“La situación es muy caótica. Como partido, esto es un fracaso político”
José Antonio Pérez Tapias, miembro del Comité Federal, decidió abandonar la reunión en Ferraz antes de que terminara. Pérez Tapias describe en esta entrevista con eldiario.es, realizada antes de la dimisión de Pedro Sánchez, una situación de auténtico caos dentro del Comité, donde no es posible ni siquiera acordar los procedimientos para votar por una u otra propuesta, y donde se han vivido momentos de tensión que evidencian, según explica, que el partido está roto.
¿Qué ha ocurrido durante las primeras ocho horas de negociación?
Han sido unas horas complicadas y todavía no ha terminado. Han sido horas muy tensas, desde el principio había mucho desacuerdo en torno a cómo proceder en el mismo comité federal. Una de las cuestiones que se han sometido a discusión es lo que se sometiera a votación, cómo se votaba y quiénes votaban. El meollo del asunto era saber si votaban los miembros de la Ejecutiva. Suponer que no votaban era dar por dimitida a la Ejecutiva, cosa que no ha ocurrido. Algunos hemos defendido que los de la Ejecutiva, mientras esté en el ejercicio legitimo de sus funciones, son miembros del Comité Federal.
¿Para usted, Pedro Sánchez sigue siendo el secretario general del PSOE?
Por supuesto, lo hemos dicho expresamente muchos de nosotros. Otros no, sobre todo cuando se abogaba directamente por constituir una gestora. Pero claro, eso supone resolver la cuestión de la Ejecutiva, que no está resuelta. Los estatutos no obligan a que, dándose la situación de los 17 dimitidos, tenga que dimitir el resto de la Ejecutiva, en el caso de la Ejecutiva Federal. Esa era una de las cuestiones, luego ya parece que la Mesa ha centrado el tema en la cuestión del congreso extraordinario, que era para lo que se había convocado este Comité.
Primero se ha producido una discusión en torno al sistema de votación, si votar sobre el Congreso, sobre su fecha, si hacerlo antes o después de una sesión de investidura, cambiar la orientación o no, y de cómo se ha presentado la cuestión del congreso extraordinario por parte de la Ejecutiva en funciones.
Se ha llegado a colocar una urna a la fuerza.
Ha habido una divergencia de posiciones en torno a cómo proceder sobre la votación misma. No había acuerdo, ni mucho menos. La presidenta del Comité (Verónica Pérez) ha hecho valer la posición de una votación pública. Los otros dos miembros de la Mesa defendían que podía darse, porque nada lo impide, una votación secreta. Esta es obligada en el caso de lista de personas, pero que sea obligada en ese caso no implica que no se pueda hacer en otros casos.
Estábamos en ese debate tenso, y ante esa confusión se ha originado un momento de cierto caos, y Pedro Sánchez se levantó y dio pie a que se realizase la votación en urna. Muchos de los que defendíamos la votación secreta en urna nos quedamos un tanto desconcertados, porque no se había tomado claramente la decisión, no se había iniciado la votación. Ha sido una situación de mucho desconcierto. A su vez, el otro sector empezó a plantear ante esa decisión, una moción de censura.
¿Lo ha hecho el sector crítico ante el movimiento de Sánchez?
Sí, ha habido un momento en el que pudiera parecer que se aceptaba la votación en urna, pero a a vez se planteaba la moción de censura. Ante esa situación de caos, de desconcierto, de no ponernos de acuerdo en procedimientos, pues he considerado que mi presencia no aportaba nada. Intenté poner orden con mi aportación, junto a otros como Josep Borrell cuando pudimos hacerlo en el turno de palabra. Pero no tuvimos mucho éxito para que esto se recondujera. Ahora mismo tenemos un partido roto. Sigue la sesión de Comité Federal y no sé cómo podrá terminar.
Quiero expresar la situación que todo esto supone. Hemos acompañado al secretario general, pero su decisión de empezar sin una convocatoria formal la misma votación en urna ha puesto en una posición muy difícil su propio planteamiento, aunque yo no compartiese lo que defendía la presidenta del Comité. Por un lado y otro se acumulan errores, y hemos llegado a un punto de comportamiento sectario. No quiero decir que todos lo hayan cometido, pero la situación del partido es de un desgarro tremendo. Se evidencia aquí en el Comité Federal que la militancia no está en esta decisión.
¿Cuál ha sido el papel de Susana Díaz durante las negociaciones?
Intervino para hablar de necesidad de una gestora. Otros no estábamos de acuerdo con ella porque defendemos que la Ejecutiva está en pleno uso de sus funciones y los estatutos no definen que sea necesario una gestora. Por otra parte, ha habido un empeño muy fuerte en que la Comisión de Ética y Garantías resuelva esto. Pero la Comisión, si se sienta a tratar este asunto, lo que hace es elevar un informe al órgano que se lo pide, pero no emite resoluciones, no resuelve la cuestión, que volvería otra vez al Comité Federal. En fin, en esos términos ha ido discurriendo. Luego se ha vuelto a tensar con la cuestión del sistema de votación y ahí es donde ha habido un momento en el que la misma decisión sobre el método ha evidenciado un desacuerdo bastante profundo.
¿Quién cree que es el responsable de esta situación?
Se han ido acumulando situaciones no acertadas por un lado y por otro. Yo creo que lo que hemos vivido estos días, la dimisión de los 17 compañeros tratando de provocar la dimisión del secretario general, pues no ha sido un juego leal, democrático ni limpio. Había cauces democráticos para resolver eso sin llegar a esta situación, incluso estando en desacuerdo con el secretario general, esos desacuerdos se podían haber discutido sin problemas de procedimiento porque las reglas estaban claras. Pero ahora se ha tensado todo y bueno, el secretario general ha hecho bien defendiendo su propuesta de Congreso Extraordinario, pero se ha equivocado iniciando una votación que no estaba aclarada.