Pedro Sánchez no está dispuesto a asumir cualquier riesgo en la campaña electoral. El candidato del PSOE ha decidido rechazar la invitación del programa El Objetivo, de la Sexta, que pretendía entrevistarle de cara a las elecciones generales para las que quedan poco más de 30 días.
El PSOE argumenta que su decisión está motivada por problemas de agenda para atender el ofrecimiento, pero todos saben en Ferraz que los motivos reales son otros. Sánchez ha preferido evitar un programa televisivo que trabaja el cuerpo a cuerpo y en el que la presentadora Ana Pastor acostumbra a interrumpir a sus invitados cuando no obtiene la respuesta concreta que busca con sus preguntas.
Fuentes de Ferraz consultadas por eldiario.es señalan que la negativa es una decisión asumida por todo el equipo de Sánchez. Fuentes cercanas al líder del PSOE aseguran que La Sexta es la televisión mejor tratada por Sánchez a la hora de conceder entrevistas.
La decisión del líder socialista no ha sido bien recibida por los responsables del programa. A través de su cuenta en Twitter, Ana Pastor anunció la decisión del PSOE y la acompañó con el hashtag #otroplasma, en referencia a la polémica comparecencia de Rajoy en Génova a través de una pantalla en peno auge del escándalo Gürtel.
La pregunta lógica que sobrevuela la polémica es evidente: ¿se puede permitir un candidato a presidente del Gobierno que no encabeza los sondeos a negarse a participar en un formato televisivo que ha superado en ocasiones el 10% de audiencia con más de dos millones de espectadores al otro lado de la pantalla? La respuesta del PSOE parece ser afirmativa. Todo ello a pesar de que la agenda de Sánchez incluye diariamente multitud de actos que muchas veces no despiertan el interés de los medios de comunicación.
Ser entrevistado por Ana Pastor supone ventajas y riesgos. En noviembre de 2014, Pablo Iglesias pasó por el programa, que tuvo una audiencia de tres millones de espectadores (con un 14,6% de share) por encima, por ejemplo, de Gran Hermano. Pero el líder de Podemos no salió bien parado de la entrevista. Admitió que había sido “una de las entrevistas más difíciles que me han hecho nunca”. La periodista y el políticos se enzarzaron en una serie de réplicas y contrarréplicas en la que el líder de Podemos tuvo problemas para encajar su mensaje y se vio algo superado por el fuerte ritmo de la conversación.
Sánchez sí ha aceptado participar en otros programas de la misma cadena. Hace tan solo unos días fue entrevistado por el Gran Wyoming y ya ha anunciado su decisión de participar en los debates convocados con motivo de la campaña.