Un astronauta, un presentador televisivo y escritor, un juez estrella, un filósofo y ahora un exseleccionador de baloncesto. El listado de fichajes de Pedro Sánchez sigue engordando con la elección de Pepu Hernández para una plaza clave que se le resiste al PSOE desde 1991: el Ayuntamiento de la capital. El discurso de potenciar a las bases que le devolvió la secretaría general lo compagina el secretario general con el fichaje de independientes de renombre que han llegado incluso a puestos claves de su gobierno.
Sin haber tenido posibilidad de hacer la mudanza a Moncloa tras ganar la moción de censura, el recién investido presidente formó un gabiente en tiempo récord y con algunos nombres que sorprendieron dentro y fuera del PSOE. De los 17 miembros de su gabinete, seis fueron personas sin carné.
Sánchez había pensado su Gobierno durante meses, aunque las llamadas para las incorporaciones finales las hizo en unas horas del fin de semana en el que prometió su cargo. Se rodeó de su hombre fuerte en el PSOE, José Luis Ábalos, y le dio la vicepresidencia a Carmen Calvo mientras que dejó a su número dos en el partido, Adriana Lastra, al frente del grupo parlamentario.
Además de Josep Borrell y Magdalena Valerio, que estaban a su lado en la batalla de las primarias, recuperó a Meritxell Batet y Carmen Montón para su Consejo de Ministros, en el que también sumó a socialistas de su confianza, como Teresa Ribera, Isabel Celaá y Reyes Maroto. Además, dio un golpe a Susana Díaz 'robándole' a María Jesús Montero, un valor al alza en el PSOE, y a Luis Planas, que se había enfrentado a la hoy expresidenta andaluza.
Pero más allá de esos nombres del partido, que a diferencia de en otras ocasiones no pasaban por las cuotas territoriales, Sánchez sorprendió con un goteo de personas independientes que se sumaban a su proyecto. El más extravagante fue el nombramiento de Pedro Duque. El astronauta, que fue el primer ciudadano español en ir al espacio, fue el primero de su profesión en formar parte de un Gobierno.
La incorporación que menos convenció en las filas socialistas fue la de Màxim Huerta. El presentador de televisión y escritor fue el ministro más breve de la historia. Duró al frente del Ministerio de Cultura solo siete días ya que se vio forzado a dimitir tras publicarse que había cometido un fraude a Hacienda en el pasado. En apenas unas horas, Sánchez ya tenía sustituto: José Guirado, que era presidente del patronato del Museo del Prado. (En el caso de Montón, Sánchez optó por alguien de la casa, Luisa Carcedo, para sucederla tras encadenar la segunda dimisión en menos de 100 días).
Sánchez miró a Bruselas para atraer a Nadia Calviño, la ministra de Economía. La hasta entonces Directora General de la Comisión de Presupuestos de la Comisión Europea no tiene carné del PSOE, aunque era próxima a los socialistas. Su padre fue presidente de RTVE en tiempos de Felipe González y también estuvo en Economía con Pedro Solbes, uno de los mentores de Calviño.
Fernando Grande-Marlaska y Dolores Delgado fueron los nombramientos procedentes del mundo judicial para los ministerios de Interior y Justicia, respectivamente. Al primero, Sánchez le tanteó previamente para a candidatura al Ayuntamiento de Madrid, pero lo rechazó. La titular de Justicia estuvo en la cabeza de José Manuel Franco para enfrentarse a Manuela Carmena, pero las informaciones sobre su almuerzo con el excomisario José Villarejo frustraron esa idea.
La última independiente del Ejecutivo es Margarita Robles, aunque su fichaje se produjo como número dos de Sánchez en las generales de 2016. Tras las primarias en las que recuperó la Secretaría General del PSOE, Sánchez optó por la jueza como portavoz parlamentaria hasta que se la llevó al Ministerio de Defensa.
