Pedro Sánchez no quiere que Elena Valenciano presida el grupo socialdemócrata del Parlamento Europeo cuando Giani Pitella, el actual presidente, previsiblemente abandone su cargo en marzo para volver a la política italiana. La exvicesecretaria general tiene posibilidades de hacerse con ese puesto, pero quiere contar con el apoyo de Sánchez y no lo tiene.
La primera explicación que dio la dirección por boca de Carmen Calvo fue que querían un consenso con el resto de delegaciones socialistas. La versión ha ido un paso más allá este lunes cuando la propia Calvo ha explicado que el PSOE no peleará en este caso por presidir el grupo y que lo hará tras las elecciones de 2019.
Sánchez se ha comprometido, según Calvo, a que la lista de las europeas la encabece una mujer y será a esa candidata a la que propondrá para liderar a sus colegas en el Parlamento Europeo.
“No estamos en este momento confeccionando listas, no hay ningún nombre más que el deseo de hacer bien las cosas y aspirar a esa presidencia en la legislatura que viene”, ha expresado la exministra, que da relevancia a que sea a partir de 2019 porque ahora “le queda poca vida a la legislatura”.
Valenciano trasladó a la dirección socialista su posibilidad de presidir el grupo del que ahora es vicepresidenta y que solo movería su candidatura si contaba con el aval de Sánchez, del que siempre ha estado distanciada (apoyó a Eduardo Madina y después a Susana Díaz frente al secretario general). La dirección le dio largas.
Ahora queda claro que Sánchez no quiere que ocupe ese puesto. “Ya han comprometido su apoyo al candidato alemán”, dicen fuentes del grupo socialista en Bruselas. Otras fuentes apuntan a que Ferraz no iba a mover un dedo porque situar a Valenciano al frente de los socialistas europeos le daría relevancia y quiere evitar que reputa en las listas.
La decisión ha sentado mal en un importante sector del PSOE, especialmente en los grupos tradicionales de mujeres de la organización, en los que Valenciano tiene buen predicamento. De hecho, se ha promovido una recogida de firmas en su favor para hacérselas llegar a Ferraz, pero la decisión ya está tomada, tal y como se ha expresado Calvo tras la reunión de la Ejecutiva.