El hundimiento del PP en las encuestas abre la carrera de candidatos en Madrid

  • Los sondeos, el último publicado este miércoles por El País, pronostican la pérdida de la alcaldía y un severo batacazo, como también reflejaron para la Comunidad de Madrid.

La bicefalia, de la que renegaba Esperanza Aguirre, pero de la que se ha hecho valedora, tiene muchos sentidos. Y uno de ellos, evidentemente, es el de controlar el Partido Popular de Madrid. Es decir, tener una importantísima cuota de influencia en la designación de candidatos, a la Comunidad y al Ayuntamiento. Ignacio González es protegido de la presidenta del PP madrileño, pero no tanto Ana Botella, quien llegó a la política local con Alberto Ruiz-Gallardón. La alcaldía siempre fue coto del exalcalde, y su salida propicia un movimiento de mano de Aguirre y los suyos. El problema, dicen fuentes del PP, es que “la operación ha de ser global”, por lo que a Ignacio González le podría interesar “hacer piña con Botella”, para que las cosas sigan como están.

Eso sí, con unas encuestas que colocan al PP sin mayoría absoluta en la Comunidad y en el Ayuntamiento y con una severa pérdida de diputados y concejales. Los dirigentes madrileños se escudan en el desgaste derivado de los recortes aplicados por el Gobierno de Mariano Rajoy, pero lo cierto es que las medidas sanitarias y educativas de la Comunidad están siendo muy contestadas y que la alcaldía, fuertemente endeudada por las obras de la M-30 y la gestión de Ana Botella, en particular durante la tragedia del Madrid Arena, colocan al PP madrileño en su peor momento de los últimos 20 años.

La última encuesta, realizada por Metroscopia el día 13 y publicada por El País este miércoles, vaticina: PP, 21 concejales (-10); PSOE, 15 (los mismos); IU, 14 (+8); y UPyD, 7 (+2). El Ayuntamiento tiene 57 ediles, por lo que la mayoría absoluta está en 29. Es decir, al PP ni siquiera le valdría una hipotética alianza con el partido de Rosa Díaz. El cuadro para el PP es semejante al que dibujaba otra encuesta de El País para la Comunidad de Madrid. En este caso, González también perdía la mayoría absoluta: PP, 54 diputados (-18); PSOE, 30 (-6); IU, 29 (+16) y UPyD, 16 (+8).

La valoración de los líderes también es demoledora en el sondeo: todos desaprueban, pero el que peor nota logra es el secretrio general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba (-81). Rajoy consigue un -53, Botella, -61; Lissavetzky, -32; Ángel Pérez (IU), -19, y David Ortega (UPyd), -17. Y entre sus propios votantes sólo aprueba Rajoy (+15). El resto, suspende: Rubalcaba, -65; Botella, -6; Lissavetzky, -9; Pérez, -5; y Ortega, -67.

Para el PP empeora las cosas la eterna rivalidad entre Sol (sede del Gobierno regional) y Génova, que ya es cuestión de piel entre Aguirre y Rajoy. Ya lo dejó caer hace un par de semanas la expresidenta madrileña cuando habló de la posibilidad de una "bicefalia de choque", es decir, entre el Gobierno regional y el partido si ella se hubiera marchado. Ahora, el PP de Madrid está con Sol, otra cosa es que haya sintonía con Génova y Moncloa. En este sentido, recuerdan fuentes del PP, “González es muy amigo de Cospedal”, por lo que, aunque no esté bien visto por Rajoy, cuenta con un apoyo importante dentro del partido. “Nacho [González] busca agradar a Génova para seguir, pero Aguirre tampoco le está ayudando con tanto afán de protagonismo”. En todo caso, dentro del PP aseguran que están “más preocupados por gestionar la crisis” que por unas elecciones que serán dentro de dos años y que pueden verse muy influidas por los Juegos, que serán adjudicados en septiembre. “Si caen en Madrid, Botella se verá reforzada”, a pesar de los malos augurios, explican fuentes del PP, que, no obstante, afirman: “La clave estará en las encuestas que realice el partido antes de las municipales, el candidato se escogerá en ese momento. Así se gestó la operación en la que se movió a Gallardón por Álvarez del Manzano y entró Aguirre en la Comunidad”.

El baile de nombres es incesante. Recientemente se ha especulado con el hipotético desembarco de Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, propiciado “por la ausencia de referentes del PP de Madrid, porque ni Ana es Gallardón, ni Nacho es Aguirre, y eso lo sabe todo el mundo”, explican las fuentes. Y también porque la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, “amiga suya”, le hizo la presentación este lunes en un desayuno informativo de Europa Press pactado hace dos meses. Según la encuesta de El País, el 53% de los madrileños considera que Botella lo está haciendo peor que Gallardón.

Públicamente se niega la candidatura de Cifuentes, pero lo cierto es que “tiene muy buen cartel dentro, incluso para ministra”, aseguran en el PP, “y en Madrid podría ser tanto para el Ayuntamiento como para la Comunidad, pero dependerá de hasta dónde llegue el pulso entre Génova y Esperanza [Aguirre] y cómo sean las negociaciones”. La propia Aguirre, a pesar de haberlo descartado -también renegó de la bicefalia que está ejerciendo-, también suena como candidata al Ayuntamiento, donde empezó su carrera política a principios de los 80 por “su gran tirón entre los militantes y los votantes de Madrid”. Pero, insisten falta mucho tiempo: “En un año habrá Europeas, y hay que estar atentos a los movimientos y los candidatos. A partir de entonces, tendremos una mejor idea de quién está disponible. Si hasta algún medio ha publicado que Aguirre podría irse a Europa... Todo está en el aire”.

