Pedro Sánchez se juega su futuro político en Madrid

El PSOE se enfrenta a las elecciones más difíciles de su historia reciente el próximo 20D y más desde que el CIS ha pronosticado su hundimiento por debajo de los 90 diputados. La mayor preocupación se centra en Madrid, la circunscripción que lidera Pedro Sánchez. Con respecto a Madrid, el CIS dice que el candidato socialista podría quedar en cuarta posición, por detrás de Mariano Rajoy, Albert Rivera y Pablo Iglesias. 

A los malos datos que se pronostican para Madrid se une el descalabro que se espera en otras comunidades, como Galicia, Euskadi o Cataluña. “El PSOE queda relegado al cuarto lugar donde se presenta el candidato”, expresan desde el sector más crítico con el secretario general. Las “idas y venidas” durante el año que lleva al frente del partido es el motivo que aducen algunos dirigentes para dar una explicación a la posibilidad de un hundimiento.

De confirmarse la derrota, el sector crítico tendrá como argumento que otros territorios como Andalucía, Extremadura e incluso Castilla-La Mancha, aguantan la embestida de Ciudadanos y Podemos. “No es un problema del PSOE, es un problema de Pedro Sánchez”, señalan los más críticos que piden anonimato en la atribución de fuentes. 

De cumplirse el pronóstico del CIS, los apoyos de Sánchez en Madrid rondarán el 14%. Eso supondría que el candidato a la Moncloa recibiría nueve puntos menos que Ángel Gabilondo el pasado 24M. La candidatura del exministro la secundó el 25% de los electores.

Las malas noticias para el PSOE por ahora llegan en forma de sondeos pero muchos de los dirigentes empiezan a dar por buena la hipótesis del descalabro. “Las encuestas son muy malas. Estamos entre la tercera y la cuarta posición en Madrid. La línea de flotación de Pedro Sánchez quedará muy dañada dentro del partido”, afirman fuentes del PSM. No obstante, la dirección de la organización en Madrid se escuda en los pronósticos del CIS antes de las autonómicas, que concedían 27 escaños a Gabilondo frente a los 37 que consiguió en las urnas. 

“Con esos resultados, Pedro Sánchez no aguanta la noche electoral”, sentencia otro dirigente madrileño consultado por eldiario.es. La única vez que un candidato socialista a la Moncloa dimitió en la noche electoral fue Joaquín Almunia en el 2000 cuando cayó 3,5 puntos y 16 diputados respecto a los comicios anteriores. El CIS augura una caída de nueve puntos y más de 20 escaños para Sánchez respecto a 2011. 

En el PSOE también hay quien intenta mantener la calma. “No va a dimitir nadie nadie. Nadie va a culpar a Pedro Sánchez del resultado en Madrid”, asegura un veterano dirigente, que considera que el problema en el socialismo madrileño es antiguo y no se ha solucionado. 

Otras fuentes señalan que en el año de Sánchez al mando de Ferraz la fractura en Madrid se ha agudizado por las intromisiones en la federación madrileña: la destitución de Tomás Gómez a tres meses de las elecciones, la aceleración del proceso interno que algunos sectores interpretaron como una maniobra para afianzarse el poder en Madrid ante lo que pudiera pasar en las generales y, por último, la laminación de Antonio Miguel Carmona de la portavocía en la capital, donde el PSOE se hundió con un 15% de los votos. 

El PSOE está conmocionado desde la publicación del sondeo del CIS, al que apelaba el entorno de Sánchez por ser el más completo, y la disciplina está rigiendo desde entonces: “Tiene cocina”, es la primera respuesta de todos los dirigentes consultados por esta redacción. Lo cierto es que no ha evitado que en el socialismo se piense en el 21D, aunque en silencio oficialmente. 

Los ojos en Susana Díaz y el congreso de febrero

“No estamos en la cábala del 20 por la noche o el 21”, dicen en el PSOE-A, a donde se dirigen gran parte de las miradas. Susana Díaz consiguió mantenerse en los comicios andaluces y todo apunta a que un cuarto de los diputados serán suyos (el CIS pronostica que los socialistas andaluces conserven las 25 actas actuales). Y es un dato que los socialistas andaluces se encargan de recalcar. 

“Hagamos las cosas bien -responde un barón a la pregunta de si Sánchez tendrá que abandonar Ferraz el 20D si el resultado es similar al que dibuja el CIS-. Esperemos al congreso”, agrega. Los socialistas tienen programado un congreso ordinario, en principio, en febrero de 2016 en el que tendrán que elegir un líder. Sánchez venció un cónclave extraordinario celebrado tras la marcha de Alfredo Pérez Rubalcaba. 

Será entonces cuando se disipen las dudas sobre el liderazgo en el partido. El que abrió la puerta públicamente a que Sánchez se apartara ante una posible derrota fue el presidente valenciano, Ximo Puig, enmarcado junto a Susana Díaz en el sector más crítico con el candidato socialista. “Carpe diem, tempus fugit. Todo en la vida, efectivamente, es revisable”, expresó. 

“Aspiro a revalidar la secretaría general del PSOE y aspiro a hacerlo como presidente del Gobierno”, fue la respuesta de Sánchez, a quien sentaron mal las declaraciones del barón valenciano. El entorno del secretario general asegura que no tendría por qué marcharse ya que “solo ha tenido quince meses”, pero Sánchez ahora ha modulado su discurso: “Lo que menos me importa el próximo 20D es mi futuro personal”, es la respuesta tipo que utiliza ahora el candidato socialista cuando se le pregunta por sus intenciones en el partido en caso de que se produzca una debacle: “Salimos a ganar”, apostilla, a pesar de todo.