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Pedro Sánchez anuncia una Comisión de la Verdad y un Museo de la Memoria fuera del Valle de los Caídos

Pedro Sánchez en su reunión con Isabel Allende en Chile.

Irene Castro

Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) —

La visita de Pedro Sánchez a Chile le ha dejado una impronta especial por su encuentro con Isabel Allende, la hija del presidente Salvador Allende, contra quien Augusto Pinochet dio un golpe de Estado, y su visita al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. “Ha sido emocionante”, ha reconocido el presidente del Gobierno que tiene en mente la opción de crear un centro de características similares en España.

Chile avanzó mucho más rápido que España en el intento de restauración tras la dictadura de Pinochet. La Comisión de la Verdad que se puso en marcha en el primer año de democracia instó a la creación de ese museo que pretende conmemorar a las víctimas de Pinochet así como reflejar la violación de derechos humanos en el país latinoamericano. Sánchez, partidario de constituir una Comisión de la Verdad en España, se ha declarado impactado por el museo, con fotografías de desaparecidos e información del horror de la dictadura chilena que le han explicado el director del centro y la ministra de Cultura.

En España no se ha llevado a cabo un trabajo similar por parte de los poderes públicos, pero Sánchez cree que debería ponerse en marcha. En su visita en Santiago de Chile ha tomado nota.

“La opinión del Gobierno es que el Valle no puede ser un lugar que se deba resignificar, no puede ser un lugar de reconciliación. Tiene que ser un lugar de reposo, un cementerio civil para las víctimas de la contienda y el franquismo. Esa es la propuesta y la opinión del Gobierno”, ha señalado en rueda de prensa conjunta con el presidente de Bolivia, Evo Morales.

Sánchez sí mantiene la voluntad de establecer una Comisión de la Verdad que acuerde una versión de país de lo que ocurrió en la Guerra Civil y la dictadura, como ya adelantó la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en el Congreso.

Un cementerio civil

El presidente del Gobierno descarta que se pueda situar en el Valle de los Caídos, tal y como proponía el PSOE: “Veo muy difícil que sea otra cosa que un cementerio civil”, ha expresado Sánchez en una conversación informal con los periodistas que están cubriendo su gira por Latinoamérica. El mandatario socialista dejaría, eso sí, la basílica. La idea es que el el lugar albergue víctimas de ambos bandos de la guerra civil y, por tanto, llevar el cadáver de José Antonio Primo de Rivera a un lugar no preeminente del enclave. Eso fue lo que planteó la comisión de expertos que llevó a cabo una propuesta de implementación de la memoria histórica.

“No puede ser un lugar de reconciliación –ha dicho Sánchez en una rueda de prensa en Bolivia junto a Evo Morales–. Tiene que ser un lugar de reposo y, en consecuencia, un cementerio civil para las víctimas de la contienda que están allí enterradas”.

Rectifica la posición del PSOE

Sánchez ya anticipó en una entrevista en eldiario.es en julio su renuncia a convertir el Valle de los Caídos en un lugar de “reencuentro y concordia” como inicialmente pretendía el PSOE. Los socialistas presentaron en una propuesta de reforma de la ley de memoria histórica en la que apostaban por que el lugar se convirtiera en “un centro nacional de memoria, impulsor de la cultura de la reconciliación, la memoria colectiva democrática y la dignificación y reconocimiento de las victimas de la guerra civil y la dictadura”.

Sánchez ve ahora inviable esa propuesta. No obstante, el presidente enmarca en la labor parlamentaria la forma que finalmente adquiera el Valle de los Caídos en el proceso de aprobación del decreto ley con el que se aprobará el procedimiento para exhumar a Franco.

En ese mismo debate el presidente pretende que los grupos parlamentarios aborden la creación de una Comisión de la Verdad para que “de una vez por todas se cierren las heridas” del franquismo. La voluntad del Gobierno es constituirla, como expresó la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en el Congreso. Sánchez aspira a que sea “lo más plural posible, que estén incorporadas todas las perspectivas históricas sobre la guerra y la dictadura”.

Contra PP y Ciudadanos por su posición ante la exhumación

En su conversación con los medios, Sánchez ha achacado a su “falta de experiencia” de gobierno que la puesta en marcha del proceso para sacar los restos del dictador se dilatara más de lo que inicialmente predijo. En Moncloa pensaron inicialmente que la exhumación podría llevarse a cabo en verano –julio fue la primera fecha que estableció el Ejecutivo–, pero no se producirá al menos hasta finales de año, según reconoció la vicepresidenta, Carmen Calvo, en la rueda de prensa en la que explicó el procedimiento aprobado en el Consejo de Ministras. El presidente ha reconocido que el camino no ha estado tan “expedito” como pensaba porque no previó las dificultades y lo ha atribuido fundamentalmente a las reticencias de la familia del dictador, que está dispuesta a dar la batalla.

Además, Sánchez ha asegurado que la vía del decreto ley que tendrá que votarse en el Congreso no buscaba tanto un blindaje como dar una mayor “legitimidad” a la decisión, aunque el Parlamento ya había instado al Gobierno a sacar a Franco del Valle de los Caídos en 2017 a través de una proposición no de ley.

Sobre la negativa del PP y Ciudadanos a apoyar la exhumación del dictador, Sánchez lamenta que el Pablo Casado “pierda la oportunidad de desembarazarse” del pasado del partido conservador y considera se “aleja de la derecha europea” porque “no se ve como un partido de Gobierno. En el caso de Albert Rivera, el presidente ve ”inexplicable“ su posición. Sánchez la atribuye, no obstante, a la ”competición en la derecha“ y admite que, en este marco, ”va a ser difícil“ llegar a entendimientos que incluyan a esos dos partidos.

Sánchez ha llegado este martes a Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), donde se ha reunido con el presidente, Evo Morales, en el marco de la gira latinoamericana que ha emprendido y ha firmado varios acuerdos entre los dos países, entre ellos unos para facilitar a las empresas españolas su involucración en el megaproyecto multimillonario del tren bioceánico y un plan de cooperación.

Es la primera visita de un presidente español al país latinoamericano en veinte años. Morales ha agradecido la cooperación de España en Bolivia y ha recordado la ayuda del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero para ambulancias en el país durante su mandato.

Ahora también ha dado la bienvenida a empresas españolas. “Cualquier inversión española aquí está garantizada”, ha señalado Morales, que ha destacado “la experiencia” de las compañías españolas.

Sánchez ha sido recibido con honores en el aeropuerto y también en el encuentro con Morales, cuyo Gobierno le ha condecorado con el gran collar del Cóndor de los Andes, que Sánchez ha recibido con “profunda emoción”.

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