La decisión del Tribunal Supremo sobre los candidatos en prisión que han obtenido escaño en las elecciones del domingo puede ofrecer a Pedro Sánchez la única posibilidad de salir elegido en primera votación sin necesitar el apoyo o la abstención de los partidos independentistas.
Oriol Junqueras, Jordi Sánchez, Jordi Turull y Josep Rull han obtenido los votos suficientes para hacerse con un asiento en el Congreso. Si el Supremo no les permite participar en la sesión de investidura, la mayoría absoluta podría quedar fijada en 174 escaños. Con esos números, el PSOE solo tendría que convencer a Unidas Podemos, PNV, el Partido Regionalista de Cantabria y Coalición Canaria para que Sánchez obtuviese la confianza de la cámara en primera votación.
Aunque el artículo 171 del reglamento de la cámara asegura que la investidura del presidente necesita “la mayoría absoluta de los miembros del Congreso”, en varias ocasiones ese límite ha estado fijado por debajo de los 176 escaños. Según fuentes jurídicas, “hay multitud de precedentes en los que, por diversos motivos, la mayoría para fijar la elección de presidente se fijó por debajo de esa cifra”.
El 5 de diciembre de 1989, Felipe González fue investido en primera votación por una mayoría absoluta de 167 votos. Tras aquellas elecciones, los diputados electos por Pontevedra, Murcia y Melilla habían sido impugnados tras la denuncia de irregularidades en un proceso electoral, que los tribunales obligaron a repetir en esas circunscripciones. El día de la investidura solo estaban sentados en sus escaños 328 diputados. González consiguió ser investido con 9 votos menos de los 176 en los que está fijada la mayoría absoluta con carácter general.
En 1986, también durante una investidura de Felipe González, la mayoría se fijó en 173 escaños. En aquella ocasión, los cinco puestos obtenidos por HB no llegaron a ser cubiertos porque sus candidatos no juraron el acatamiento a la Constitución que se exige como requisito previo a la adquisición de su condición de diputados. González no necesitó aprovecharse de aquella ventaja: en las urnas había obtenido 184 diputados.
Los dos casos registrados en las investiduras de González no coinciden exactamente con el de una suspensión posterior a la toma de posesión, como la que se prevé que podría ordenar el Supremo. Pese a todo, en Ferraz han empezado a echar las cuentas.
Fuentes socialistas señalan que si las cifras dan para investir a Sánchez en primera votación “se acortará el proceso”, pero en la dirección socialista aclaran que “el apoyo de Coalición Canaria es muy complicado” y creen que “no darán los números” para que el candidato salga elegido a la primera.
La suspensión como diputados de los cuatro políticos presos se presenta como una de las posibilidades que baraja el Supremo. Antes de abordar ese debate, el tribunal y el Congreso deben cumplir con varios trámites: la Junta Electoral tendrá que informar formalmente a la sala que preside Manuel Marchena de que Junqueras y los otros tres líderes del procés han obtenido su acta de diputado; el tribunal tendrá que decidir si les permite abandonar la cárcel para tomar posesión de su acta y asistir al pleno de constitución del Parlamento. Según fuentes del Supremo, hay consenso a favor de permitirlo.
Según fuentes jurídicas, solo después de que hayan tomado posesión sería cuando el Supremo daría el paso de suspender en sus funciones parlamentarias a Junqueras, Sánchez, Turull y Rull. Su presencia en la votación de investidura se convertiría en imposible. La suspensión de funciones para los diputados independentistas sería provisional a la espera de sentencia. El Supremo ya acordó medidas similares para los parlamentarios catalanes en prisión el pasado mes de julio y justificó su decisión en “la excepcional amenaza” que suponen los delitos por los que se persigue a los líderes del procés.
La mesa del Congreso será la que tenga que tomar una decisión en caso de que se produzca la suspensión y valorar si adapta las reglas de la investidura, fijando una nueva nota de corte para que Sánchez pueda ser elegido a la primera con solo 174 votos.
Los cuatro líderes independentistas podrían renunciar a su acta en cualquier momento para evitar que ERC y JxC vayan a la investidura mermados en su representación. En ese caso, los siguientes en la lista de ambas formaciones ocuparían sus puestos en el Congreso y Sánchez volvería a necesitar 176 votos para salir elegido a la primera.
En ERC dan por seguro que Oriol Junqueras dejará su escaño para no incurrir en incompatibilidad con su condición de candidato a las elecciones europeas.