Pedro Sánchez se reunirá con Urkullu el 25 de junio y con Quim Torra, el 9 de julio

Pedro Sánchez ya tiene fecha para las primeras reuniones con presidentes autonómicos: el 25 de junio recibirá en Moncloa a Iñigo Urkullu y el 9 de julio, a Quim Torra. El Gobierno decidió llevar a cabo las reuniones por estricto orden de aprobación de los estatutos autonómicos para evitar problemas.

El presidente recibirá al lehendakari el lunes a las 11:30 horas, en medio de la gira internacional que ha comenzado con el objetivo de abordar, fundamentalmente temas de migraciones así como en su intento por dar a España un perfil relevante en la UE. El gobierno vasco ya ha remitido al Ejecutivo sus reivindicaciones.

La reunión más esperada es la de Sánchez con el presidente catalán, Quim Torra, tras casi dos años de incomunicación entre ambas administraciones. Ambos mandatarios se reunirán el 9 de julio a mediodía. La última vez que un jefe de la Generalitat fue recibido en Moncloa fue Carles Puigdemont en 2016.

El Ministerio de Aministraciones Territoriales y Función Pública que dirige Meritxell Batet ha mantenido ya contactos con el gobierno de Quim Torra para preparar la reunión. En Moncloa esperan recibir una lista de prioridades de la administración catalana.

Para el Gobierno de Sánchez “normalizar” la relación de Catalunya con el resto de España es su prioridad. En Moncloa están dispuestos a estudiar algunas vías de distensión como la recuperación de la parte del Estatut que fue anulada. Además, esperan que el acercamiento de los presos independentistas a cárceles de Catalunya cuando acabe la instrucción también se perciba como un gesto en esa dirección.

Susana Díaz, tras el 'no' a la financiación autonómica

Moncloa también ha cerrado las agendas con el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo para el 17 de julio a mediodía y con Susana Díaz para el 23 de julio. La reunión con la presidenta andaluza se producirá después de que Sánchez admitiera que no habrá un nuevo sistema de financiación autonómica esta legislatura, que era una de las principales exigencias de Díaz a Mariano Rajoy.

Tras el reconocimiento de Sánchez, el Gobierno andaluz y otros presidentes socialistas se han removido porque la situación les complica el discurso a apenas un año de las elecciones (menos en el caso de Díaz que como tarde las celebraría en marzo, pero en las filas socialistas creen que las adelantará a noviembre).

Díaz defiende que la mejor fórmula para solucionar la infrafinanciación de Andalucía es la revisión del sistema, pero aseguró que confía en la “sensibilidad” de un “gobierno socialista” para los intereses de Andalucía.

Gira europea

Sánchez anunció que iniciaría una ronda con los presidentes autonómicos nada más formar gobierno y que lo haría tras recibir a los agentes sociales. A la par pretendía mantener contactos con los líderes parlamentarios. El primero fue con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, el pasado miércoles en Moncloa. Los nacionalistas vascos fueron clave en la moción de censura contra Rajoy y han garantizado a Sánchez un compromiso de estabilidad para la legislatura. Un día después recibió a Pablo Iglesias, con quien el presidente exploró posibles acuerdos en el Congreso.

Además, uno de los objetivos de Sánchez es situar a España en un puesto relevante en la política europea. Aunque la primera solicitud oficial para un viaje al extranjero fue a Marruecos, la imposibilidad de cuadrar la agenda con el rey Mohamed VI ha llevado al Gobierno a seguir con su camino diplomático y que la primera salida de Sánchez sea este sábado a Francia, donde se reunirá con Emmanuel Macron en El Eliseo y mantendrán un almuerzo.

El domingo viajará a Bruselas para participar en una cumbre de trabajo informal sobre asuntos de migración y asilo. El lunes, tras recibir a Urkullu, Sánchez viajará a Lisboa para reunirse con Antonio Costa. El gobierno de izquierdas luso era un ejemplo para Sánchez antes de llegar a Moncloa. De hecho, tenía previsto un viaje que tuvo que anular por la precipitación de la moción de censura. El Gobierno también trabaja en una reunión del presidente con Angela Merkel.