El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no buscará hacer una demostración de fuerza con la recogida de avales para las primarias abiertas con las que su partido elegirá al próximo candidato a La Moncloa. Según han informado a Europa Press fuente del equipo que le acompaña en este proceso, su objetivo es conseguir con holgura los apoyos necesarios para superar este trámite y, como máximo, duplicarlos.
En concreto, según fuentes socialistas, necesitará 9.699 avales, el 5% de los 193.989 militantes con derecho a voto en estas primarias. El número de afiliados que pueden participar en este proceso --al estar al corriente de sus pagos-- es ligeramente inferior al de hace un año, cuando se fijó en 197.939 los militantes llamados a votar en las primarias para la Secretaría General.
Sánchez afronta este proceso de manera muy diferente al que vivió el año pasado, cuando se enfrentó por el liderazgo del partido al diputado vasco Eduardo Madina y al dirigente de Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias. Los tres lograron los avales y compitieron en una campaña tras la que ganó el madrileño.
Ahora, existen muchas dudas de que los otros dos aspirantes a convertirse en candidatos, el sevillano Sergio Cebolla y el canario Pedro Antonio Ibáñez, sin apoyos de ningún 'aparato' ni movimientos de base a su alrededor, consigan los avales necesarios para ir a las primarias.
PODRÍA SER PROCLAMADO EL 21 DE JUNIO
De esta manera, si sólo el secretario general consigue esta condición, no habrá primarias abiertas y Sánchez será proclamado candidato a la Presidencia del Gobierno el próximo 21 de junio.
La tranquilidad del líder de los socialistas y su equipo se palpa en la ausencia de campaña para la recogida de avales. Según explicaba a Europa Press uno de sus representantes ante el Comité Organizador de este proceso, no se va a poner en marcha ninguna estrategia en redes sociales ni de ningún otro tipo.
Eso sí, al margen de los que se envíen de manera telemática, cada territorio se encargará de recoger los avales que vayan llegando para enviarlos a Ferraz. Algunas federaciones ya han comenzado a mandar cientos de ellos.
El objetivo, según estas fuentes es lograr una cifra de entre el 5% (mínimo necesario) y el 10%, es decir, duplicar los 9.699 exigidos. Lo contrario, apuntan, llevaría a no plantearse ningún límite y tratar de echar el resto y superar el 50%.
El equipo de Sánchez explica que ni tiene sentido hacer esto, dada la ausencia de un rival de peso, ni el partido está tensionado para este proceso en este momento. Cada federación, insisten, está atenta y ocupada con la situación después de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 24 de mayo.
Se trata de un trámite que hay que cumplir, afirman, y con el creen que no se puede hacer ninguna lectura interna, porque el liderazgo de Sánchez está fuera de cuestión.
HACE UN AÑO, LOS AVALES FUERON UNA ESPECIE DE 'PRIMERA VUELTA'
El escenario es muy diferente al del año pasado, cuando el propio proceso de recogida de avales se convirtió en una especie de 'primera vuelta' que tensionó la campaña. Sánchez 'golpeó' el primero al conseguir 41.338 avales, de los que 14.389 llegaron de Andalucía, una federación que, con Susana Díaz a la cabeza, le eligió de manera mayoritaria como su candidato.
Madina, que enfureció a los socialistas andaluces cuando, al querer demostrar que el 'aparato' estaba con Sánchez, pidió que se desglosara el recuento de los avales por territorios, se hizo con 25.238 apoyos. Mientras tanto, Pérez Tapias logró 9.912.
Una vez superado este proceso, comenzó la campaña que acabó con la votación del 27 de julio, en la que los militantes se decantaron por Sánchez, que ganó con el 49% de los apoyos, frente al 36,1% que consiguió Madina y el 15,1% de Pérez Tapias.