El CIS, que ha situado a Podemos como primer partido en cuanto a intención directa de voto y tercero en estimación, no sólo ha constatado el fin del dominio de las dos grandes fuerzas políticas nacionales. El barómetro conocido este miércoles también ha arrojado otra conclusión: el auge de la formación de Pablo Iglesias ha absorbido a los partidos de menor tamaño, que han visto cómo se frenaba su ascenso y retrocedían respecto a anteriores encuestas del CIS.
IU, UPyD y Compromís-Equo son los principales perjudicados por el fenómeno. En cuanto a estimación de voto, IU es quien más sufre el retroceso, puesto que en julio cosechaba un 8,2%. El batacazo es claro, ya que el partido que lidera Cayo Lara, que aparece como cuarta fuerza política a mucha distancia del PP, el PSOE y Podemos, supone ahora un 4,8% en la proyección.
El barómetro ha azuzado los problemas internos que sufre IU desde las pasadas europeas y que se han incrementado con el paso de los meses, a la vez que Podemos ha ido adquiriendo protagonismo. La renovación impulsada por Cayo Lara en un primer momento, y que supuso la entrada de Alberto Garzón o Clara Alonso en la directiva, parece insuficiente en determinados sectores de la coalición, que empujan además para promover una convergencia con Podemos que permita desbancar al bipartidismo. Enfrente, quienes mantienen que IU sólo puede sobrevivir y ser útil defendiendo su propio proyecto político y sin disolverse.
Ambas posturas se han visto reflejadas en las reacciones tras la encuesta, elaborada en pleno escándalo por el uso de las tarjetas 'black' en Caja Madrid. A lo largo del día, responsables políticos y cargos orgánicos de uno y otro signo se han cruzado acusaciones más o menos veladas en Twitter sobre la estrategia de comunicación o el mantenimiento de determinados cargos en sus puestos que impide una renovación real de la coalición.
En un comunicado, el diputado Alberto Garzón señala que el CIS evidencia que el bipartidismo “está tocado y probablemente hundido” pero anima a IU a “hacer una reflexión a nivel orgánico sobre los cambios que demanda la sociedad 'para adaptar nuestra organización a ser parte de la solución' que se está demandando”. Garzón, responsable de Proceso Constituyente y Convergencia de la coalición, apunta además que la ciudadanía “está harta” de quienes han dominado el país en las últimas décadas y que quiere “construir algo nuevo”. “Consideramos que IU será parte de la solución de este problema, igual que el bipartidismo es parte del problema”, zanja.
Antes, Cayo Lara señaló en una rueda de prensa en Canarias que IU tiene “la mano tendida” a otras organizaciones políticas, pero siempre que cada uno mantenga su identidad y en torno a un “programa serio y sólido”, que esté “con los pies en el suelo” y que se pueda aplicar al día siguiente de gobernar. Lara, que hacía las declaraciones antes de que se conociera el barómetro del CIS, asegura en una nota que IU no va a cambiar su “hoja de ruta” por las encuestas y advirtió de que seguirán defendiendo “un programa serio y que no venda humo”, según un comunicado de la coalición.
El diputado Gaspar Llamazares ha analizado los resultados de Podemos como una forma de protesta de los ciudadanos ante la situación política actual y ha recordado que IU o su precursor, el PCE, pasaron antes por momentos similares.
El partido de Rosa Díez se mantiene en el quinto puesto, pero también sufre un retroceso, ya que ha pasado del 5,9% de la encuesta que se hizo pública en agosto al 4,1% del último sondeo del CIS. En UPyD han preferido destacar su contribución “determinante” a la “foto de la ruptura del bipartidismo”, más que analizar sus propios resultados. De hecho, su máxima responsable ha evitado referirse directamente al partido de Pablo Iglesias aunque ha comparado su ascenso con el efecto de una “ola”, por lo que ha dado a entender que su crecimiento se verá reducido con el tiempo.
“Cuando baje la ola, nosotros seguiremos ahí”, reaccionó Díez, que dice “tomarse con serenidad el auge de otras formaciones políticas” que también reclaman el fin del control de la escena política por parte del PP y el PSOE. La reacción de uno de los diputados de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, a través de su cuenta de Twitter, ha sido de serenidad.
En las pasadas elecciones generales, UPyD logró el 4,69% de los votos, traducidos en cinco escaños en el Congreso de los Diputados. Cuatro años antes, el partido se reducía en representación parlamentaria a una sola diputada, Díez.
En el caso de Ciudadanos, la tendencia es la contraria, ya que de un 0,9% obtenido en la anterior encuesta ha pasado a un 2,1%.
La alianza Compromís-Equo ha experimentado un leve retroceso en cuanto a estimación de voto: las tres décimas que separan el 1,4% del barómetro de julio al 1,1% alcanzado en el más reciente.