Podemos no se presentaba como tal a las elecciones municipales del domingo. Sin embargo, aquellos candidatos de candidaturas de confluencia (como Ahora Madrid, Barcelona en Comú, Marea Atlántica, Leganemos y un largo etcétera) que hayan resultado ser concejales y se hayan inscrito para participar en Podemos deberán ceder parte de su sueldo a la formación, según una normativa interna a la que ha tenido acceso a eldiario.es.
Según el articulado, la norma afecta también a inscritos en Podemos que hayan sido elegidos incluso por candidaturas no avaladas por Podemos. Así consta en un reglamento aprobado la semana pasada por el Consejo Ciudadano estatal, que habla genéricamente de “inscritos”, y que ya obra en manos de los secretarios generales municipales de Podemos para su puesta en marcha.
El secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, asegura a eldiario.es que el documento “no tiene la intención de interferir” en las decisiones de las candidaturas y recuerda que los inscritos en Podemos, por el mero hecho de serlo, tienen obligación de cumplir el Código Ético del partido. Pascual también indica que las personas que no quieran seguir como inscritas pueden borrarse cuando quieran, aunque sostiene que muchas personas “se han presentado en candidaturas unitarias y llevan a gala” ser militantes de Podemos. Y para ellos va dirigido el reglamento.
Pascual explica que el reglamento se aplicará “de buena fe” y que no hay intención de rastrear todas las candidaturas que han obtenido representación y cruzar los datos con la base de datos de inscritos. “No vamos a hacer un intento de aplicación exhaustiva del reglamento”, reitera.
El documento, “Reglamento por el que se regula las relaciones entre los consejos ciudadanos de ámbito municipal o equivalente y las personas electas en las estructuras territoriales de ámbito inferior al autonómico”, tiene como objeto “regular las relaciones entre los cargos institucionales municipales o equivalentes y los órganos del partido en dicho nivel territorial”. Es decir, entre los órganos de Podemos y los cargos electos en los ayuntamientos.
El reglamento establece que “la retribución neta mensual” de los concejales elegidos en las candidaturas unitarias será, con carácter general, “como máximo, 3 veces el salario mínimo interprofesional español (648,60 euros), y 14 pagas al año”. La diferencia entre el sueldo real y este tope “deberá ser objeto de donaciones al partido en un 75%”, según el documento. El 25% restante irá “a causas sociales”. Eso sí, a través de Impulsa, una iniciativa puesta en marcha por Podemos para financiar proyectos de emprendimiento que son sometidos a votación entre los inscritos.
Según ha contrastado eldiario.es con candidatos electos en varias ciudades, el asunto no es menor. Algunas de las nuevas candidaturas ya tenían acuerdos internos para limitar sueldos de concejales y ceder fondos al funcionamiento operativo del grupo municipal o a diferentes fines sociales. Con esta normativa de Podemos, incluso con una aplicación laxa que solo afecte a los concejales con una clara vinculación al partido, no podrán compatibilizar ambas directrices.
La financiación estructural y la asignación de fondos institucionales se ha convertido en uno de los escollos más recurrentes en los procesos de confluencia. De fondo, el debate sobre si las nuevas fuerzas municipales que salen del 24M deben ser colectivos que operen independientemente, como la mayoría asegura, o si son una coalición de otros colectivos.
El tope y distribución salarial ya se aplica a los representantes institucionales de Podemos en el Parlamento Europeo y en el andaluz. En un principio, los cargos podían elegir a qué destinaban el dinero sobrante. Por ejemplo, la eurodiputada Teresa Rodríguez optó por donarlo a los trabajadores de la planta de Delphi de Cádiz que estaban en huelga. Posteriormente, la dirección cambió el criterio para que el dinero se cediera al partido.
La diferencia es que los cargos de estos estamentos sí concurrieron a las elecciones bajo las siglas de Podemos. Es decir, los diputados en Bruselas, o los recién elegidos autonómicos, lo son por Podemos.
En el caso de las municipales, el partido de Iglesias optó por no concurrir. En su lugar, Podemos apostó por impulsar candidaturas unitarias o apoyarlas allí donde ya existieran. El largo proceso de confluencia ha deparado resultados desiguales y no pocas rencillas internas que han dado como resultado candidaturas partidas, listas que no eran apoyadas oficialmente por los órganos e incluso algunas impugnadas, aunque estuvieran integradas por inscritos en el partido.
Además del sueldo, el reglamento recoge otras medidas que dotan a los consejos ciudadanos municipales de ciertas capacidades. Entre ellas, “informar el presupuesto de funcionamiento del grupo municipal, así como el nombramiento de cargos dentro del grupo”.
Los órganos municipales de Podemos también podrán “establecer las líneas políticas de trabajo de los cargos electos” y “establecer los criterios políticos que deberán regir las relaciones con otros grupos municipales de la cámara correspondiente”.