿Cómo calificaría a un país que envía a prisión durante seis años a una persona que no se benefició económicamente de un proceso obviamente fraudulento y, sin embargo, ha permitido que un jefe de Estado cobre comisiones multimillonarias durante muchos años, defraude a Hacienda y cree sociedades en paraísos fiscales?
Pues que hay cosas que corregir, evidentemente, y que las democracias son imperfectas. Pero cuando uno detecta las imperfecciones, hace por arreglarlas. Yo no voy a hablar de democracias de baja intensidad ni de baja calidad. No, no, no es verdad. Nosotros tenemos un buen sistema democrático. Así estaba calificado en todos los rankings hasta que, por cierto, por no renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), nos han bajado de puesto. Luego, alguien se tendrá que aplicar el cuento, es decir el Partido Popular, que no quiere entrar en esa negociación, que lleva incumpliendo la Constitución durante años. Dicho esto, nuestra democracia es de alta calidad, lo que pasa es que tiene, como todas, que corregir este tipo de cosas.
¿Y qué está dispuesto a hacer el PSOE para corregir ese tipo de cuestiones? Respecto a la jefatura del Estado, me refiero.
Pues sentarnos a hablar para buscar mayorías que nos hagan avanzar también en transparencia en la Casa Real, por qué no.
¿Ve al Partido Popular dispuesto a avanzar en este camino?
Pues es que no le veo avanzar en absolutamente nada.
¿Y a Felipe VI, dispuesto a recorrer ese camino?
Por lo menos ha hecho cosas que no se habían hecho hasta ahora.
¿Por ejemplo?
Sobre la transparencia de sus propios presupuestos, sobre renuncias que ha hecho a lo que le correspondía de alguna herencia no muy limpia… Ha hecho cosas, ha hecho gestos.
"El PP ha cruzado todas las líneas rojas"
¿Ve en Alberto Núñez Feijóo alguna diferencia respecto al fondo político de Pablo Casado?
Ninguna. Fíjese que nos lo vendieron como el moderado y la moderación. Y las cosas que ha hecho no solo son las mismas que hacía Pablo Casado, algunas han sido bastante peores. Hay cosas que nunca se debieran hacer en este país. Por ejemplo, hay una cosa que ha sido sagrada siempre, y que son las elecciones y el sistema electoral. Y este PP lo puso en cuestión. Feijóo el otro día llegó a decir que el Partido Socialista está dispuesto a utilizar todos los mecanismos del Estado para impedir su victoria. Aquí el único partido que ha utilizado los mecanismos del Estado con policías patrióticas y con cloacas ha sido el Partido Popular para atacar a sus adversarios políticos. ¿Entonces, tú crees que piensa ladrón que todos son de su condición? Pero es que esto que dicho así suena muy rápido, es una barbaridad que atenta contra el propio sistema democrático de nuestro país. No todo vale. Les vale utilizar a ETA, a la que derrotamos hace diez años, les vale utilizar a las víctimas y ahora están utilizando el propio sistema democrático devaluándolo. ¿Y ese es el moderado?
¿Puede aspirar el Partido Popular a mayor trofeo en un año electoral que a una fotografía de José Antonio Griñán a las puertas de la cárcel?
Pues, fíjese, si eso lo consideran un trofeo… ¿De qué estamos hablando? Porque, por cierto, Feijóo, en su día, también habló de tristeza porque también consideraba a Pepe Griñán una persona honesta. No puede ser que uno cambie en las convicciones personales y en los principios éticos de tal manera, dependiendo de dónde esté. Y por eso yo no sé si era moderado en Galicia, aunque nuestros compañeros no decían que no. Y, ahora que le conocemos, es evidente qué principios éticos ha demostrado en este caso. Pocos, porque todo le ha servido. Igual que el discurso que ha hecho esta mañana [por este jueves, en el que Feijóo hizo balance del curso político], ese mitin catastrófico. Vamos a ver, es que el patriotismo del PP es el de la tierra quemada. Vuelve a ser el de cuanto peor le vaya a España, mejor me irá a mí. Lo que pasa es que ha elegido el peor día, el día que se conocen los resultados del empleo, que son históricos. El descenso del paro, que es histórico. El día que se conoce que las empresas en este país han obtenido grandes beneficios y que, por lo tanto, es la consecuencia de que las políticas de este gobierno están funcionando. ¿Viene a hacer un discurso catastrofista? Es que es tremendo. Y la pregunta es: ¿y de parte de quién está el PP? Si estuvo en contra de subir las pensiones con el IPC, se posicionó en contra del ingreso mínimo vital y ahora está en contra de que de los beneficios extraordinarios de esas empresas que están teniendo esos beneficios de manera extraordinaria, precisamente por la crisis, aporten lo que les corresponde a la solidaridad común. ¿A quién defienden? Pues efectivamente a esos poderes. Y la pregunta es: ¿para qué sirve el PP si vota a todo que no? ¿Eso es política? La política es utilizar las herramientas de la política para resolver problemas y para ayudar a la gente.
