Pedro Sánchez insiste en la estrategia de presión al PP para que se avenga a renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tras más de mil días de bloqueo que ha advertido que “daña a la democracia”. En una intervención ante los parlamentarios socialistas, el presidente ha asegurado que no es “sostenible” la situación de interinidad del órgano de gobierno de los jueces y ha puesto como ejemplo que eso sucediera con el Ejecutivo considerando que nadie lo entendería.
El presidente ha insistido en que Pablo Casado incumple la Constitución al negarse a renovar el Poder Judicial y le ha afeado que solo pretenda que los demás la cumplan salvo el PP cuando está en la oposición. “La insumisión constitucional en la que está instalado el Partido Popular representa todo menos un mínimo sentido de Estado”, ha reprochado.
“Quiero alertar el pleno funcionamiento de las instituciones constitucionales, con todas sus facultades, es fundamental para el correcto desarrollo de nuestra democracia. Aún más si cabe en plena pandemia”, ha expresado.
No obstante, Sánchez ha dedicado buena parte del inicio de su intervención al incremento de delitos de odio que se está produciendo en España y que le ha llevado a presidir este viernes una comisión especial de la estrategia contra este tipo de delitos. El presidente ha asegurado que el Gobierno activará “todos los medios” para luchar contra este tipo de conductas tras la brutal agresión homófoba que se produjo hace unos días en el centro de la capital. “No habrá otra vez armarios”, ha dicho ante los suyos.
Sánchez ha explicado que el esa comisión servirá para elaborar el segundo Plan de Acción contra los Delitos de Odio con dos objetivos prioritarios: “actualizar los delitos de odio y adoptar los cambios pertinentes para que aquellos grupos que quieren devolver el odio a las calles de España no tengan ninguna opción de conseguirlo”.
Flanqueado por la vicesecretaria general, Adriana Lastra, y el secretario de Organización, Santos Cerdán, ha dado la bienvenida a los nuevos portavoces en el Congreso y el Senado, Héctor Gómez y Eva Granados, y ha apremiado a los grupos parlamentarios a sacar adelante cuanto antes la ley de igualdad de trato -conocida como ley Zerolo- con la que los socialistas pretenden luchar contra el discurso de odio. Ese será un nuevo “muro” para luchar contra la intolerancia, según el líder socialista, que ha asegurado que siempre que gobierna el PSOE se avanza en “derechos y libertades”, entre los que ha enumerado la ley de matrimonio de personas del mismo sexo, la ley de igualdad, la ley de eutanasia o la ley LGTBI, que el Gobierno aprobó recientemente tras una importante pugna entre la exvicepresidenta Carmen Calvo y Unidas Podemos. Calvo y José Luis Ábalos, que son los únicos exministros con escaño que salieron en la remodelación de julio, han asistido a la primera reunión del Grupo Socialista como diputados rasos. Sánchez ha agradecido la labor a los exportavoces -Adriana Lastra y Ander Gil-, pero ha obviado tanto a Calvo como a Ábalos.
Más allá de las tareas para cumplir con el 38% de los compromisos adquiridos por el Gobierno para este semestre, que incluye la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, Sánchez ha sacado pecho de la gestión en los últimos años, especialmente en la lucha contra la pandemia, que ha dividido en tres fases (resistencia, reactivación y recuperación justa). También ha presumido de haber logrado cumplir con el objetivo de vacunación mientras que el PP decía que no se conseguiría. “Lo han intentado pero no lo han logrado porque hemos aprobado todo lo que nos hemos propuesto en las Cortes Generales”, le ha dicho a los suyos. “La sociedad española no quiere gritos, quiere diálogo”, ha agregado.
Sánchez se ha referido al incremento del precio de la luz, que se ha convertido en el principal dolor de cabeza para el Gobierno, y ha anunciado que el Consejo de Ministros adoptará nuevas medidas para amortiguar que el coste de la energía no impacte en los bolsillos de los hogares, especialmente los más vulnerables. No obstante, no ha detallado en qué consistirán las nuevas iniciativas.
“El Gobierno tiene un objetivo y un plan. Pronto incorporaremos nuevas medidas a ese plan que supongan nuevos amortiguadores sociales para que el coste de la energía no impacte de lleno en la economía de los hogares, y menos aún de los más vulnerables”, ha expresado el presidente.