Sánchez dice que “no dormiría” como presidente del Gobierno si hubiera cedido Hacienda o Energía a Iglesias
Pedro Sánchez ha asegurado que podría ser presidente del Gobierno si hubiera aceptado las “imposiciones” de Pablo Iglesias, pero que “no dormiría por la noche” al tener al frente de ministerios como el de Hacienda o Transición Ecológica a personas del núcleo duro de Podemos, pero sin experiencia, según ha dicho. El líder socialista descarta una coalición tras el 10N, aunque sostiene que Unidas Podemos sigue siendo su “socio preferente”. No obstante, ha deslizado que el entendimiento con Iñigo Errejón sería más sencillo. Ante la cita con las urnas, reclama un voto masivo para el PSOE como “una oportunidad para cerrar una etapa de inestabilidad”.
“Podría ser presidente con plenas competencias, pero ese Gobierno sería un Gobierno de coalición donde el problema sería que tendría que haber aceptado, por ejemplo, que el ministro de Hacienda o el ministro de la política energética o el ministro que se encarga de las pensiones en nuestro país, de la Seguridad Social, fuera una persona del círculo cercano y de confianza del señor Iglesias con poca experiencia política o de gestión pública -ha dicho sobre las que, según él, eran las condiciones de Iglesias-. Yo sería presidente del Gobierno, pero sería un presidente del Gobierno que no dormiría por la noche, como el 95% ciudadanos de este país, que tampoco se sentirían tranquilos, incluidos votantes de Unidas Podemos”.
Así de rotundo se ha pronunciado Sánchez en una entrevista en Al Rojo Vivo (La Sexta) este jueves en la que ha dejado claro que no pretende negociar una coalición con Unidas Podemos: “Si se ha demostrado algo es que es inviable”. El líder del PSOE asegura que podrán entenderse con otras fórmulas, como defendió tras la investidura fallida de julio. “¿Eso significa que no nos podamos poner de acuerdo para poder poner en marcha políticas concretas?”, se ha preguntado tras cerrar la puerta a tener ministros propuestos por Iglesias.
Sánchez traslada toda la responsabilidad de las negociaciones fallidas a Unidas Podemos: “Hay también una propuesta que subyacía en el Gobierno de coalición, que era tener dos gobiernos en uno; uno del PSOE y otro de Unidas Podemos”. “Sería presidente del Gobierno, de un Gobierno de coalición que esta noche tendría una crisis de gobierno porque hemos escuchado a los comunes, a Ada Colau, decir que si la sentencia del procés es condenatoria hay que manifestarse en favor de esos supuestos presos políticos”, ha puesto a modo de ejemplo. Además, ha justificado su 'veto' a Iglesias en que supondría una “situación inédita de un Gobierno bicéfalo”.
“La solución más cómoda, la más fácil, no tiene por qué ser la mejor”, ha afirmado Sánchez, que ha explicado que ha antepuesto al interés partidista que “haya un gobierno que funcione”: “Y eso es lo que se estaba poniendo en cuestión”. “Yo hoy podría ser presidente del Gobierno si hubiera tomado el camino fácil, el camino sencillo. Pero pregunto a la ciudadanía: ¿Merece la pena ser presidente, tener un Gobierno condenado a fracasar y vernos abocados a unas elecciones dentro de cinco o seis meses?”, se ha preguntado.
El secretario general del PSOE ha asegurado que “es evidente” que si tiene “un socio preferente en muchas políticas es Unidas Podemos” al tiempo que ha reconocido que “en cuestiones de Estado”, como Catalunya, tiene “serias discrepancias”. “También las tengo con Ciudadanos, que está pidiendo la suspensión sine die de una autonomía saltándose la doctrina del Tribunal Constitucional”. “Es un partido que está pactando con la ultraderecha”, ha insistido. Sobre la acusación de Iglesias de que la pretensión de Sánchez tras las generales es llegar a un entendimiento con Ciudadanos, ha respondido: “Me llama mucho la atención de Unidas Podemos diga que yo quiero pactar con la derecha, con Albert Rivera, cuando solo hace falta escuchar al señor Rivera para ser bastante conscientes de que hay muy pocas posibilidades de entendernos”.
Sánchez, que aspira a hacerse con parte del electorado de Ciudadanos, ha reprochado que Rivera realizó un “ejercicio funambulista” el pasado lunes al plantear la abstención si el PSOE se comprometía a una serie de condiciones -sobre Catalunya, Navarra y medidas económicas- que los socialistas consideran que ya cumplen. “Yo creo que estaba mirando a muchos de sus votantes que tiene ahora bastante desencantados y bastante desconcertados”, ha dicho sobre la oferta in extremis que acabó fracasando. El candidato socialista ha recordado que Ciudadanos “expulsó” a los dirigentes que mostraron discrepancias con la estrategia de impedirle gobernar.
“Hay diferencias notables entre Errejón e Iglesias”
Lo que ha deslizado el presidente en funciones es que sería más sencillo el entendimiento con Iñigo Errejón en un momento en el que se plantea dar el salto a las generales. “He visto cosas que ha dicho y ha hecho que me parecen positivas, esperanzadoras”, ha asegurado: “Hay diferencias muy notables entre la estrategia y cómo entiende la política Iñigo Errejón y el señor Iglesias”.
“Errejón, por ejemplo, ha dicho que hubiera aceptado la propuesta que le hice a Iglesias, que hubiera facilitado la formación de un Gobierno progresista”, ha señalado Sánchez, que también ha recordado que el líder de Más Madrid ofreció sus “votos gratis” para que Ángel Gabilondo presidiera la Comunidad de Madrid, pese a que contara con el apoyo de Ciudadanos, para cortar el paso a la “ultraderecha” de Vox. Sánchez ha considerado que esa posición sería “ciencia ficción” en la política nacional si se pone en “boca del señor Iglesias”. La dirección del PSOE asegura que su irrupción perjudicaría a Unidas Podemos, pero en las filas socialistas temen que les 'robe' votos.
En la campaña, Sánchez acusará constantemente a PP, Ciudadanos y Unidas Podemos de haber bloqueado la investidura abocando a la repetición electoral y se situará como la “opción socialdemócrata, la izquierda moderada, posibilista y pragmática”: “Lo importante es que tenemos que volver a votar el próximo 10 de noviembre, pero hagámoslo con contundencia, con participación, para, primero, legitimar el resultado electoral y, en segundo lugar, abrir un horizonte de estabilidad.”. “Lo importante es que se forme un buen gobierno, un Gobierno que funcione y esto es lo que se ha puesto en cuestión este tiempo”, ha zanjado.
Además, Sánchez ha lanzado un nuevo argumento de campaña ante la situación económica. “Tenemos que dar una respuesta progresista a esa desaceleración económica. No puede volver la derecha a gestionar una situación económica tan compleja como la que tenemos. Hemos visto recortes, precariedad una reforma laboral que ha devaluado los salarios. No quiero eso para mi país”, que promete una “respuesta progresista” que se combine con la “ortodoxia”.
En materia económica, Sánchez se ha comprometido a subir el Salario Mínimo Interprofesional al 60% del salario mínimo en 2020 así como a que las pensiones se actualicen conforme al IPC y a la subida prometida del sueldo de los funcionarios. Además, el líder del PSOE ha asegurado que incorporará las 370 medidas que ofreció como pacto programático a Unidas Podemos en septiembre -y que era una compilación de medidas socialistas y del grupo confederal- a su programa electoral.