El PSOE y Unidas Podemos han registrado esa iniciativa en el Congreso para que haya gravamen especial a energéticas y entidades financieras. ¿Por quién tiene pensado el PSOE empezar la negociación para recabar los apoyos parlamentarios?
Vamos a hablar con todo el mundo porque es tan de sentido común... Aunque el PP ya se ha posicionado en contra en varias ocasiones. Pero, como digo, es tan de sentido común... La inflación y la subida de los precios están haciendo que sectores empresariales y casi todas las economías domésticas hayan visto empeorada su situación. Sin embargo, hay algunas empresas energéticas y algunas entidades financieras que han incrementado sus beneficios precisamente por eso. Oye, ¿no es lógico que esos beneficios extraordinarios aporten? Estamos hablando de 2.000 millones al año para las energéticas y de 1.500 para las entidades financieras. No es mucho, eh... Cuando tuvieron problemas, entre todos pusimos 60.000 millones de euros para ayudarles. Por tanto, ¿quién va a decir que no? El PP. ¿Y por qué no nos lo explica? Yo estoy convencido que el resto dirá que sí, porque es aplicar sentido común a la política en situaciones complicadas: redistribuimos la riqueza, pero también repartimos las cargas.
¿Qué le puede hacer más daño al gobierno desde el punto de vista electoral, que la inflación siga desbocada o las alianzas con el independentismo catalán y la izquierda abertzale?
A quien hace más daño la inflación es a la gente más humilde, a la que tiene menos recursos. La inflación es el gran impuesto de los que tienen poco porque la pagas cuando compras. Por eso las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno intentan, por un lado, contener la inflación. De hecho, las que ya ha puesto en marcha han contenido en dos y medio o tres puntos esa inflación, según los expertos, y están ayudando a mucha gente con medidas directas. Los 20 céntimos de la gasolina, los bonos energéticos, la rebaja de los impuestos… Le podría poner muchos ejemplos, pero ya los conoce todos.
El patriotismo de tierra quemada
Le preguntaba también por el daño que les puedan causar las alianzas parlamentarias con el independentismo catalán y la izquierda abertzale…
¿Qué nos hacía más daño? Seguramente hay cosas que nos pueden hacer daño, sobre todo si no las explicamos bien. Un ejemplo es que pactamos con Bildu, y que a mí me lo echan mucho en cara. Ya, ¿pero es que nos gusta pactar con Bildu? No especialmente. Pero uno no está en el Gobierno para darse gusto, sino para hacer lo que hay que hacer. Y claro, si tú tienes a toda una derecha que no va a aprobar ninguna de las medidas que plantea este Gobierno, tienes que hablar con aquellos que estén dispuestos a negociar. Con Bildu hemos aprobado subir las pensiones, que haya un ingreso mínimo vital que está llegando ya a 1.200.000 familias que no tenían ningún tipo de recursos… Y, claro, lo pactamos con Bildu. ¿Y qué hacemos? ¿Nos quedamos con los brazos cruzados? Eso es lo que quiere el Partido Popular. Hombre, es que el PP debería de estar arremangándose para ayudar a este país. Pero, como digo, es que su patriotismo es ir a Europa a decir que no nos den dinero a España, es el de la tierra quemada y el del cuanto peor, mejor para ellos. Pues eso es lamentable porque, como he dicho más de una vez, es la antipolítica.
¿Y no será que al Gobierno le ha faltado capacidad para explicar a la gente que con Bildu lo que se ha acordado a lo largo de esta legislatura son iniciativas meramente sociales?
He dicho que seguramente sí, no lo explicamos bien y, además, con una batería mediática, que hace de altavoz de lo que dicen el PP y Vox que, efectivamente, parece que que con Bildu hemos pactado la independencia de Euskadi, sacar a los presos a la calle y humillar a las víctimas. ¿De qué estamos hablando? Vuelvo a decirlo: hemos pactado la subida de las pensiones y el ingreso mínimo y alguna otra cosa de estas. Nada más. Que a los socialistas nos den lecciones y se utilice a las víctimas del terrorismo como ha hecho el PP es lamentable. Es como si los socialistas ahora trajéramos a otras víctimas al Parlamento –y algunas podemos traer– que piensan diametralmente opuesto a lo que dicen otras. ¿Qué hacemos? Las enfrentamos ahí, en la arena, como si fuera un circo romano. Es deleznable esto. Hay líneas rojas que no deben cruzarse y el PP las cruza todas. Es que cuando no está en el Gobierno, el Partido Popular se convierte casi en un partido antisistema. Los demás somos una especie de okupas. Lo digo porque esto ya lo vimos con el “¡Váyase, señor González!” [de José María Aznar] o con que la culpa de todo la tenía [el también expresidente José Luis Rodríguez] Zapatero. Y ahora, Pedro Sánchez. Eso dice muy poco de su cultura democrática.
