El Pleno del Congreso de este jueves concluyó con un cruce de acusaciones entre el PNV y Podemos inédito por el tono encendido del choque entre dos socios del Gobierno. A los pocos minutos de que concluyeran las votaciones en el hemiciclo, los portavoces parlamentarios de ambos partidos se enzarzaron en redes sociales a cuenta de una iniciativa de los nacionalistas vascos sobre el desalojo de viviendas ocupadas.
“Ione Belarra miente: la enmienda del PNV aprobada no es sobre desahucios, es sobre okupas. No afecta a la familia que no puede hacer frente al pago de su vivienda. Le afecta a aquel que delinque okupando una vivienda ajena. Podemos está a favor de la okupación, el PNV en contra”, publicó Aitor Esteban.
Catorce minutos tardó en contestarle la líder de Podemos. “Sabes muy bien, diputado de Repsol, que con esa enmienda estáis criminalizando la pobreza, a las familias más humildes que no tienen donde ponerse a cubierto. Como decía Rafa Mayoral, chabolismo vertical. Como se nota que no tenéis ningún contacto con la realidad social”.
Belarra se refiere a una enmienda introducida por el PNV en la ley de eficiencia procesal para, según los nacionalistas vascos, aligerar los desalojos de viviendas ocupadas ilegalmente. La mayoría parlamentaria del Gobierno acabó por rechazar el veto del PP a esa ley a pesar de que Podemos amenazó hasta última hora con sumar sus votos a los populares si el Gobierno no arreglaba las consecuencias de esa enmienda del PNV.
La propia Belarra y el ministro de Justicia, Félix Bolaños, estuvieron negociando hasta el último momento alguna solución a la modificación legal que entró en vigor por un error en la votación de ERC y EH Bildu el pasado noviembre. Fue entonces cuando el Congreso dio luz verde a una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que, a iniciativa del PNV, añadía los delitos de usurpación de morada y de allanamiento de morada en el artículo 202 del Código Penal para que estos pasen a tramitarse en los juicios de procedimiento abreviado.
Durante el debate de este jueves, la diputada de Podemos Martina Velarde lamentó que sea su partido “quien dé la batalla” y resuelva “los problemas”. “Al final es Podemos quien está preocupado para que no se legitimen los desahucios”, sostuvo. Sus palabras recibieron respuesta de EH Bildu y de ERC. Jon Iñarritu aseguró que no se entendería apoyar “lo aprobado por el PP en el Senado” ya que “la ley es satisfactoria”. Más dura fue incluso la republicana Pilar Vallugera, que defendió que ERC ha sido el partido que más ha luchado contra los desahucios.
“Es absolutamente imprudente lo que está haciendo Podemos, a no ser que lo que quiera es que se convoquen elecciones y su asunto no sea mejorar la vida de la ciudadanía sino que haya elecciones y vencer en su duelo particular con Sumar”, acusó Aitor Esteban en los pasillos del Congreso a Ione Belarra. El portavoz vasco no se quedó ahí, y señaló a los morados por no asumir que sus tesis no cuentan con el respaldo de una mayoría de la Cámara. “Para algunas cosas no hay mayoría. Por mucho que chille la señora Belarra, las cosas no van a cambiar. Nosotros podemos buscar alternativas, ella no. Ella está en una esquina del hemiciclo”, dijo en un tono visiblemente molesto.
En declaraciones en el Escritorio del Congreso tras el Pleno, Ione Belarra adelantó que el próximo lunes el Consejo de Ministros aprobará la prórroga del escudo social que “con tantísimo esfuerzo Podemos consiguió cuando estaba en el Gobierno”. Belarra lo valoró como “una buena noticia para la gente trabajadora, para la gente en una situación más vulnerable de nuestra sociedad”, y detalló que consistirá la prórroga durante un año de la suspensión de los desahucios para personas vulnerables por impago del alquiler.
Belarra puso en valor el peso parlamentario de su grupo y aseguró que la conclusión es que “cuando el Gobierno escucha a Podemos, cuando se hacen las políticas transformadoras y valientes que yo creo que es lo que la gente votó el 23 de julio, no solo eso es bueno para la gente, sino que estoy firmemente convencida de que es bueno también para el Gobierno”.
Respecto a la derogación del impuesto temporal a las energéticas, al aprobarse la enmienda del PP a la reforma fiscal con el respaldo de Junts y PNV, Belarra alegó: “Estamos aquí ante un debate de un calado democrático mucho más profundo de lo que pueda parecer”.
“En realidad de lo que estamos hablando es de quién manda aquí, si manda Repsol o mandan los intereses de la gente; sí se hace política de forma absolutamente machista o si se puede hacer política defendiendo a la gente por feminismo y con avances en derecho”, apostilló.
Solo una semana antes, Belarra llegó a definir a los diputados del PNV como “los cachorritos de Repsol” por oponerse frontalmente a la prórroga del impuesto especial a los beneficios extraordinarios de las eléctricas. Podemos repite que la posición del PNV sobre la tributación de las grandes eléctricas viene condicionada por la presencia de Josu Jon Imaz al frente de Repsol.
Esta guerra frontal entre los nacionalistas vascos y Podemos, soterrada durante los últimos meses y que en las últimas horas explotó con virulencia, añade una nueva arista a la complejidad de la mayoría parlamentaria que sustentan al Gobierno de coalición del PSOE y Sumar, y que se suma a otros choques paralelos entre los propios aliados, como el que mantienen ERC y Junts en el seno del independentismo catalán y que complican un poco más las negociaciones para los Presupuestos Generales del Estado.