La dirección del PSOE cierra la puerta a que las conversaciones entre Miquel Iceta y Xavier Domènech que propuso Pablo Iglesias puedan alcanzar un entendimiento que abra la puerta a la celebración de un referéndum en Cataluña en algún momento. Podemos confía en que los líderes del PSC y En Comú puedan encontrar una solución que satisfaga a las dos formaciones ante una hipotética investidura. Sin embargo, los socialistas son escépticos: tanto Ferraz como las federaciones más críticas recuerdan que la “línea roja” para las negociaciones es precisamente el referéndum y aseguran que ningún pacto pasará por abrir la puerta a su posible convocatoria.
El PSC mantiene un posicionamiento más abierto que su partido hermano respecto a la consulta. A pesar de que desde hace un par de años no la defiende, el primer secretario de los socialistas catalanes sí abre la puerta a que pudiera celebrarse, aunque bajo unas premisas muy concretas: la vía por la que apuesta Iceta es la reforma constitucional hacia un modelo federal -la misma que el PSOE-, pero reconoce que si Cataluña votara mayoritariamente en contra se podría estudiar una “ley de claridad” como la que Canadá aprobó por Quebec para marcar las pautas para un referéndum.
Sin embargo, tanto el PSOE como el PSC aseguran que ese no será el planteamiento que defenderá Iceta ante Domènech. “No va a plantear en ninguna reunión algo distinto a lo que plantea Pedro Sánchez”, afirman fuentes oficiales, que recuerdan que Iceta no es quien negocia por mucho que mantenga encuentros con Domènech -el próximo probablemente se produzca la semana que viene-. El PSC también descarta que la negociación pueda incluir cualquier cuestión relativa al referéndum, ni siquiera que pueda defender el posicionamiento de Iceta (plantear una consulta legal si la reforma constitucional se rechaza en Cataluña).
“Ahora es el momento del acuerdo y de la reforma federal de la Constitución. Ese punto es compartido y aborda el problema de manera seria y profunda”, expresan desde el equipo negociador del PSOE. Fuentes socialistas sostienen que Podemos debería sumarse a es posicionamiento: “Figura en los programas electorales de los tres partidos”, explican en referencia a PSOE, Podemos y Ciudadanos. Sin embargo, los de Pablo Iglesias sostienen que no es una solución suficiente y sus socios catalanes hicieron bandera electoral de la defensa del referéndum.
Podemos confía en poder llegar a un entendimiento con los socialistas catalanes. Consideran que tendrán que admitir en algún momento la celebración del referéndum y que la actual situación del partido -relegados a la tercera posición por detrás de En Comú y ERC en las generales- les debe forzar a un cambio de posiciones. También creen que la alianza con Ciudadanos solo perjudica a los socialistas catalanes. Así lo reconoció Iceta ante el Comité Federal del PSOE al hablar de de los de Albert Rivera como una “fuerza política basada en un anticatalanismo y antinacionalismo casi primario”. En Ferraz reconocen que Iceta muestra un mayor aperturismo para un referéndum si fracasa la reforma constitucional porque tiene que mirar por su electorado.
Los socialistas consideran que no debería condicionar la investidura a la posible solución del conflicto catalán. “No uniría la suerte del problema catalán a una investidura”, expresan fuentes del PSC. “Es la línea roja”, insisten desde Ferraz. La misma advertencia llega desde el PSOE-A, la federación más crítica con Sánchez y a la que preocupó que pudiera acercarse a los independentistas para llegar a la Moncloa: “No pasa por nuestra cabeza que pueda haber un referéndum”, expresan desde la organización que dirige Susana Díaz.
Además, los socialistas piensan que Iglesias ha realizado una suerte de regalo envenenado a Xavi Domènech al plantear que pilote las conversaciones con Iceta. Sobre la posibilidad de que la mayor disposición del PSC a que se celebre un referéndum en caso de fracaso de la apuesta federal en Cataluña convenza a Iglesias, los socialistas catalanes lo ven posible pero no así en el caso de En Comú: “Es donde menos margen tienen. No pueden salir diciendo que no quieren el referéndum o que lo aplazan hasta no se sabe muy bien cuándo”. Además, sostienen que ese planteamiento, aunque sea una de las hipótesis por las que apuestan, no figuraría por escrito en ningún pacto.
El retraso del Congreso
Fuera de los debates sobre la investidura, el PSOE se sumirá este sábado en la discusión orgánica sobre el aplazamiento del 39º Congreso en el que se decidirá el liderazgo. La apuesta de Sánchez es que no se fije una fecha para el cónclave hasta que no haya Gobierno. Aunque en algunos sectores son partidarios de fijar una fecha para evitar una situación contraria a los estatutos, ya que han pasado los cuatro años que fijan las normas internas para la celebración de los congresos ordinario, Ferraz da por hecho que nadie lo planteará.
El PSOE-A ha mantenido ocultas sus cartas aduciendo que es en la reunión y tras escuchar las explicaciones del secretario general donde se debe fijar las posiciones. No obstante, en el entorno de Susana Díaz aseguran que va a ser un Comité Federal “tranquilo”. En otras federaciones, también críticas con Sánchez, consideran que no tiene sentido dar la batalla en esta ocasión por establecer una fecha concreta al cónclave.