El abogado de uno de los seis policías acusados de asesinar presuntamente a Diego Pérez en Cala Cortina (Cartagena) ha pedido analizar las uñas del fallecido para buscar en ellas restos biológicos y compararlos con el ADN de su cliente y el resto de agentes detenidos. Este letrado cree que en caso de hallarse esos restos no coincidirían y apunta a personas del entorno de la víctima como autores del crimen.
“Que sea analizado el ADN que las uñas puedan contener pues, de ser así, el mismo podría ser cotejado con el de mi representado y el resto de imputados”. Así se lo ha solicitado este abogado al Juzgado de Instrucción número 4 de Cartagena que investiga el caso. A través de un escrito al que ha tenido acceso Europa Press pide que sea el Servicio de Biología quien analice los diez sobres que contienen el ADN de las uñas del fallecido y que fueron enviados por el Instituto de Medicina Legal de Cartagena.
El abogado, Raúl Pardo-Geijo, considera que el análisis del ADN de las uñas “puede ser definitiva para determinar la identidad del o los presuntos autores” debiendo, a su juicio, “practicarse a la mayor brevedad posible”.
Asimismo, ha solicitado una copia de las grabaciones de las cámaras de vigilancia de un local próximo al lugar en el que desapareció el fallecido la noche del 11 de marzo de 2014 porque en las imágenes “se podrá comprobar” que su representado “aparece buscando al por entonces desaparecido en Cala Cortina”.
Pardo Geijo también ha pedido al Juzgado que tome declaración en calidad de testigo a un hombre que manifestó recientemente que los responsables de la desaparición “podían haber sido conocidos” de Diego Pérez. La investigación de Asuntos Internos de la Policía Nacional siempre ha puesto el foco sobre los seis policías detenidos, descartando por el momento otras hipótesis.
UN NUEVO TESTIGO
El abogado defensor solicita, además, que el Juzgado de Instrucción número 4 de Cartagena abra oficio a la Sala del 091 para que aporte el número de teléfono desde la que se realizó la llamada de un individuo que aseguró saber, un mes después, quién había matado a Diego “con objeto de identificar a la persona que advirtió a la Policía” y que ésta sea citada en calidad de testigo.
El autor de la llamada apuntaba a un hombre y una mujer como autores del crimen y facilitó sus nombres y apellidos. En este sentido, Pardo Geijo critica que la Policía haya tardado más de seis meses en entregar esta prueba.
Entre las pruebas entregadas recientemente por la Comisaría de Cartagena se encuentran un DVD en el que se registra la llamada del 091, así como los efectos personales que llevaba el fallecido cuando su cadáver fue hallado en la playa (DNI, tarjeta de la Seguridad Social, un llavero con una llave de su vivienda, un teléfono móvil, una batería y tarjeta SIM).
Por último, se remite una copia de conversación de WhatsApp mantenida entre el hermano del fallecido y un vecino apodado 'El Valenciano', relativa a la desaparición de Diego Pérez.
El abogado cuestiona al testigo protegido (B-83) cuya declaración fue clave para conocer que el asesinado había sido introducido en un coche de la Policía y trasladado a Cala Cortina donde apareció muerto dos semanas después.
En su escrito, Pardo Geijo tacha de sorprendente que casi tres meses después de la desaparición del fallecido “aparezca por arte de birlibirloque” este testigo protegido y “revele” una versión “que provocaría el cambio de rumbo de la investigación inicial”.