Espectacular subida de IU

Las encuestas conceden a IU el tradicional lugar pero, al igual que la publicada el 2 de mayo sobre la Comunidad de Madrid, se queda muy cerca de empatar con el PSOE. “Estamos muy contentos, pero las encuestas sólo reflejan un estado de ánimo en un momento concreto. Luego, hay que votar, y ahí veremos, dentro de dos años, que es mucho tiempo, cómo están las cosas”, explican desde la coalición, que, en estos momentos, tiene las mejores proyecciones de su historia.

En IU insisten en que su primer objetivo electoral es Europa, no las municipales ni autonómicas. Entre otras cosas, porque quieren trenzar una complicada candidatura con diversas fuerzas de izquierdas para la Eurocámara, y también porque la Asamblea regional de diciembre evidenció que la organización está partida en dos, el 51% del coordinador regional, Eddy Sánchez, y el 49% restante.

La batalla se da por segura, por lo que se aplazará hasta que sea inevitable, siempre y cuando las buenas expectativas electorales sirvan para conciliar familias y hacer el proceso de elección de candidatos pacífico. “Queda mucho tiempo”, dicen en IU, “lo que está claro es que Ángel [Pérez, portavoz municipal] no se presenta, pero aún no estamos hablando de nombres”. Tanto IU como UPyD tendrán la llave de la Comunidad y el Ayuntamiento (en este caso sólo la coalición de izquierdas) si las urnas ratifican los pronósticos de las encuestas.

En el caso del partido de Rosa Díez, los movimientos para elegir candidato parece que no se producirán, pues todos cuentan en UPyD con que David Ortega, su portavoz municipal, repetirá.

Duelo socialista

En el aire también está el candidato socialista, que no está siendo capaz de capitalizar el desgaste de Ana Botella. Madrid siempre ha sido uno de los principales quebraderos de cabeza para Ferraz. Pero la encuesta que refleja que el PP podría perder la mayoría absoluta también en el Ayuntamiento de Madrid, no solo ha alegrado el día a los socialistas. También ha abierto un rayo de esperanza en el PSM en donde los tomasistas ya se preparan para dar la batalla apostando por el diputado autonómico y brazo derecho de Tomás Gómez, Antonio Miguel Carmona, como recambio a Jaime Lissavetzky cuya labor como jefe de la oposición frente a Botella está siendo muy cuestionada, incluso por miembros de la actual dirección del PSOE.

Las quejas sobre el trabajo del exsecretario de Estado para el Deporte no son nuevas ni tampoco unilaterales. “En el Ayuntamiento estamos desaparecidos”, reconocía con preocupación, en conversación con este periódico, una diputada ‘rubalcabista’ que ha tenido en la anterior legislatura cargos municipales en Madrid. Que hay que mover ‘ficha’ lo tienen claro tanto los partidarios de Gómez como sus detractores. Sobre todo ahora que los socialistas dan por sentado que Ana Botella no será la candidata del PP.

Ante estas perspectivas, los partidarios de Gómez han redoblado sus deseos de promocionar como sustituto a Lissavetzky a Antonio Miguel Carmona, brazo derecho de Tomás Gómez, un hombre sumamente mediático y firme partidario de las primarias. De hecho, hace unos días, Carmona abogaba por esta fórmula en un artículo publicado en el diarioprogresista.es, del que es director. “Todo proceso de cambio exige la participación de todos y cada uno de los ciudadanos en la elección de los cabezas de lista que las organizaciones políticas presenten. Se trata de evitar la endogamia de los dirigentes y la apertura a la sociedad. Devolver la política a los ciudadanos”, aseguraba, para añadir a continuación que “dudar que pueda ejercerse ese derecho para candidatos a presidente de comunidades autónomas y tener claro que las quieren impedir para los ayuntamientos, es un ejercicio de irresponsabilidad sin precedentes”. Todo un reto a la dirección federal para advertir de que en el PSM van a ir a por todas en el caso de que Rubalcaba quiera imponer la continuidad de su “amigo de toda la vida”, algo que está por ver dado que el líder del PSOE tiene bastante encima y no parece a estas alturas muy dispuesto a que se abra una nueva guerra en Madrid que puede volver a perder. Y máxime cuando las expectativas de desbancar del gobierno al PP, con el apoyo de IU, empiezan por primera vez en muchos años a ser verdaderamente reales.

Lo que está claro es que incluso dentro del sector ‘oficialista’ creen que hay que pensar en el relevo de Lissavetzky. “Jaime es muy buen tipo pero le falta fuste político y su discurso no cala”, opina un exdirigente del PSM que ha trabajado con él y que sabe por experiencia que la ‘reconquista’ de la Moncloa debe pasar por avanzar primero en las municipales y autonómicos, empezando por Madrid.

Los de Gómez, sin embargo, van con cautela. “Falta todavía más de un año y medio para las elecciones municipales y autonómicas y tiempo habrá de ver como evoluciona la situación”, afirma el veterano Juan Barranco ante los datos que dan los sondeos. En su opinión, “cualquier encuesta a dos años vista no tiene mucho valor aunque lo más relevante es la pérdida de la mayoría absoluta del PP porque hay baraja nueva”.

Aunque la hipotética candidatura de Carmona no es mal vista ni siquiera en Ferraz, entre los rubalcabistas hay otros nombres que se van dejado caer por los pasillos para pugnar por alguna de las plazas madrileñas. Uno de ellos es el del joven diputado madrileño, Pedro Sánchez, un hombre de confianza de Elena Valenciano y del propio Rubalcaba, en plena promoción en el PSOE. No obstante, hasta que no se celebre la Conferencia Política prevista para el otoño no parece que nadie vaya a intentar mover ficha.