Pedro Sánchez ha cumplido con lo previsto y ha sacado adelante el equipo con el que dirigirá el nuevo PSOE. El nuevo líder socialista ha conseguido aglutinar un 86% del voto a favor del equipo de dirección que ha pactado con Susana Díaz, y frente al cual se ha opuesto un 14% de los delegados, expresando así su disconformidad con la escasa integración con 136 votos emitidos en blanco.
El porcentaje obtenido por Sánchez es más que suficiente para validar el equipo que sale de este congreso, pero no consigue evitar la imagen de malestar interno por la falta de consenso en torno a la integración de todos los que concurrieron a las primarias que finalemente ganó el madrileño.
El principal problema que ha salvado el nuevo líder es el malestar que afecta a la federación asturiana. Sánchez se quería deshacer de Javier Fernández, hasta ahora coordinador de los barones en el consejo territorial. El hecho de que Fernández es, a día de hoy, el único presidente electo del PSOE ha obligado a la nueva dirección a reaccionar creando para el asturiano una responsabilidad a medida, en un órgano que se dedicará a la gestión de políticas relacionadas con el sector industrial.
Sánchez se ha dado un baño de masas, rodeado de los exsecretarios generales Felipe González, Joaquín Almunia y José Luis Rodríguez Zapatero.
Conoce a los nuevos miembros de la Ejecutiva del PSOE
by eldiario.es