Pedro Sánchez ha asegurado que “no habrá problema” a la hora de reajustar el Gobierno de coalición ante la salida de Pablo Iglesias y ha deslizado, por tanto, que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, será su sustituta como vicepresidenta social. “En los próximos días tomaré las decisiones que debo tomar para facilitar el relevo”, ha expresado el presidente, que no ha querido poner una fecha para los cambios en el seno de la coalición, pero ha asegurado que tiene “la mejor de las opiniones” de Díaz, propuesta por el líder de Unidas Podemos para asumir la vicepresidencia segunda que deja al abandonar el Gobierno para concurrir a las elecciones a la Comunidad de Madrid y que Sánchez ha recordado que le corresponde al socio minoritario en virtud del reparto pactado en el acuerdo del bipartito.
Sánchez ha comparecido ante los medios en la localidad de Montauban, donde se ha reunido con el presidente francés, Emmanuel Macron, con motivo de la cumbre bilateral entre ambos países. Es allí donde se ha enterado de la decisión de Pablo Iglesias de abandonar el Gobierno para encabezar la lista de Unidas Podemos en la Comunidad de Madrid. El vicepresidente segundo se la ha comunicado por teléfono apenas unos minutos antes de difundirla públicamente.
“Le he deseado lógicamente suerte, un poquito menos de suerte que al candidato del PSOE, Ángel Gabilondo”, ha ironizado Sánchez, que ha confirmado que la comunicación se ha producido esta misma mañana. “Le he reconocido el aporte que ha hecho durante este año largo al frente de la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030”, ha dicho el presidente, que ha asegurado que está “satisfecho” con el funcionamiento del Gobierno de coalición y que la coordinación con Iglesias ha sido “óptima”, pese a las discrepancias. Además, ha agradecido el trabajo de Iglesias al frente de la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030 “en un contexto muy difícil, por ejemplo, en las residencias de mayores en plena pandemia”.
“En los próximos días tomaré las decisiones que debo tomar para facilitar el relevo”, ha dicho Sánchez sobre los cambios a los que obliga la salida de Iglesias. “Tengo la mejor de las opiniones de la ministra de Trabajo”, se ha limitado a decir en un primer momento sobre la propuesta que le ha hecho el líder de Unidas Podemos para que sea Díaz, a quien quiere también como candidata en un futuro, quien asuma la vicepresidencia segunda y que la actual secretaria de Estado para la Agenda 2030 asuma esa cartera y la de Derechos sociales como ministra.
Preguntado por si aceptará que Díaz sea vicepresidenta segunda por encima de Nadia Calviño, que aglutina bajo sus competencias el conjunto del área económica del Ejecutivo, Sánchez ha vuelto a alabar la figura de la ministra de Trabajo y ha asegurado que cumplirá el acuerdo sellado por PSOE y Unidas Podemos, que establece el equilibrio dentro de la coalición y otorga al socio minoritario la vicepresidencia segunda: “Cuenta Yolanda Díaz con todo mi apoyo, es una ministra que hace un trabajo un extraordinario y soy una persona que cumple con los acuerdos del Gobierno de coalición”.
“Hay una vicepresidencia segunda que representa Unidas Podemos en el Gobierno. En eso no va a haber ningún tipo de problema, ni de malentendido. Habrá continuidad, como no puede ser de otra forma”, ha zanjado el presidente.
Sánchez no ha querido profundizar mucho en el pacto alcanzado entre PSOE y Ciudadanos para impulsar sendas mociones de censura en Murcia para desbancar al PP y que han conllevado una maniobra de los de Pablo Casado para que tres tránsfugas del partido de Inés Arrimadas se opongan a esa iniciativa después de haberla firmado. El presidente no ha respondido a la pregunta de si hace autocrítica sobre la operación o si teme que Arrimadas vuelva alejarse del Gobierno tras haber apoyado importantes medidas como los estados de alarma.
“En el PP hay una suerte de mezcla entre cambio y continuidad. La continuidad es en las malas artes, la forma de utilización de la corrupción, transfuguismo para intentar sostener gobiernos que claramente han perdido la mayoría parlamentaria con los que fueron investidos y, además, de esa continuidad en las malas practicas, hay una suerte de cambio también, de un giro claro a la ultraderecha al romper cualquier tipo de entendimiento con partidos que se pueden ubicar en el centro derecha de este sistema político”, se ha limitado a decir.