¿Cree que hay una derecha judicial que está en ese mismo juego que usted denuncia del PP?
Bueno, hay quien dice que puede ser así. De hecho, el PP juega muchas veces como Trump, que prefiere que gobiernen los jueces a que gobierne el Gobierno legítimo. He dicho que hay quien lo dice.
Respecto al independentismo catalán, cuando el gobierno habla de reformas legales para desjudicializar el conflicto catalán, ¿de qué reformas habla?
No, para desjudicializar el conflicto no, sino para que la política se encargue de la política. Esto no solo pasa en Catalunya, pasa en todas las comunidades. El tema competencial es tan conflictivo, está tan poco definido en la Constitución, que nos pasamos el día las comunidades y el Gobierno de España en el Tribunal Constitucional. Esto, seguramente, si nos sentáramos previamente los gobiernos y lo habláramos, pues seguramente nos evitaríamos mucha judicialización.
Un proyecto compartido con Catalunya
No parece que cuando el independentismo catalán habla de desjudicialización se refiera tanto al marco competencial como a las causas pendientes de algunos cargos.
Pero es que nosotros no hacemos política para el independentismo catalán. Hacemos política para que la sociedad catalana entienda que hay un proyecto que puede ser compartido. Es un proyecto que se llama España, que entiende la diversidad, la pluralidad y las singularidades que la conforman y no las enfrenta. A mí lo que me da pena es que cuando un gobierno y otro se sientan, practican el diálogo y buscan acercarse, haya quien vuelva a jugar a enfrentar a los catalanes con el resto de los españoles o al catalán con el español. ¿Pero dónde está el beneficio en eso, si ya hemos visto a dónde nos lleva? Solo el hecho de practicar el diálogo ha rebajado muchísimo la tensión en la vida social, cultural, política y económica en Catalunya. Vuelvo a decir: es que negar el diálogo es negar la política. Hay quien vive del enfrentamiento permanente, y puede haber unos y otros. Desde luego, el Partido Socialista no va a estar ahí, va a estar sentándose en una mesa, entendiendo que tenemos parte de la razón, no toda, porque otros tienen su parte de razón. Y que lo bueno para convivir, cuando somos tan plurales y tan diversos, es buscar entendimientos. No para darte la razón, sino para decir: mira, aquí cabemos todos.
Hablando de enfrentamiento y confrontación, la derecha sostiene que Sánchez ha asumido la política lingüística del independentismo catalán y enterrado la sentencia del 25% del castellano en las escuelas de Catalunya.
Eso es lo que digo: jugar a enfrentar el catalán con el español o a los catalanes con el resto de españoles, ¿a dónde nos lleva? Porque no es verdad. Ha habido inmersión y hay inmersión lingüística. ¿Y el español ha retrocedido o se ha perdido en Catalunya? No, es que no es verdad. Lo que hacen es convivir. Y, además, debiéramos estar orgullosos todos de que en España tenemos catalán, euskera, gallego, bable y tenemos idiomas que son patrimonio de todos. Pues nada, a enfrentarlos.
Sí, pero esto es una cuestión y otra que haya una sentencia de un tribunal que no se cumple.
Pues donde se incumpla la sentencia, que intervenga la justicia.
Hace unos días que el Gobierno ha aprobado el techo de gasto para 2023. ¿Teme que la cercanía de las elecciones municipales pueda disuadir a ERC o al PNV de apoyar las próximas cuentas públicas?
No, porque sería un gran error porque todo lo que hemos venido acordando, todo lo que hemos venido negociando, todas las políticas de las que hemos hablado durante este tiempo, si en algún lugar se hacen realidad es en los Presupuestos. Sería un error que hubiera partidos que por una obsesión electoral se alejaran o dijeran: “No, esto ni lo negocio”. Por eso yo creo que estos Presupuestos van a salir adelante en tiempo y forma como han salido los anteriores.
¿Con los mismos apoyos que hicieron posible la mayoría de la investidura?.
Sí, estoy convencido. Porque con esos apoyos hemos sacado adelante creo que son ya 155 proyectos legislativos, decretos, ayudas, políticas, leyes, nuevos derechos, nuevas libertades… Y, como digo, eso para que sean verdad y realidad, van a los Presupuestos. Por lo tanto, estoy convencido de que será así
¿Si no hubiera Presupuestos en un año que se nos anuncia volcánico desde el punto de vista económico, el anticipo electoral sería inexorable?
