Pedro Sánchez entra en campaña
La vista de Ferraz está puesta dentro y fuera del partido.
La dirección del PSOE no pierde la esperanza de que Pedro Sánchez acabe en La Moncloa si Pablo Iglesias “recapacita” y lo permite, pero tampoco lo da por hecho. Los partidos tienen la vista puesta en la mesa de negociación y en el 26 de junio, fecha en la que se celebrarían de nuevo las elecciones si antes del 3 de mayo no hay un presidente.
El PSOE, además, tiene convocada la cita interna en la que se dirimirá el liderazgo, aunque en las filas socialistas hay incertidumbre sobre la posibilidad de que el Congreso se retrase por caer en pleno proceso para sacar adelante la investidura. Con ese panorama, Sánchez ha entrado en campaña con una “agenda territorial” en la que realizará diversas actividades, como encuentros con colectivos y militantes.
El candidato socialista confía en que Podemos cambie de opinión en los próximos días y permita su llegada a Moncloa, a pesar de que la última semana ha sido poco fructífera para las negociaciones. Los de Iglesias cancelaron la mesa a cuatro que habían convocado ante la negativa del PSOE a hablar sin que Ciudadanos esté presente. IU-Unidad Popular tampoco fue. El PSOE no ha conseguido, a día de hoy, avanzar en las conversaciones con ninguna formación del hemiciclo.
Pero en medio del impasse, Sánchez ha decidido no quedarse quieto y Ferraz ha preparado una gira del secretario general por distintas comunidades que arrancó el jueves en Galicia.
Además de presionar a Podemos y las confluencias para que le apoyen -con una reunión con el alcalde de A Coruña incluida-, el líder del PSOE paseó por la ciudad junto a José Ramón Gómez Besteiro -de quien hizo una cerrada defensa pese a su imputación por delitos vinculadas a su pasado como concejal- y un encuentro con militantes. Aunque en el partido dan pocos detalles del tour del secretario general, pretenden que viaje a Valencia en las Fallas, que asista a Bruselas coincidiendo con el Consejo Europeo en el que se aprobará la decisión de la UE sobre los refugiados y visite distintos territorios, entre ellos Castilla y León, según han informado fuentes socialistas.
Ferraz desvincula esta agenda de la celebración del 39º Congreso del PSOE en el que se decidirá si Sánchez sigue al frente del partido: “Es normal mantener encuentros con los militantes si vas a un territorio. Se hace siempre, tienes que tocar a tus bases”, dicen fuentes oficiales del partido.
Sin embargo, la celebración de ese cónclave interno está muy presente en las filas del PSOE porque está convocado para el próximo mes de mayo. Según el calendario aprobado, el proceso arranca a partir del 11 de abril con la apertura de presentación de las candidaturas. Los aspirantes a la Secretaría General tendrán que decidirlo como muy tarde el 14 de abril. Esa fecha cae en medio del plazo marcado para que algún candidato logre sacar adelante la investidura, que acaba el dos de mayo.
Pendientes de la decisión de Susana Díaz
La dirección de Sánchez insistió antes de convocar el Congreso en que el calendario no debería solaparse con los plazos institucionales para formar Gobierno. La idea defendida por Ferraz es que el mensaje que se lanza a los ciudadanos es negativo: meterse en una batalla interna mientras no se ha dirimido la gobernabilidad del país. Sin embargo, aunque ahora admiten que están estudiando retrasarlo, la respuesta oficial es que “el Congreso está convocado”. “A lo mejor Pedro es presidente dentro de dos semanas y no hay problema con el calendario interno”, expresa un barón afín al secretario general, que reconoce, no obstante, que no fue de “sentido común” poner la fecha en mayo: “Esto se veía venir. Ahora estamos en pleno proceso de negociación”.
Fueron las federaciones más críticas con Sánchez –encabezadas por Andalucía, Comunidad Valenciana y Aragón– las que forzaron a finales de enero que el Congreso se adelantara respecto a la fecha que planteó la dirección (mediados de junio). Ferraz perdió el pulso y cedió adelantando ese cónclave al mes de mayo. Lo que querían los dirigentes alejados de Sánchez era tener margen para presentar un “proyecto renovado” a la repetición electoral que daban por hecho, es decir, que la candidatura la encabezara Susana Díaz.
La presidenta andaluza ha mostrado públicamente su respaldo al candidato socialista durante la investidura, pero en privado ha manifestado a otros dirigentes su disposición a presentarse a la Secretaría General, según han informado fuentes socialistas a eldiario.es. No obstante, entre los dirigentes que la apoyan hay dudas sobre cuándo debe coger el AVE hacia Madrid. “Si quiere ser candidata, el Congreso tendrá que ser cuando está convocado, pero no puedes ponerte a recoger avales en medio del proceso de investidura”, reconoce un dirigente cercano a Díaz.
No obstante, en el sector más alineado con la dirigente andaluza se mueven con prudencia conscientes de que “todo puede cambiar en estas seis semanas” y se mantienen a la espera de que sea Ferraz quien mueva ficha: “Por ahora el Congreso está convocado por el Comité Federal. En el supuesto de cambio de fecha debe ser la Ejecutiva quien debe convocar un Comité Federal para establecer un nuevo calendario. Allí nos pronunciaremos”, dicen desde las federaciones más críticas en las que son conscientes de que tienen complicado ahora pedir que se retrase la fecha del cónclave tras haber forzado que se adelantara. Otra razón para ese silencio es que aún no se sabe qué decisión tomará Díaz, según las fuentes consultadas: “Nadie dice nada porque están pendientes de lo que haga Susana”.
