Con las Cortes constituidas, la XI Legislatura comienza con dos nuevas formaciones que han prometido cambiar algunos de los usos y costumbres que han ido implantando los dos grandes partidos. Para ello quieren empezar dando ejemplo. Podemos y Ciudadanos han renunciado ya a algunos de los privilegios instaurados cuando PP y PSOE dominaban el Congreso.
Aunque no lo harán en la misma medida, es la primera vez que dos fuerzas con la presencia que tienen Podemos y Ciudadanos en la cámara baja renuncian a una serie de prebendas que se han ido aprobando legislatura tras legislatura con la única oposición de algunas voces minoritarias.
Podemos aprobó el pasado 4 de enero, en su Consejo Ciudadano Estatal, el régimen al que al que estarían sujetos sus diputados en el Congreso y que está en línea con lo dispuesto para el resto de cargos públicos.
Los diputados de Podemos tendrán una limitación salarial que se aplicarán sobre lo que el Congreso les da (tres salarios mínimo), y de las dietas para gastos. A muchas de estas dietas no se puede renunciar –tampoco al salario que paga el Congreso–, así que los parlamentarios donarán ese dinero, al igual que hacen con el sobrante tras limitar el sueldo.
Tampoco van a percibir la indemnización completa que reciben los diputados de fuera de Madrid. A estos parlamentarios les corresponde una ayuda que supera los 1.800 euros, y los de Podemos solo se embolsarán 850.
Además, renuncian a los 3.000 euros anuales para taxis que ofrece el Congreso, a la instalación en casa de la línea de ADSL y a las prestaciones económicas que disfrutan los exparlamentarios.
Entre últimas prestaciones, a las que se tiene derecho cuando se pierde la condición de parlamentario y varían en función de cada diputado, están la pensión pública, el mantenimiento del alta en la seguridad social o un complemento de ingresos.
Por último, los diputados de Podemos también van a limitar todo lo posible la póliza de seguros que la cámara baja pone a su disposición.
Este régimen se aplica a los 42 diputados de Podemos y a los de esa formación que estén integrados en las candidaturas de confluencia. Desde este partido explican que el resto de los parlamentarios que no pertenezcan a Podemos estarán sujetos a su propio régimen ético, aunque apuntan que será similar.
Ciudadanos, por su parte, dio el pasado viernes algunos detalles sobre cómo se organizaría su grupo parlamentario y a qué privilegios iban a renunciar sus 40 diputados en la cámara baja.
La formación naranja no usará los coches oficiales que pone a su disposición el Congreso. Según el reparto de cargos que se ha hecho hoy en la sesión constitutiva, les corresponderían tres: dos para los miembros de la Mesa y uno para el portavoz, Albert Rivera.
Podemos no estableció esta renuncia en su Consejo Ciudadano Estatal. A pesar de ello, el partido explica que en el momento en que el Congreso les ofrezca los coches oficiales, rechazarán su uso.
Ciudadanos, como Podemos, también han renunciado a la conexión ADSL para los diputados. La formación naranja, por el momento, solo ha anunciado el rechazo a esos dos puntos, los coches oficiales y la línea de internet, ya que considera algunos de los restantes, como el dinero para los taxis, necesarios para el trabajo parlamentario.
De los dos grandes partidos, sólo el PSOE ha dado algún paso hacia la renuncia de los privilegios que ofrece el Congreso, aunque de forma limitada. Los cargos socialistas con derecho a coche oficial no lo utilizarán en exclusiva. Ya lo hizo el año pasado el portavoz de grupo, Antonio Hernando, y a él se ha sumado ahora la vicepresidenta segunda de la cámara.
Aunque no renuncian a su uso, y dispondrán de ellos cuando lo necesiten, los coches que les corresponden no serán utilizados en exclusiva y se pondrán a disposición del resto de diputados del partido para cuando los necesiten.
Aunque el gesto de los parlamentarios de estas dos nuevas formaciones es relevante por el número de escaños que ocupan en el Congreso, no son los primeros en renunciar a algunos de los privilegios de los que disfrutan los diputados.
Al inicio de la anterior legislatura, diputados de IU, UPyD y ERC comenzaron a denunciar algunas de las prebendas de las que gozaban los diputados, y a renunciar a ellas, aunque en ocasiones lo hacían a título personal y no como grupo.
Una de las más importantes fue la de IU, cuya denuncia del plan de pensiones privado que tenía suscrito el Congreso desembocó en que la institución cancelase las aportaciones a ese fondo.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, anunció que sus diputados seguirían el mismo camino que los de IU. Sin embargo, a los nuevos parlamentarios no se les ofrece ya dicho plan de pensiones, que solo está vigente para aquellos que lo quieran mantener con aportaciones privadas.
Se quedan con el iPhone y el iPad
Ninguno de los dos partidos, ni Podemos ni Ciudadanos, ha renunciado al iPhone y al iPad que el Congreso entrega a cada diputado cuando comienza la legislatura. Ambos partidos justifican su decisión en que se trata de herramientas de trabajo.
Este es uno de los privilegios que más polémica ha generado en los últimos cuatro años. Los teléfonos móviles y tabletas que se entregan a los diputados no les pertenecen, pero al final de la pasada legislatura el Congreso regaló a los parlamentarios el iPhone argumentado que estaba incluido en el plan de telefonía y no tuvo coste para la cámara.
En el caso del iPad, el Congreso ofreció a los 350 diputados la posibilidad de quedarse con ellos abonando 50 euros. Para esta legislatura, el Congreso ya ha publicado el contrato para hacerse con 490 tabletas del último modelo de Apple.