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El PSOE tira la toalla con Podemos en la segunda votación por la dura intervención de Iglesias

Pedro Sánchez en un momento del debate de investidura

Irene Castro

El PSOE cree que el primer intento de Pedro Sánchez de llegar a Moncloa se verá frustrado. Tras el duro cara a cara del candidato socialista con Pablo Iglesias, el equipo de Sánchez tiró la toalla con Podemos. No han intentado nuevos contactos ante la votación de este viernes, como confirmó Antonio Hernando, y tampoco con las demás fuerzas a su izquierda -IU-Unidad Popular y Compromís-, según fuentes oficiales. Sí ha habido intercambios telefónicos con el PNV, aunque por ahora no han provocado ninguna novedad y los nacionalistas vascos prevén volver a votar 'no'.

“¿Para qué? Ya está todo dicho”. Con esa resignación se pronunció una miembro del equipo negociador del PSOE sobre la posibilidad de que Sánchez intentara acercarse a Podemos en las 48 horas que tenía desde la primera votación fallida hasta la segunda, en la que necesita más síes que noes para sacar adelante la investidura. Pese a que dirigentes próximos al secretario general eran partidarios de hacer un movimiento público para escenificar que lo habían intentado todo para acercar posturas, Sánchez y su equipo decidieron mantenerse estáticos ante Podemos entre una sesión y otra.

“Hemos tenido quince horas de debate -respondió Antonio Hernando ante la pregunta de si iban a intentar convencer a Podemos en una nueva conversación-. Hemos puesto cosas encima de la mesa. Tienen que ser otros los que tienen que valorar todo eso que se ha puesto encima de la mesa”, agregó el portavoz socialista, que aseguró que decenas de los centenares de medidas planteadas podrían tener el respaldo de “más de 200 escaños”.

La estrategia de la dirección fue fiarlo todo a Manuela Carmena. La alcaldesa de Madrid hizo unas declaraciones en las que expresó su deseo de que de los debates parlamentarios saliera un acuerdo para el cambio. El PSOE utilizó esas palabras para intentar presionar a Podemos: “Le pedimos a Iglesias y a Podemos que atiendan lo que les dice la alcaldesa de Madrid. Les dice que apoyen a Pedro Sánchez en la investidura”, expresó Hernando. Para los socialistas, la edil madrileña había pedido a Podemos que facilitara el Gobierno de Sánchez en los términos que se habían planteado en el Congreso, es decir, con el acuerdo firmado con Ciudadanos.

Sin embargo, las palabras de Carmena se volvieron en contra del PSOE en cuestión de minutos: “Un gobierno fuerte y del cambio es un gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos. Que nadie me malinterprete”, matizó la alcaldesa en un tuit poco después de la rueda de prensa. “Mi opinión sobre un deseo de un Gobierno de cambio que yo entiendo debe hacerse desde una alianza de izquierdas”, ha reiterado horas después a su llegada a un acto. Fuentes del PSOE municipal reconocen a eldiario.es que las palabras iniciales de Carmena se han “sobredimensionado”.

El PSOE tampoco ha contactado con IU-Unidad Popular y Compromís este jueves. “Están en la misma estrategia que Podemos”, expresan fuentes parlamentarias. Antes de que Podemos se levantara de la mesa de negociación tras la firma del pacto entre Sánchez y Albert Rivera, los socialistas tenían esperanzas en conseguir sus votos. Esa posición les reforzaba, además, la presión sobre los de Iglesias para denunciar una “pinza” con el PP.

Algunos dirigentes socialistas, no obstante, confiaban en poder conseguir en estos dos días cambiar el sentido del voto de alguno de los grupos con los que había mantenido conversaciones desde el 2 de febrero. Salvo Ciudadanos y Coalición Canaria -que se abstuvo-, todas las formaciones votaron en contra de la investidura este miércoles. “Lo ideal sería conseguir alguna abstención más para el viernes”, expresó un barón a eldiario.es.

El PNV sigue en el 'no'

La comisión negociadora se ha puesto en contacto con el PNV. “Ha habido contactos telefónicos. Pero de momento todo sigue igual con respecto al sentido del voto”, expresan fuentes del PNV, según informa Carmen Moraga. El portavoz de la formación nacionalista, Aitor Esteban, se mostró abierto a seguir dialogando con los socialistas. Durante el debate con Sánchez, le anunció su voto en contra por la ausencia de “agenda vasca” en su propuesta. El diputado vasco se desmarcó del contenido del acuerdo con Ciudadanos y enseñó al candidato socialista la vía del acuerdo por la izquierda: “Hubiera tenido quizás posibilidad de unas mayorías más sencillas”.

Fueron varias fuerzas además del PNV las que se pronunciaron en esos términos (Podemos, que planteó de inicio esa posibilidad, IU-Unidad Popular y Compromís). También ERC y Democracia y Libertad abrieron la puerta a la negociación en el caso de que el referéndum en Cataluña se pusiera sobre la mesa. El portavoz de la antigua Convergència fue muy explícito y le dijo a Sánchez que, si quiere, sí tiene mayoría de izquierdas: “Lo que pasa, señor Pedro Sánchez, es que no es cómoda. Lo admito. Pero la mayoría existe si usted está dispuesto a activarla”, expresó Francesc Homs.

Pero Sánchez se empeñó en que ese acuerdo “no suma” ya que no pretende que la gobernabilidad “descanse” en las fuerzas independentistas. Esa es la línea roja que tiene el candidato socialista impuesta por los sectores más críticos del partido, especialmente el socialismo andaluz, que supone un tercio del Grupo Parlamentario que preside Sánchez. Además, reprocha a Iglesias que pretenda apoyarse en la derecha que representa Convergència y se niegue a hacerlo en Ciudadanos.

A pesar de las apelaciones al diálogo para el Gobierno en coalición que han hecho los dirigentes de Podemos, en el PSOE están convencidos de que no es honesto y de que hace “planteamientos maximalistas” para dinamitar cualquier entendimiento. En el PSOE sostienen que la estrategia de Podemos es forzar unas nuevas elecciones, aunque tienen la esperanza de que los de Iglesias cambien de opinión en los próximos dos meses [el margen que fija la Constitución para que un candidato logre los apoyos suficientes para la investidura]: “Dependerá de lo que les convenga electoralmente”. No obstante, en Ferraz no son del todo pesimistas ante unos nuevos comicios puesto que confían en que Sánchez se haya ganado a parte del electorado con su actitud ante las negociaciones y en que las acciones de Podemos desgasten a los de Iglesias hasta junio.

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