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CRÓNICA | Pedro in the Sky with Diamonds, por Iñigo Sáenz de Ugarte
DOCUMENTO | Discurso íntegro de investidura de Pedro Sánchez
Pedro Sánchez ha llegado a su discurso de investidura con las negociaciones con Unidas Podemos en marcha, pero sin entendimiento. Por ahora la distancia es importante a 72 horas del momento decisivo: la segunda votación que se celebrará este jueves y en la que el candidato socialista necesita la mayoría simple del Congreso. Sánchez esbozó su programa de Gobierno, coincidente de manera prácticamente intacta con el programa electoral del PSOE, sin hacer prácticamente ningún guiño a Unidas Podemos, a quien ha ofrecido una coalición sin Pablo Iglesias que no termina de concretarse. Al final de su intervención, Sánchez ha emplazado a Unidas Podemos a “culminar un acuerdo” en lo que les “une”.
El candidato socialista comenzó su intervención con un discurso duro contra PP y Ciudadanos por su connivencia con la extrema derecha de Vox a la vez que les reclamó “responsabilidad y generosidad” para que haya Gobierno. “No se trata de elegir entre izquierda y derecha, estamos eligiendo entre que España tenga Gobierno o no”, ha señalado. Cuando llevaba más de 90 minutos de intervención y se acercaba el final, Sánchez hizo la primera alusión concreta a Unidas Podemos.
“Los españoles han decidido avanzar, nos han pedido avanzar y estamos en condiciones de hacerlo con ayuda de otros grupos”, ha dicho refiriéndose en concreto a Unidas Podemos. “Hemos hablado mucho de las diferencias y estamos comprobando que no es sencillo encontrar un punto de encuentro”, ha reconocido: “Pero nada que merezca la pena es fácil. Y lo que tenemos por delante merece mucho la pena. Tenemos sobre nosotros la mirada esperanzada de millones de personas. Procedemos de dos tradiciones de la izquierda. Ahora toca trabajar para sacar adelante todo aquello en lo que coincidimos, todo lo que nos une. Y lo que nos une se resume en muy pocas palabras: la promesa de la izquierda. Un progreso ecológicamente sostenible y la distribución justa de ese progreso. O si lo prefieren de otra manera: una sociedad de mujeres y hombres libres e iguales, en armonía con la naturaleza”, ha expresado.
[DOCUMENTO | Este es el discurso íntegro de Pedro Sánchez]
Al salir del Hemiciclo, Sánchez ha reiterado su deseo de llegar a un entendimiento: “He expuesto mi programa de Gobierno y ahora a ver si tenemos la capacidad de llegar a un acuerdo con las fuerzas políticas para que España tenga Gobierno”.
Tras esa alusión en el Pleno, Sánchez se ha dirigido también a PP y Ciudadanos, como había hecho al comienzo de su intervención. “No les pido que apoyen este proyecto, les pido que retiren esas barreras, que España tenga Gobierno, que España avance”, ha afirmado. Nada más empezar, Sánchez apeló a la necesidad de salir del “bloqueo” y fue entonces cuando propuso el primer Pacto de Estado: una reforma del artículo 99 de la Constitución para evitar que el Congreso pueda rechazar una investidura tras las elecciones.
“Todo lo logrado no ha sido por casualidad, ha sido por la firme voluntad del pueblo español de siempre avanzar, de mirar hacia el futuro, de caminar hacia adelante juntos, juntas sin dejar a nadie atrás –expresó el presidente en funciones en su arranque–. Y eso mismo hicieran eso es lo que hicieron los españoles cuando fueron convocados a las urnas el 28 de abril y el 26 de mayo: avanzar no retroceder”.
“Avanzar frente a los riesgos claros, riesgos más que evidentes de involución que plantean los partidos que representan las bancadas conservadoras. Avanzar frente al cuestionamiento que se está haciendo de libertades y derechos civiles que ahora mismo representan a minorías que desgraciadamente están siendo puestos en cuestión por algunas fuerzas de la bancada conservadora –prosiguió–. Avanzar y no cuestionar nuestro modelo de convivencia territorial. Avanzar y repudiar con todas las fuerzas contra la banalización de la violencia que sufre la mitad de la población por el hecho de ser mujer”.
“Ojalá este contundente mandato expresado el 28 de abril y el 26 de mayo sirviera para que los dos partidos que representan a la derecha se alejaran de las redes autoritarias y la corriente reaccionaria que impregna la política europea y que desgraciadamente ha entrado en la Cámara española –ha dicho en referencia a Vox–. Por lo pronto, los dos partidos conservadores y la ultraderecha han institucionalizado la foto de la Plaza de Colón; se olvidaron de los discursos que reivindicaban a la lista más votada y expulsaron del constitucionalismo a las fuerzas que no piensan como ellos”.
A partir de ahí, Sánchez se ha dedicado a exponer el que sería su acción de Gobierno, articulada en seis ejes: el empleo digno y la sostenibilidad de las pensiones; la revolución digital; la lucha contra el cambio climático; la igualdad de género; la desigualdad social; y el proyecto europeo. El candidato socialista ha desgranado las medidas que pondría en marcha para abordar todos esos desafíos.
