Podemos apura su propuesta territorial antes de las elecciones catalanas
Podemos ha pasado de puntillas desde su nacimiento por uno de los temas más peliagudos de la política española: la cuestión territorial. Salvo referencias genéricas a un gran proceso constituyente si alcanzan el poder, a respetar el derecho a decidir y a buscar acomodo para que todas las sensibilidades estén a gusto, el partido de Pablo Iglesias ha sorteado un asunto que no aparece en los barómetros de opinión entre las principales preocupaciones de los españoles pero que marca indefectiblemente la agenda. La convocatoria de las elecciones catalanas del 27S ha supuesto un punto de inflexión en este debate y obliga al partido a posicionarse: Podemos llegará a la cita con una propuesta.
“Tenemos claro que hay que abordar el problema territorial”, señala Esperanza Gómez, miembro del Consejo Ciudadano estatal de Podemos y diputada en el Parlamento andaluz. Gómez, doctora en Derecho Constitucional, asegura a eldiario.es que “hasta ahora el modelo ha funcionado; pero ha llegado la hora de cambiarlo”. La prueba del agotamiento, dice, es que “incluso el PP” se ha mostrado partidario de una reforma constitucional en los últimos días. Es, concluye, una “oportunidad para redefinir el modelo” que se pactó durante la Transición. En palabras de Iglesias o de Iñigo Errejón, “romper el candado del 78”.
Para la dirección, Cataluña no es sino un síntoma de este agotamiento. El resultado de las elecciones del 27S tendrá un carácter plebiscitario. Las encuestas muestran que frente al bloque soberanista, dominado por Convergència y ERC, ha emergido como alternativa la candidatura Catalunya sí que es pot, en la que confluyen Podem, ICV y EUiA, entre otros.
Plurinacionalidad, financiación y modelo
La propuesta territorial de Podemos no está cerrada. El partido trabaja contrarreloj para llegar a la vuelta del verano. El primer borrador llegará en septiembre, confirma la secretaria de Acción Institucional estatal, Auxiliadora Honorato. Los ejes sobre los que se articulará el documento serán tres, según explica a eldiario.es.
Plurinacionalidad. “En los últimos años se ha construido una imagen de España uniforme”, asegura Honorato. La dirigente de Podemos defiende que no hay “nacionalidades de primera y de segunda” y aunque admite que sobre el papel la Constitución reconoce la diversidad del Estado, apunta que en realidad existe una “relación de subalternidad” de unas a otras. Gómez coincide: “Las comunidades, regiones y naciones tienen que estar a gusto. Y la España que ha construido el PP no les gusta”.
Financiación. Es el asunto más complejo, coinciden ambas dirigentes de Podemos. Acusan a PP y PSOE de haberlo utilizado como carta de negociación electoral y como “castigo” contra las comunidades autónomas.
La propuesta de Podemos, aún sin concluir, garantizará “la equidad, la justicia y la solidaridad”, según la secretaria de Acción Institucional. “Sin agravios entre regiones” que, cree, se han visto acentuados por la crisis. “Los ingresos han descendido y ahora las diferencias se notan más”, zanja.
Podemos planteará que los derechos se reconozcan con independencia del territorio. “El sistema quizá no sea del todo simétrico”, concede Honorato, “pero sí debemos garantizar el acceso a iguales servicios”, concluye.
La tercera pata del proyecto determinará el modelo de Estado en sí y la forma en la que las diferentes partes se relacionan entre sí y con el conjunto. Es decir, si el modelo será federal, confederal, central, autonómico, simétrico, asimétrico u otro apellido. “Hay que ser osados y sin miedo a las etiquetas”, asegura Honorato. “No es una cuestión de nombres, sino de ver lo que queremos”.
En este sentido hay dos cuestiones concretas en las que trabaja Podemos: el futuro del Senado y de las diputaciones provinciales. En ambos casos, cualquier modificación implicaría una reforma constitucional de calado. En cuanto a la Cámara Alta, Podemos defenderá una revisión que implique que sea una Cámara de representación territorial de verdad. “Eso o nada”, explica Honorato. Sobre las diputaciones, el partido de Iglesias aboga por avanzar en la descentralización y reordenación de competencias.
El mitin de Barcelona
“Cuando empezamos, dijimos que queríamos un mismo discurso en toda España”, recuerda la diputada andaluza. Esperanza Gómez pide paciencia y asegura que cuando el proyecto esté cerrado lo contarán “a los cuatro vientos”.
El listón lo había marcado hasta ahora, como en otros temas, el secretario general. Pablo Iglesias dio su primer mitin como líder electo de Podemos precisamente en Barcelona. Era a finales de 2014 y los catalanes habían sido llamados a votar apenas un mes antes en una consulta sobre la independencia. Ante miles de personas, Iglesias defendió el derecho a decidir y un proceso constituyente, pero también arremetió contra el soberanismo que antepone las banderas a la lucha contra los recortes y la defensa de los servicios públicos. La referencia al abrazo entre el diputado de las CUP David Fernández y el presidente catalán, Artur Mas, motivó un enfrentamiento entre ambos.
Podemos siempre ha querido mostrarse deferente con las comunidades históricas. Especialmente con Cataluña. No es una casualidad que Podemos cerrara la Asamblea de Vistalegre con uno de los himnos de la lucha contra la dictadura, L'Estaca de Lluís Llach. El cantautor catalán elogió por aquella época a Podemos en un programa de Salvados. Desde entonces, Podemos ha tenido que definirse en los programas electorales del 24M. Llach se mostró el pasado mes de mayo desencantado con el programa de Iglesias y la no inclusión del derecho a decidir.
Un verano después, Podemos está a punto de cerrar su propuesta de Estado con la intención de decir lo mismo en toda España y de reformar una estructura que, creen, está caduca. Una idea que no es nueva pero que, de momento, nadie ha logrado.