En el ámbito militar Sánchez ya había puesto sus ojos en Irene Lozano y Zaida Cantera en 2015. La incorporación de la entonces diputada de UPyD como número cuatro de la lista por Madrid generó malestar en el PSOE y, especialmente en la federación madrileña, que siempre se queja de las intromisiones de Ferraz en sus procesos internos.
Sánchez se implica en la campaña
Tras la sorpresa en la composición del Consejo de Ministros, el ánimo de los socialistas ante la capacidad de Sánchez para nombrar un candidato frente a Carmena mejoró, aunque el retraso en la designación hizo cundir el pánico. Sánchez ha señalado ahora a Pepu Hernández como aspirante a la alcaldía de Madrid y el Gobierno se ha volcado con su decisión. En el gabinete del presidente destacan que un independiente se haya querido sumar a sus filas en un momento en el que las encuestas no son nada alentadoras para el PSOE e incluso hay dirigentes que temen que quede relegado a la quinta posición, por detrás de Vox, como pronosticaba una encuesta de Telemadrid este lunes.
Aunque en Ferraz y en Moncloa no le han dado validez porque aún no se conocía el nombre del candidato socialista, el aparato se ha puesto en funcionamiento y Sánchez se esforzará personalmente por que Pepu Hernández se imponga en las primarias del PSOE de Madrid, en las que por ahora hay otro candidato: el veterano dirigente de Izquierda Socialista Manuel de la Rocha, que fue alcalde de Fuenlabrada, consejero de Educación y diputado en el Congreso.
El presidente participará –si no hay cambios de agenda de última hora– en un acto de presentación de Hernández este domingo en el Teatro de la Latina. En las filas socialistas no ha entusiasmado la decisión del presidente e incluso existe enfado por el “dedazo” de Sánchez. “Es una humillación”, “es delirante”, “es una frivolidad y una falta de respeto”, señalan algunos de los cuadros socialistas consultados por eldiario.es. Aún así, en el PSOE creen que Hernández ganará las primarias porque los 'aparatos' locales se pondrán las pilas. Dirigentes del PSOE ya se han puesto en marcha en la campaña para presionar en favor del apoyo al exseleccionador.
Zapatero, el experto en fichajes
No es la primera vez que el PSOE se fija en el exseleccionador de baloncesto para sumarlo a sus filas. En los tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero también le tantearon, pero fuentes socialistas apuntan que la intención era que se hiciera cargo de la concejalía de Deportes. Fue una etapa en la que Ferraz quiso sumar a la candidatura de Trinidad Jiménez a personalidades sociales, como Pedro Zerolo. También para el Gobierno buscó perfiles autónomos, como María Teresa Fernández de la Vega, Ángeles González Sinde, Mariano Fernández Bermejo, Cristina Garmendia, entre otros.
De hecho, uno de esos fichajes, Ángel Gabilondo se ha convertido el independiente por excelencia del PSOE . El aspirante a la Comunidad de Madrid fue la apuesta de Sánchez en las elecciones autonómicas de hace cuatro años. La maniobra de defenestración de Tomás Gómez generó provocó un terremoto en la federación madrileña, aunque el PSOE celebró la apuesta.
“Que los dos candidatos, al Ayuntamiento y a la Comunidad fueran independientes es como no entender el papel de los partidos. No comparto esa idea que significa marginar a los políticos, a quienes militan, decir que no tienen nivel. Somos buenos candidatos y tenemos el nivel”, expresa Manolo de la Rocha.
“Todo lo que suene a ganador, sociedad y esperanza, en un sector minoritario del PSOE de Madrid sienta mal”, lamenta un exdirigente próximo al presidente en referencia al desconcierto que ha generado en las filas socialistas el fichaje de Pepu Hernández. Por el momento, los socialistas madrileños están llamados a las urnas para decidir el próximo 9 de marzo. “Muy importante que haya primarias. Eso es lo que hay que defender, voto secreto y libre. Democracia y respeto”, afirma una destacada dirigente del PSOE.