Podemos sale modestamente a la calle para hacer campaña para la consulta que ha organizado para que las bases voten si deben respaldar el Gobierno basado en el acuerdo PSOE-Ciudadanos o, si por el contrario, apoyan la propuesta de Pablo Iglesias de un “gobierno a la valenciana”. Dirigentes de Podemos se han reunido con varias decenas de personas en la plaza del museo Reina Sofía para explicar por qué rechazan apoyar la investidura de Pedro Sánchez si la condición es ese acuerdo. Pese a la escasa afluencia de público, los asistentes que han tomado la palabra han animado a la dirección a que siga con su plan.
“No es nuestro pacto, no es nuestro acuerdo”, ha resumido el diputado autonómico y senador Ramón Espinar, que ha recalcado que no puede serlo y menos desde que Esperanza Aguirre ha dicho que no está mal el texto rubricado por Sánchez y Albert Rivera. “El PSOE debe su existencia a los bancos -ha dicho el dirigente madrileño-. Es un partido que entre la mayoría social y Felipe González siempre elige a Gas Natural y Felipe González”.
“Nuestros cinco millones de votantes no son menos que los suyos”, ha dicho Carolina Bescansa, que ha recordado que solo les separan 300.000 papeletas del PSOE. “Lo que quieren hacer es una bigamia. No se puede juntar el agua y el aceite. Eso lo saben. Si lo saben, ¿por qué insisten? Quieren meterse en una dinámica de culpabilizarnos”, se ha respondido Jesús Montero.
La diputada gallega ha criticado “las excusas” en las negociaciones que se han llevado a cabo en el Congreso, pero ha agradecido que Ciudadanos dejara “claritas” las condiciones en la única reunión a tres que mantuvieron en la que, según ha asegurado, les dijeron que “no” a todos sus planteamientos: “Si ese es vuestro proyecto no puede ser el nuestro y eso es de agradecer que lo haya hecho Ciudadanos porque si no seguiríamos mareando la perdiz”, ha expresado Bescansa.
También han aprovechado para cargar contra los equipos negociadores de PSOE y Ciudadanos. Así, Bescansa ha asegurado que se siente “cómoda” al volver a las plazas “después de esas mesas, esas propuestas, esas excusas, detrás de esos papeles, detrás de esos negociadores que no se han puesto para negociar, que son los que están en las puertas giratorias”. “Nos han puesto a Jordi Sevilla que está en una consultora que asesora al 97% de las empresas del Ibex 35”, ha expresado Bescansa sobre la presencia del exministro en PriceWaterHouseCoopers. También han tenido palabras para Luis Garicano, de Ciudadanos, a quien han calificado como “primo hermano de los de la FAES”.
Interpelados por uno de los asistentes, los dirigentes de Podemos han justificado que las reuniones hayan sido a puerta cerrada, a pesar de que Iglesias pidió que se retransmitieran en streaming. “Si las negociaciones se hubieran televisado enteras no se habría movido nada, estaríamos en la casilla de salida. Se habrían dicho vacuidades”, ha dicho Bescansa. No obstante, los propios negociadores de Podemos admiten que las conversaciones debían tener un cierto margen de discreción.
“Sin miedo” al 26-J
El acto se ha convertido en uno de campaña en miniatura: “Ánimo y a ganar”, ha dicho uno de los asistentes que ha intervenido y al que han respondido al grito de “Sí se puede”. Algunos de los participantes han animado a los dirigentes de Podemos a “no rendirse, no claudicar y no tener miedo”. A la dirección le ha servido para palpar que en la calle les animan a seguir con su plan: “No entiendo que nos digan que tenemos que apoyar un Gobierno de PSOE y Ciudadanos cuando para mí es como si hiciéramos un Gobierno conjunto con el PP”, ha dicho uno de los presentes.
Solo un asistente de los que ha tomado la palabra ha planteado la posibilidad de que Podemos deje que arranque la legislatura y con la “grieta” -en alusión a la “grieta” que ha hecho Podemos “en el régimen”, según ha explicado Bescansa- hacer en el Parlamento “algunos cambios necesarios como la paralización de la Lomce”. “Estamos acostumbrados a organizaciones sinvergüenzas que dicen que hacen unas cosas que no hacen”, ha respondido el líder de Podemos en Madrid, Luis Alegre.
Los dirigentes de Podemos han agradecido varias veces volver a las plazas después de “cuatro meses en las instituciones que han parecido 400 años” y han pedido a sus bases que les “obliguen a salir” a la calle. Así ha sido el acto que la dirección de Podemos ha organizado en el centro de Madrid para dar el pistoletazo de salida a la consulta que comenzará este jueves y que durará hasta el sábado.
Los cerca de 393.000 inscritos de Podemos -el censo se cerró el 2 de abril, fecha en la que Iglesias anunció que el sentido del voto de sus diputados en una hipotética segunda sesión de investidura lo decidirían las bases- tendrán que decir sí o no a dos preguntas: si apoyan un Gobierno basado en el acuerdo PSOE-Ciudadanos y si secundan la propuesta de “gobierno a la valenciana”. Iglesias condicionó su futuro al frente del partido al resultado de ese referéndum interno, que en el PSOE consideran que es tramposo.
“La decisión la toma la gente porque a la gente no se la compra -ha defendido Alegre-. La única garantía por la que no nos vamos a convertir en otra cosa es porque la gente decide. Lo que vamos a hacer es lo que salga en esta consulta y si la gente nos dice no claudiquéis, si hay que ir a elecciones se va. E iremos sin miedo”. “Si nos hacen ir a elecciones vamos a tener dos meses más de campaña y a por ellos”, ha zanjado Alegre en la misma plaza en la que Podemos cerró su campaña de las europeas, cuando se estrenaron en las instituciones.