El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha confirmado este lunes en la reunión de la dirección su intención de convocar ya el 39 Congreso del partido, celebrando unas primarias en octubre.
Según ha adelantado Europa Press y han confirmado fuentes socialistas a eldiario.es, así lo ha hecho ante la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal, reunida este lunes en Ferraz para analizar los resultados de las elecciones de este domingo en Galicia y el País Vasco.
La propuesta de Sánchez de dirimir ya el liderazgo del partido para acabar con la crisis interna se filtró ya la semana pasada, pero Ferraz ni lo confirmó ni lo desmintió.
La intención de Sánchez provocó un profundo malestar en las filas socialistas. La federación andaluza y los barones críticos advirtieron al secretario general de que adelantar la convocatoria del Congreso a que se aclare la gobernabilidad es una “locura” y una “barbaridad”. Además, le recordaron que fue él quien defendió en febrero -cuando tocaba oficialmente celebrarlo por los plazos que establecen los estatutos- aplazarlo hasta que hubiera gobierno. Los críticos con Ferraz sostienen que Sánchez quiere blindarse en la Secretaría General.
Los plazos que maneja Sánchez -una votación de las bases al secretario general el 23 de octubre y la celebración de la ponencia marco a principios de diciembre- hacen casi imposible que se presente un candidato alternativo. Incluso dirigentes afines al secretario general confesaban la semana pasada que “los plazos no cuadran” y veían “inviable” esa opción.
“Estamos debatiendo”, un dirigente próximo a Sánchez desde la reunión de la Comisión Permanente en la que ha anunciado su intención de zanjar la batalla por el liderazgo. Los dirigentes críticos de ese órgano, entre ellos el andaluz Antonio Padras y la exministra Carme Chacón, han cuestionado en la reunión los planes de Sánchez.
Los barones socialistas consideran que la apuesta de Sánchez por celebrar un congreso exprés es una huida hacia adelante del secretario general tras obtener, otra vez, los peores resultados de la historia para el PSOE. Esta vez en Galicia y en Euskadi y en el momento más delicado para su continuidad al frente del partido.
El líder socialista, que echó el resto sin éxito en sendas campañas electorales, aspira ahora a sacar adelante una alternativa al gobierno de Mariano Rajoy, pero se encontrará con la oposición del sector crítico, encabezado por seis de los siete presidentes autonómicos socialistas que ven con perplejidad cómo Sánchez anuncia el Congreso a la vez que ha defendido que intentará llegar a Moncloa.
“O negociaciones para intentar formar un gobierno o Congreso. Las dos cosas a la vez es imposible”, reflexiona un destacado dirigente. Sánchez tiene, además, intención de seguir adelante en sus contactos con el resto de fuerzas para buscar una solución al bloqueo por lo que puede darse la circunstancia de que inicie su campaña para revalidar su puesto al frente del PSOE mientras negocia para gobernar.
La convocatoria formal del Congreso depende del Comité Federal que se reunirá el próximo 1 de octubre. En realidad, el cónclave en el que se decidirá el futuro liderazgo del PSOE ya está convocado, pero el máximo órgano de dirección socialista decidió en abril aplazarlo hasta que hubiera gobierno. Ese órgano está completamente dividido entre los defensores y detractores de Sanchez por lo que se prevé un cónclave tenso.
El Congreso ordinario tendría que haberse celebrado en el mes de febrero atendiendo a los estatutos del PSOE, que marcan un plazo de cuatro años entre los cónclaves. La dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba tras las europeas precipitó la celebración de un Congreso extraordinario en el que Sánchez se impuso a Eduardo Madina.
A principios de año, los barones forzaron la convocatoria del Congreso para cumplir con las normas internas. Defendían entonces renovar el proyecto ante la posibilidad de que se repitieron los comicios. La fecha escogida fue finales de mayo para la ponencia marco y las primarias el 8 de mayo. Pero dos meses después Ferraz y las federaciones acordaron aplazar su celebración hasta que se aclarara la gobernabilidad. El argumento empleado entonces por Ferraz es el que esgrimen los críticos para dejarlo en el aire.
Dirigentes críticos del PSOE emplazan a una reflexión
Reflexión. Es la palabra más repetida por los dirigentes críticos del PSOE que hasta ahora se han pronunciado sobre los resultados electorales de Galicia y Euskadi. A pesar del reconocimiento a última hora de la noche por parte de Ferraz de los “malos resultados”, en el sector crítico no quieren que la dirección busque culpables de lo que ha pasado el 25S: reclaman “análisis” y autocrítica“.
La primera en pronunciarse fue la secretaria general del PSOE en Sevilla, Verónica Pérez, a través de un tuit en la misma noche electoral. Lamentó los “resultados históricos” de los socialistas -en alusión a las palabras de Pedro Sánchez el 20D tras el primer batacazo en las generales- y avisó de que no se pueden “volver a pulverizar” esos resultados.
En esa misma línea se ha pronunciado el secretario de Política Federal del PSOE, Antonio Pradas, el hombre de Susana Díaz en la Ejecutiva: “Hay que hacer autocrítica, no poner paños calientes”, ha avisado. Pradas ha asegurado que los resultados son “malos, sin paliativos”. No obstante, ha aguardado al análisis que se espera del secretario general en la reunión de la Comisión Permanente -el núcleo duro de la dirección- para revelar la “posición” que adoptará la principal federación socialista, que ya no disimula su hartazgo con Sánchez.
Otros dirigentes, como los exministros Carme Chacón y José Blanco, también han emplazado a Sánchez a una reflexión. “Es evidente que no podemos seguir así. Hay que despertar”, ha dicho la exministra de Defensa a su llegada a Ferraz.
En la misma noche electoral, uno de los presidentes autonómicos socialistas alejados de Sánchez admitía a eldiario.es que lo que toca ahora es “reflexión, debate y acción”. Un paso más allá fue Julio Villarrubia, a quien Óscar López descabalgó de la Secretaría General de Castilla y León:
En el sector crítico sentaron como un jarro de agua fría las palabras el número dos del PSOE, César Luena, que compareció en Ferraz pasadas las 23:30 horas sin admitir preguntas de los periodistas. El secretario de Organización admitió no estar “satisfecho” con unos resultados que calificó como “negativos”, pero justificó parte del batacazo: “Ha sido una campaña en unas condiciones muy difíciles para el PSOE”. También la candidata vasca, Idoia Mendia, dijo que les había rodeado “ruido”. Miquel Iceta ha sido el más claro al reconocer que la “división interna” les ha perjudicado.
El sector crítico, que en palabras de Emiliano García-Page, se siente “criminalizado” por Ferraz teme que la “huida hacia adelante” de Sánchez pase ahora por culpar a los barones del resultado por la crisis interna que atraviesa desde hace meses el PSOE que dirige. Por eso pretenden descargar sobre él la responsabilidad de los sucesivos batazos electorales de los socialistas.