El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asumido que Catalunya es un escollo insalvable en su plan para sacar adelante unos presupuestos que ERC y PDeCAT no apoyarán. Ni siquiera está claro que el proyecto de ley vaya a presentarse en el Congreso si la derrota parlamentaria es segura. Es un escenario que maneja el Gobierno, según fuentes consultadas por el diario.es. La que sí está clara es la negativa de Sánchez a convocar elecciones, incluso en el caso de que tenga que gobernar un segundo año con los presupuestos de Mariano Rajoy, con los que fue muy crítico en la oposición y de los que el PSOE votó en contra cuando se tramitaron en la Cámara Baja.
El presidente está determinado a gobernar y a sacar adelante las medidas 'estrella' de su acuerdo presupuestario con Unidos Podemos a través de decretos y a estirar lo máximo posible la legislatura.
Los independentistas han cerrado reiteradamente la puerta a apoyar las cuentas de Sánchez si no había movimientos del Gobierno con los presos. El rechazo se enfatizó tras las calificaciones provisionales de la Abogacía del Estado y la Fiscalía ante el juicio del procés.
Los plazos del procedimiento judicial complican aún más la estrategia del Ejecutivo que sigue instando a ERC y PDeCAT a desligar la negociación presupuestaria de la situación de los políticos encarcelados. “No es nuestro problema”, ha expresado Joan Tardà sobre la posibilidad de que Sánchez renuncie a presentar los presupuestos en el Parlamento: “No vamos a negociar presupuestos si el Gobierno no hace lo que hemos pedido. No lo ha hecho, no estamos en este marco”, ha sentenciado.
Fuentes socialistas dan por hecho que las cuentas no contarán con los apoyos necesarios.
Oficialmente, Sánchez mantiene su “intención” de presentar los presupuestos en diciembre. “¿Se acuerda usted cuando presentó el anterior Gobierno su propuesta de presupuestos este año a la Cámara? –le dijo el presidente a Pablo Casado en la sesión de control [este miércoles]–. El 3 de abril, es decir, tengo todavía cuatro meses, según el cronómetro del Partido Popular, para poder presentar los presupuestos. Pero no se preocupe, antes de final de año este Gobierno cumplirá y trabaja en plazos para presentar a la Cámara los presupuestos que necesita este país”, aseguró ese mismo día Sánchez, que pretendía en un inicio que las cuentas llegaran en noviembre.
Fuentes próximas al presidente ven sensato renunciar a llevarlos al Congreso si el resultado será un revés en la votación. “Este Gobierno va a negociar los presupuestos hasta el final. Esa es la fase en la que esta ahora el Ejecutivo”, señalan fuentes oficiales de Moncloa. La coletilla de que se presentarán en diciembre en el Congreso desaparece en la boca de algunos dirigentes socialistas.
El Gobierno considera que a través de los decretos ley y de determinadas ampliaciones de crédito puede sacar adelante buena parte de su “agenda del cambio”. Por ejemplo, Sánchez está determinado a que el Salario Mínimo Interprofesional aumente a 900 euros a partir del mes de enero a través de un decreto aprobado en el Consejo de Ministras, tal y como pactó en las cuentas con Unidos Podemos.
La posibilidad de renunciar a presentar los presupuestos ha descolocado a los socialistas y también al Ministerio de Hacienda, que hasta ahora han defendido que se presentarán los presupuestos. Aunque el PSOE ya allanó el camino al asegurar que, si se fracasaba ante la imposibilidad de sumar a los independentistas, se gobernaría a través de decretos.
“Estoy trabajando en los presupuestos día y noche. La intención del Gobierno, y lo dijo el presidente en el día de ayer, es llegar a las alianzas que permitan la aprobación del presupuesto y ser capaces de mostrarle a los ciudadanos que hay otro camino posible”, ha dicho todavía este jueves María Jesús Montero en los pasillos del Congreso.
La titular de Hacienda asegura que sigue en conversaciones con los grupos parlamentarios. El PNV enfrió su eventual apoyo después de que Montero dijera que el acuerdo se estaba “cerrando”.
“La realidad es que los dos partidos catalanes que son necesarios para el tema presupuestario han dicho ya que no entra dentro de su estrategia negociarlos. Tampoco vamos a desgastarnos ni el Gobierno ni nosotros en una negociación que parece que tiene pocos visos de salir”, expresó el presidente del PNV, Andoni Ortuzar.
Presión de PP, Ciudadanos y también Podemos
Montero ha restado importancia a esa distancia que marcan los nacionalistas vascos: “Muchas veces cuando se dice 'estoy para cerrar un presupuesto' a las formaciones políticas no les cae bien ese comentario como habéis visto estos días”, ha explicado la ministra, que quiere mantener las “cautelas” para no estropear las conversaciones que ha iniciado con el PNV.
La estrategia del Gobierno pasaba por conseguir el apoyo de los grupos que votaron a favor de la moción de censura para presionar a los independentistas. Sánchez trasladará su Consejo de Ministras a Barcelona el próximo 21 de diciembre y cree que en esa fecha puede mantener un encuentro con Quim Torra. “La intención es agotar la vía de presión hasta el final y, a partir de ahí, se tomará la decisión”, señalan fuentes de Moncloa.
Pero el empuje también lo percibe el Gobierno desde la oposición. El presidente de la Comisión de Presupuestos del Congreso, Francisco de la Torre (Ciudadanos), ha citado a la ministra el próximo 21 de noviembre. La fecha la ha puesto unilateralmente a partir de la decisión unánime de la comisión para que compareciera sobre presupuestos y financiación autonómica. Las comparecencias de los ministros se ponen en agenda de manera conjunta entre el Parlamento y el ministerio. La idea de Hacienda era que la comparecencia se produjera más adelante, cuando la negociación estuviera más avanzada, según las fuentes consultadas.
“La ministra no se ha negado a comparecer. Lo que ha propuesto es que la comparecencia sea más tarde y más cercana a la presentación de Presupuestos para que sea más útil”, señalan fuentes socialistas a eldiario.es.
Elecciones cuando haya bloqueo
“Hay un artículo constitucional, ya van tarde si quieren traer esos presupuestos”, ha expresado el dirigente de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, que ha instado al Ejecutivo a presentar las cuentas y a no retrasarlas “sine die” en base a “oscuros acuerdos” con los independentistas.
El PP también está dispuesto a machacar a Sánchez, que presionó a Rajoy para que se sometiera a una cuestión de confianza si no lograba sacar adelante los presupuestos de este año. Ese es un escollo que algunos miembros del Gobierno y del PSOE reconocen que les puede desgastar.
Unidos Podemos también señala a las urnas en el caso de que Sánchez no logre el apoyo parlamentario necesario para que su acuerdo de presupuestos salga adelante en las Cortes. Pablo Iglesias aseguró que veía las elecciones “más cerca” tras la negativa de ERC y PDeCAT ante la posición de la Abogacía y la Fiscalía.
Pero el Gobierno ya ha dejado claro que si no logra tener unas cuentas propias, a pesar de que Sánchez aseguró que no gobernaría más allá de 2018 con las de Rajoy, sacará adelante sus iniciativas a través de decretos. Los socialistas consideran que en las convalidaciones puntuales de esas propuestas irán saliendo adelante cada jueves en el Congreso y eso permitirá alargar la legislatura. El momento para que Sánchez pulse el botón nuclear de las elecciones será cuando sus aliados parlamentarios dejen de secundar esas votaciones.