Por eso mismo que está diciendo, estoy convencido de que va a haber Presupuestos. No por el adelanto electoral, sino por lo volcánico que podría ser enfrentar un año complejo y duro sin Presupuestos y sin tener las herramientas que te permitan ayudar a la gente. No digo que no tener presupuesto no te permita, pero muchísimo menos y de peor manera.
¿Veremos en el próximo periodo de sesiones aprobada o derogada la ley mordaza?
La ley mordaza, la de Vivienda y el gravamen especial y temporal sobre las entidades financieras y las energéticas. No hay calendario.
En esto último parece que están bastante de acuerdo con sus socios de coalición y, probablemente, con sus socios parlamentarios. Pero en el asunto de la Vivienda y de la ley mordaza, las diferencias están en el ámbito del Gobierno.
Pero, como le he dicho antes, en vez de estar todo el día publicando que tenemos discrepancias, lo lógico es que sigamos hablando, negociando y estoy convencido de que acabarán saliendo la Ley de Vivienda y la ley mordaza.
Como presidente del Congreso se le recuerda como el más breve de la historia democrática ¿Cómo le gustaría que se le recordara como portavoz parlamentario del PSOE?
Breve, pero intenso. ¿Como portavoz? Pues alguien que contribuyó a que hubiera mucha más política y menos gritos en el Congreso. A veces somos la demostración de lo que no es la política. La política es palabra y no es grito, es argumento y no es insulto, es entender la diferencia y no imponer. Bueno, pues ojalá seamos capaces de que eso sea más habitual en la Cámara.
¿Cree que Pedro Sánchez sabe ya lo que es una nación?
Seguro. Lo ha demostrado.
¿Su reconciliación con Pedro Sánchez empezó con el abrazo que vieron todos los españoles el día del debate sobre el estado de la Nación o fue antes?
Hace falta reconciliación cuando uno está enfrentado y yo no me he enfrentado nunca. Ya sé que se suele decir eso de que están los adversarios, los enemigos y los compañeros de partido. Desde el primer momento, incluso cuando presenté mi candidatura a las primarias y él también se presentaba, no lo consideré más que otro compañero que tenía la misma ambición que yo. Esto era ponerse al frente del mejor partido de este país. Y, en la misma noche en la que Pedro Sánchez fue elegido secretario general, ya le nombré como mi secretario general.
Cierto, incluso le integró en su primera Ejecutiva, pero no me ocultará que su relación hoy no es la misma de entonces.
Pues nunca hemos tenido una relación mala. ¡Qué va! No, no, no, no… Creo que nos respetamos ambos. De hecho, él me integra en esa primera Ejecutiva y yo había hablado durante toda esa campaña de primarias de integrarle a él y a Susana [Díaz] si hubiera ganado yo. En el fondo, representábamos sensibilidades diferentes de un partido, pero juntos somos mucho más, mucho mejores.
Para cerrar el círculo de esa reconciliación del PSOE, ¿quiénes faltan por incorporarse al equipo de Pedro Sánchez?
Es que esto no va de quién, sino de que todas las voluntades estén detrás del proyecto. Y creo que hay un proyecto que aúna todas las voluntades del Partido Socialista. No hay nadie en este momento que no esté orgulloso de lo que hace este partido, lo que hace el Gobierno y de lo que hace este presidente. Nunca se ha hecho tanto. Tanto, que a veces no lo defendemos porque se nos ha olvidado. Ahora se dice que Sánchez ha dado un giro a la izquierda con el debate del estado de la Nación. ¿Y lo de subir el salario mínimo? ¿Y lo del ingreso mínimo vital? ¿Y lo de la reforma laboral? ¿Y lo del pacto de rentas que proponemos ahora? ¿Eso que era, de derechas?
¿Yolanda Díaz es un peligro para el PSOE o la solución para que pueda seguir gobernando?
Yo le deseo mucho éxito. Hay un mundo a la izquierda del Partido Socialista y, si está aglutinado, mucho mejor, porque seguro que nos podremos entender una vez que los ciudadanos y las ciudadanas decidan con su voto. La derecha se pone de acuerdo siempre. Yo lo que espero es que cada uno de los partidos de izquierda aglutinemos a nuestro mundo y luego seamos capaces de sumar. Por lo tanto, que tenga todo el éxito.
¿Y cree que su proyecto puede llegar a buen puerto teniendo en cuenta las diferencias que hay en el espacio que representa?
Ojalá le dejen.
¿Quién no le deja?
No digo más.
Muchas gracias, buen verano y buena suerte.
Gracias.
Entrevista completa a Patxi López
Vídeo: Nando Ochando y Xabi González
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