Así, se ha comprometido a llevar al Congreso cuanto antes una propuesta de nuevo Estatuto de los Trabajadores a través del que se elevaría el Salario Mínimo Interprofesional y se derogarían “los aspectos más lesivos de la reforma laboral”. Sánchez ni siquiera ha mencionado a Unidas Podemos en la última subida del SMI, que fue fruto del pacto presupuestario que selló con Iglesias. Se ha referido a las “fuerzas parlamentarias” que lo hicieron posible, a pesar de que es un trámite que ni siquiera pasa por el Parlamento.
En materia de emergencia climática, Sánchez ha expuesto una de las principales novedades, que no figuraba en el programa electoral del PSOE, al plantearla “obligación de que las ciudades de más de 50.000 habitantes se doten de zonas de bajas emisiones con restricciones para los vehículos más contaminantes”. “Nadie va a parar Madrid Central. No puede haber pasos atrás. Es una irresponsabilidad absoluta exponer a España a sanciones europeas, y renunciar al derecho de la ciudadanía a respirar un aire limpio”, ha afirmado.
Sánchez ha hecho un especial hincapié en la lucha contra el “machismo criminal” y el “feminicidio”. La alusión a los dos últimos asesinatos machistas ha sido el único momento en el que la bancada de Pablo Iglesias ha aplaudido al discurso de Sánchez. “La discriminación de la mujer es fruto de una sociedad patriarcal –ha aseverado–. No puede existir una relación sexual sin el consentimiento expreso de la mujer. El silencio no equivale a una afirmación. Una violación es una violación, no queremos manadas ni lobos solitarios en las calles de nuestro país”, ha dicho Sánchez, que ha reiterado su voluntad de modificar los tipos penales de las agresiones sexuales.
Sánchez no ha hecho apenas referencias concretas al conflicto en Catalunya, aunque sí ha abordado el conflicto territorial: “La superación de nuestras tensiones territoriales no vendrá solamente de la invocación de la ley y de la Constitución y de su aplicación, sin duda alguna necesaria. Derivará de un proyecto colectivo de regeneración nacional, de progreso y de inspiración europeísta”. Al hablar de Europa, ha hecho una alusión al Brexit que es extrapolable a la posición de los socialistas sobre Catalunya: “Aprendamos lecciones como el Brexit, construido sobre la falacia, ha debilitado la democracia británica”.
“¿Qué es más útil? ¿Ejercer una soberanía pequeña e inútil desde el aislamiento? ¿O ser parte de un espacio común, compartiendo soberanía para enfrentar desafíos que nos desbordan como país? En esta disyuntiva la respuesta es clara: compartir no dividir, integrar no aislar”, se ha respondido.
Sánchez sí ha abordado el asunto en su respuesta a Pablo Casado, que le ha reprochado que no lo hiciera. La respuesta ha comenzado por asegurar que se habla Catalunya cuando se abordan los desafíos, como la sanidad o la violencia machista, que tienen las comunidades autónomas puesto que se enfrentan a los mismos retos.
A continuación, ha aprovechado para atizarle por el conflicto territorial: “El PP, que ha gobernado junto al PSOE estos últimos 40 años, que no asuma ninguna responsabilidad del deterioro de la convivencia que se vive en Catalunya me parece una hipocresía colosal”. “La única forma de responder al proceso soberanista en Catalunya es planteando para España un proyecto de regeneración progresista”, ha afirmado.
Fuera de los seis ejes que ha expuesto Sánchez sobre la acción de su Gobierno, también se ha comprometido a otras medidas, como la derogación de la ley mordaza, el impulso de una ley de eutanasia, una de libertad de conciencia, o de derechos digitales.
El cálculo del PSOE es que Sánchez ha hecho un total de 130 propuestas, de las que doce son pactos de Estado –aparte de la reforma de la Constitución para evitar los bloqueos, un pacto de Estado por la Ciencia (con un aumento de la inversión que se sitúe en el 2% del PIB); un pacto de Estado por la Industria; otro en materia de infraestructuras y transporte; otro para la reforma de la Justicia, que incluiría la eliminación de los límites a los plazos de instrucción o la recuperación de la jurisdicción universal; entre otros– y un total de 25 leyes.
Al final la intervención de Sánchez, los portavoces del resto de formaciones le han reprochado su discurso por haber dejado fuera el conflicto en Catalunya y, en concreto los que pueden ser sus aliados para permitirle gobernar, por no haber buscado el apoyo de Unidas Podemos. “No hablar de Catalunya es irresponsable y negligente”, ha dicho Gabriel Rufián: “Parecía un señor con mayoría absoluta y ha hecho una sola referencia a sus supuestos socios de Gobierno”. “¿Este era el discurso que tenía escrito el viernes por la mañana antes de que pasaran determinadas cosas?”, ha dicho Joan Baldoví en alusión a la renuncia de Iglesias que precipitó las negociaciones. El diputado de Compromís se ha mostrado “preocupado”.
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