Pablo Iglesias ganó Vistalegre 2 en febrero de 2017. Y consecuencia de esa victoria fue el acuerdo con Íñigo Errejón para su desembarco en Madrid como candidato a la comunidad autónoma. En abril de 2018, con Cristina Cifuentes tambaleándose por el escándalo de su máster, Podemos ha decidido acelerar con la oficialización de Errejón como candidato. Para ello, el miércoles pasado se puso en marcha un proceso de primarias que sigue negociándose y cuyo reglamento está previsto que se apruebe este domingo.
Pero el acuerdo entre la dirección estatal y autonómica con el sector próximo a Errejón no termina de sellarse. El secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político de Madrid se opuso a que el proceso para elegir candidato no fuera simultáneo al de la elección de la lista. Hasta tal punto, que dejó caer que no sería candidato si los procesos de primarias no eran simultáneos, posibilidad que dejó abierta el secretario general autonómico, Ramón Espinar, tras la reunión del Consejo Ciudadano Autonómico del pasado miércoles.
La situación creada, calificada por algunos medios como ultimátum, fue reprendida por Iglesias: “Ni media tontería, los madrileños no nos lo perdonarían”.
Podemos llegaba a este fin de semana dividido en Madrid, y con dos días para cerrar un acuerdo. Y a escasas horas para la reunión de este domingo, aún no está del todo sellado aunque ya hay un reglamento que se someterá este domingo a votación. Y que establece lo siguiente: “Primarias simultaÌneas para elegir al candidato y al conjunto de la lista; que la lista que se referencie en el/la candidato/a ganador/a y tenga una mayoriÌa holgada si es la lista maÌs votada; que el/la candidato/a ganador/a podraÌ designar un comiteÌ de campanÌa de su confianza y dirigir la misma en colaboracioÌn con el Consejo Ciudadano AutonoÌmico de Podemos pero con autonomiÌa; la exigencia de pluralidad de forma que las listas minoritarias cuenten tambieÌn con posiciones de salida [en alusión a Anticapitalistas y Lorena Ruiz-Huerta”.
Sin embargo, además de la simultaneidad en las primarias, el equipo de Errejón reclama mayor independencia en la dirección de la campaña y del comité de campaña, mientras que la dirección del partido defiende que haya coordinación entre el partido y su candidato. Y otro escollo más: el equipo del candidato reclama tener firma ante la Junta Electoral, algo que suele ser competencia de los equipos jurídicos y de Organización de los partidos y que resulta fundamental a la hora del registro de los acuerdos electorales, coaliciones, logotipos, nombres de la candidatura, etc... Así, Errejón tendría capacidad de veto ante hipotéticos acuerdos de confluencia o de la denominación de la candidatura: reclama firmas mancomunadas para que todas las decisiones requieran de acuerdos con él.
El tercer gran desencuentro tiene que ver con que el candidato a la Comunidad también quiere participar en la definición de las candidaturas de unidad popular de los municipios de la región para que se agrupen.
Tanto las fuentes próximas a la dirección del partido como al equipo del candidato, confían en poder cerrar el acuerdo en las próximas horas: “Hemos avanzado mucho, pero aún faltan detalles. Tenemos la posibilidad de ganar Madrid al alcance de la mano”, dicen unos y otros“.