Este martes ha sido el día del reencuentro para los socialistas en el Congreso. Pedro Sánchez ha reunido por primera vez a los parlamentarios de su partido tras las elecciones. Diputados, senadores, algunos eurodiputados y dirigentes territoriales han asistido al encuentro del Grupo Socialista en el que Sánchez ha desgranado cómo será el inicio de su actividad parlamentaria a partir de este miércoles y también ha mostrado su disposición a dialogar para llegar a acuerdos, aunque ha cerrado la puerta al primer entendimiento con los de Pablo Iglesias al negarse a su primera petición: que se constituyan en cuatro grupos parlamentarios.
Ese planteamiento, realizado por Podemos y las confluencias desde el inicio de la campaña, supondría que Podemos estuviera en un grupo y las mareas gallegas, En Comú y Compromís tuvieran los suyos. El PSOE lo rechaza escudándose en el Reglamento del Congreso, que, según interpreta, establece que no pueden pertenecer a grupos distintos quienes no hayan competido electoralmente. A eso se aferran los socialistas.
Sánchez ha ido un paso más allá al decir a los de Iglesias sin mencionarles que no pueden dividirse territorialmente. “No desvirtuemos la naturaleza de esta Cámara”, ha expresado ante los parlamentarios socialistas. En ese momento, el líder del PSOE ha asegurado que el “diálogo a izquierda y derecha” será “máximo” pero ha dejado claro que quiere que el Congreso “sea útil” y “se diriman cuestiones de política nacional”. “Dejemos los asuntos territoriales para el Senado”, ha agregado.
Los socialistas quieren el apoyo de los diputados de Podemos y las confluencias para que Patxi López se haga con la presidencia del Congreso, pero reconocen que no lo necesitan si prospera el principio de acuerdo que han alcanzado con Ciudadanos y el PP, aunque no lo dan por cerrado todavía.
En su intervención, Sánchez ha insistido en que si Mariano Rajoy no logra ser investido presidente, él lo intentará mirando a izquierda y derecha, como dijo este lunes focalizando en Podemos y Ciudadanos, con quien considera que puede entenderse. “El mensaje que nos mandaron los españoles es un cambio de izquierdas y progresista liderado por el PSOE”, ha expresado Sánchez, que ha presumido de ser la primera fuerza de la oposición pese a que los resultados del 20D no consiguieron los que hubieran deseado, según ha explicado.
“Somos el único partido que tiene esa capacidad de diálogo”, ha continuado: “No vamos a teñir, como han hecho otros, de líneas rojas ni vamos a hablar desde atalayas”. También ha rechazado la “gran coalición” con el PP porque sería “un gran fraude para la mayoría de españoles”. Tampoco cree que la situación en Cataluña lo haga necesario: “Seguir en la política de frentes sería un gran error en el que no vamos a caer los socialistas”, ha señalado tras asegurar que Rajoy, con mayoría absoluta, “no frenó el independentismo sino que lo alimentó”.
El PSOE basará inicialmente sus negociaciones para una hipotética investidura en ocho puntos básicos: la “recuperación económica justa”, un pacto por la educación, la cultura y la ciencia, un pacto contra la violencia machista, la reconstrucción del Pacto de Toledo, la reforma constitucional, reforzar la presencia de España en la UE y la regeneración democrática.
Sánchez también ha avanzado las quince primeras medidas que el PSOE registrará en el Congreso este mismo miércoles cuando culmine la composición de las Cortes, entre las que se encuentran algunas de las que planteará para intentar llegar a Moncloa.
Esas iniciativas, planteadas como proyectos de ley o proyectos no de ley, serán: la derogación de la reforma laboral, la subida del salario mínimo vital, un acuerdo por la educación que incluya la paralización de la LOMCE, un pacto contra la violencia de género, la recuperación de la universalidad de la sanidad, el ingreso mínimo vital para 700.000 familias, retomar el Pacto de Toledo, recuperar la pluralidad de RTVE, acabar con el voto rogado para los electores desde el extranjero, impulsar una reforma fiscal, modificar la ley de enjuiciamiento criminal, plantear un acuerdo parlamentario por la ciencia, un plan de lucha contra la pobreza energética, prohibir los indultos para condenados por casos de corrupción e impulsar una reforma del Reglamento del Congreso.