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Plan de reparto de refugiados en UE azuza el debate inmigratorio en Alemania

EFE

Berlín —

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La apuesta del ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, por un reparto equitativo de refugiados entre todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE) ha reavivado en Alemania el debate sobre la política de asilo.

“No puede ser que cuatro o cinco países acojan a la mayor parte de los refugiados”, señaló el titular de Interior en las declaraciones al semanario “Der Spiegel” que reabrieron la discusión.

Según datos de su Ministerio, entre enero y agosto de este año Alemania ha recibido cerca de 100.000 peticiones de asilo, un 59 % más que en el mismo periodo del año pasado.

En 2013, en toda la UE se registraron unas 435.000 solicitudes de asilo, de las cuales un 29 % (127.000) correspondieron a Alemania, según datos de Eurostat.

El mayor número de solicitudes en relación a la propia población nacional lo registró Suecia, con 5.700 peticiones por cada millón de habitantes, mientras que España se colocó entre los países a la cola, con 95.

Al presentar los presupuestos de su departamento en el Parlamento, De Maizière explicó que, junto a su homólogo francés, Bernard Cazeneuve, ha enviado una carta a la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, para reclamar una respuesta conjunta al creciente numero de refugiados y a la “devastadora” situación en el arco mediterráneo.

Esta iniciativa, que Alemania espera se traduzca en un paquete de medidas durante la próxima cumbre europea de ministros del Interior de octubre, abarca siete puntos y cuenta con el apoyo de España, Polonia y el Reino Unido, según De Maizière.

El proyecto apuesta por un mejor control de las fronteras externas de la UE, al tiempo que pide que los países cumplan con el compromiso asumido de registrar debidamente a todos los refugiados y solicitantes de asilo y ofrecerles una acogida digna.

Subraya, asimismo, la necesidad de una política conjunta y coordinada de repatriación a aquellos países en los que sea posible desde un punto de vista humanitario.

La iniciativa plantea también agilizar el proceso de solicitud de asilo en aquellos casos que no presenten dudas.

Además, los ministros están dispuestos a estudiar la posibilidad de aliviar, de forma voluntaria y temporal, la carga en aquellos países con una acogida desproporcionada de refugiados.

El Ministerio de Interior no ha querido apuntar a los países más afectados, pero ha dejado claro que sólo 10 de los Veintiocho (entre ellos, Alemania) acogen “un número significativo de refugiados”.

La propuesta aboga también por reforzar la lucha contra el tráfico de personas y reclama “un enfoque mucho más coordinado, conjunto y coherente” con los países de tránsito y origen.

En Alemania, la iniciativa ha recibido el respaldo de los socialdemócratas, socios minoritarios en la coalición de Gobierno, y de Los Verdes.

La comisionada del Gobierno para los refugiados, la socialdemócrata Aydan Özoguz, también ha apoyado al ministro y, ante la dramática situación en Siria e Irak, ha subrayado la necesidad de “revisar con mayor flexibilidad dónde es posible acoger a más personas”.

Sin embargo, los euroescépticos de Alternativa por Alemania (AfD) consideran que este plan no ataja el problema de raíz, ya que una vez dentro de la UE los refugiados tienen libertad de movimientos.

AfD se ha pronunciado incluso por una “suspensión temporal” del Tratado de Schengen, el garante de la libre circulación en gran parte de Europa, alegando que algunos Estados miembros no cumplen con sus “compromisos” en materia de refugiados y asilados.

Por su parte, la sección alemana de Amnistía Internacional (AI) y la organización no gubernamental PRO ASYL han criticado la iniciativa al considerar que oculta que miles de personas mueren ahogadas en el Mediterráneo y ni siquiera aborda el rescate de los refugiados que llegan por mar.

Según ambas, el paquete supone el perfeccionamiento del rechazo de refugiados escudándose en “reforzar la lucha contra las bandas que trafican con personas” y “mejorar la protección de las fronteras exteriores de la UE”.

Por ello, exigen crear vías de huida legales hacia Europa, al tiempo que critican que la UE coopere con países vecinos como Libia o Turquía para evitar la llegada de refugiados a Europa.