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Opinión - Ni liderazgo ni autoridad. Por Esther Palomera

Podemos blinda a Íñigo Errejón en el número 3 de la lista por Madrid

Las conversaciones para lograr la confluencia entre Podemos e IU de cara a las elecciones generales del 26 de junio deberán superar varios escollos. Uno de los más importantes, y probablemente de los últimos a tratar, será la confección de las listas. Podemos quiere evitar que su secretario político, Íñigo Errejón, pueda ser una carta a jugar en las negociaciones y ha optado por blindarle en la posición que ocupó en la papeleta el 20 de diciembre. “No existe ni ha existido un debate sobre su puesto en las papeletas. Va de suyo”, aseguran a eldiario.es desde la dirección del partido.

Las mismas fuentes aseguran que no se trata de una línea roja en la negociación porque no será materia de las conversaciones. “Damos por supuesto que no se va a abrir”, explican. Y añaden: “Que Íñigo sea el número 3 afianza el proyecto”. En la ejecutiva de Podemos no creen además que sea un problema para lograr el acuerdo con IU: “No va a ser un escollo”.

Desde que se destapó la posibilidad de que IU y Podemos reeditaran el intento de ir juntos a las elecciones uno de los elementos sobre los que giró el debate en los medios fue quién iba a ocupar el número 3 de la lista por Madrid. Nadie pone en duda que Pablo Iglesias encabezará la candidatura. Toda vez que las candidaturas son cremallera, el número 2 será para Carolina Bescansa. El siguiente es el puesto al que aspira el candidato de IU, Alberto Garzón. 

El dirigente de la coalición de izquierdas ha mostrado en público su intención de concurrir a la repetición electoral en la lista por Madrid. Y, sin mencionar expresamente un puesto en la lista, han sido muchas las ocasiones en las que ha reclamado visibilidad y reconocimiento.

El día 25, Garzón respondía a una pregunta expresa sobre su posición en la lista en caso de confluencia: “Es natural y está preconcebido así en el imaginario social que los candidatos de cada organización política, sin perjuicio de que haya confluencia, van por la lista de Madrid, porque, a efectos mediáticos y de visibilidad, suele ser lo más atractivo y es lo que parece que está naturalizado”.

Ese mismo día, en una entrevista en la radio el dirigente de IU señalaba: “Podemos tiene su referente y nosotros el nuestro”. Y añadía que él es el referente de IU. Para apuntalar la idea, el coordinador de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, apuntaba el pasado día 27: “Aunque estaríamos encantados que fuera por cualquier sitio, el lugar que le toca es federal y es Madrid”.

Ante el debate público que se había generado el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, salió en la noche del miércoles a la palestra a dejar claro en público lo que ya se había constatado en cerrado en el Consejo de Coordinación del partido. “No contemplo un escenario en el que Íñigo no sea el número 3”, aseguró en Antena 3. Antes, Iglesias ya había advertido de que su intención era que Podemos reeditara sus listas el 26J.

Ese mismo miércoles, a mediodía, Errejón ya adelantaba que su lugar en la lista no estaba en discusión. Unos días antes, sin embargo, había pasado más de puntillas por un asunto que en Podemos y en IU entienden que es espinoso y del que, insisten, no quieren hacer un campo de batalla. El martes 19, el secretario político era menos concreto: “No es cuestión de puestos ni de personas. [Hay que] poner todo el esfuerzo para que ninguna maquinaria de partido sea obstáculo para hablar a toda la gente que quiere el cambio. Que ninguna discusión entre organizaciones suponga un problema”.

La declaración era un aviso a navegantes, pero no necesariamente dirigido a IU. La intención, según fuentes de Podemos, era más bien evitar que el debate público enturbiara un proceso de confluencia por el que todos apuestan, que tiene muchas probabilidades de salir pero que puede descarrilar. Las mismas fuentes señalan que “en las conversaciones y contactos previos no se han planteado las listas como un campo de batalla”.

El tono general de las comparecencias públicas de los dirigentes de ambas formaciones contrasta con el clima previo al 20 de diciembre, cuando las negociaciones se frustraron casi desde el principio. El proceso entonces fue muy largo y la ruptura, abrupta, enfrió las relaciones entre ambos partidos. El trabajo parlamentario posterior permitió reconducir las aguas y la repetición electoral, que se analiza políticamente como una segunda vuelta, han puesto en bandeja la oportunidad de sumar fuerzas.

Por eso, tanto en IU como en Podemos quieren que la negociación sea corta. La coalición de izquierdas consultará a las bases entre el 2 y el 4 de mayo para afianzar el proceso negociador después de que la Presidencia federal diera su aval a Garzón para lanzar oficialmente las conversaciones. El 7 de mayo, fecha que no es inamovible, está convocado el Consejo Político Federal que deberá dar la luz verde definitiva al acuerdo.

En Podemos también confían en que el proceso sea corto. “Intentaremos ser lo más transparentes posible pero sin hacer una espectacularización del diálogo”, aseguran desde la dirección del partido.

El Consejo de Coordinación se reunió este jueves para comenzar el diseño de la campaña electoral, que dirigirá de nuevo Errejón como ya adelantó Pablo Echenique hace días. En Podemos también esperan que la negociación dure lo menos posible para permitirles hacer la pertinente consulta a las bases y, en caso de fracaso, para redirigir los elementos de precampaña ya lanzados.