El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha decidido concluir el sumario de la querella presentada por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEH) contra miembros del Frente Polisario por presuntos delitos de genocidio sin procesar al líder de la organización política, Brahim Ghali.
El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 5 explica en su auto que los hechos denunciados habrían ocurrido entre 1974 y 1990, por lo que ya estarían prescritos, de acuerdo con el Código Penal del 1973, que sería el aplicable.
Además, aunque no entra a analizar si los hechos podrían constituir delito de genocidio en el Código Penal actual, el magistrado sí hace constar que las conductas expuestas en la querella “no integran todos los elementos del delito de genocidio”.
Insiste también Pedraz en que hay contradicciones en el propio relato de la querella y en los testigos que ha interrogado, así como “una insuficiencia manifiesta de detalles relevantes sobre circunstancias de lugar y tiempo de los hechos, detalles concretos de la participación del querellado Brahim Ghali”.
Ghali había declarado en la Audiencia Nacional el 1 de junio, justo antes de abandonar España. Tras acudir a los juzgados, Pedraz lo dejó en libertad sin medidas cautelares. El magistrado acordó únicamente que aporte un domicilio y teléfono en España a fin de estar localizado y rechazó decretar la prisión provisional que habían solicitado las dos acusaciones que se han querellado contra él.
Durante el interrogatorio —en el que respondió únicamente a las preguntas de la Fiscalía y de su defensa—, Ghali afirmó que todos los hechos objeto de acusación son “absolutamente falsos” y negó haber cometido tortura, desapariciones o cualquier tipo de conducta ilícita contra cualquier ciudadano saharaui, según explicó su abogado, Manuel Ollé, al término de su declaración.