El escándalo por el máster fraudulento de Cristina Cifuentes impacienta a las direcciones estatal y autonómica de Podemos, que quieren oficializar cuanto antes a Íñigo Errejón como candidato del partido a la Comunidad de Madrid en 2019. Pese a sus resistencias. El secretario general en la región, Ramón Espinar, reunirá este miércoles a su Consejo Ciudadano (CCA). El orden del día de la convocatoria no alude expresamente al calendario de primarias, pero fuentes de la dirección regional confirman a eldiario.es que en el órgano se debatirá la conveniencia de celebrarlas “lo antes posible”. Las mismas fuentes aseguran que serán “seguro” antes del verano.
Espinar controla el CCA, el máximo órgano entre asambleas, con mayoría absoluta y puede imponer su criterio, compartido con la ejecutiva estatal.Este lunes, el secretario de Organización, Pablo Echenique, y la portavoz del Consejo de Coordinación estatal, Noelia Vera, impelían a Errejón. “El Gobierno de la Comunidad de Madrid se está descomponiendo y Errejón tiene que tomar el mando”, insistía Echenique.“Es urgente que pase ya por ese proceso”, añadía Vera.
La decisión de este miércoles será declarativa, según las fuentes consultadas por eldiario.es. No se fijará un calendario. “Hablaremos de la situación política excepcional en la que se encuentra la Comunidad de Madrid”, señalan desde la dirección regional. “Y también de la situación 'excepcional' en la que nos encontramos nosotros ante la falta de candidato 'formal”, añaden.
Errejon ha sido invitado a asistir al CCA aunque de momento “no ha confirmado su asistencia”.
Las primarias, en cualquier caso, servirán para determinar la candidatura de Podemos. En caso de que finalmente se cierre una confluencia con IU y otras organizaciones, como parece seguro, es muy probable que se tenga que producir algún tipo de proceso posterior para la composición final de las listas.
La presión sobre Errejón no es nueva, pero sí creciente. Las primeras voces que le pidieron dar un paso ya se oyeron hace ahora un año, cuando estalló el caso Lezo, es escándalo de corrupción que asuela a la principal empresa pública madrileña, el Canal de Isabel II, y que se llevó por delante a Ignacio González (preso) y a Esperanza Aguirre (dimitida).
Este mismo mes de enero, el secretario general, Pablo Iglesias, ratificaba su apuesta por Errejón como candidato. Y el sábado, en la clausura del evento En Marcha 2019, insistía: “Necesitamos que Íñigo Errejón sea candidato”.
El dirigente y diputado nacional, por su parte, ha apostado desde el principio por tener un perfil discreto y trabajar el territorio, algo fundamental para su estrategia. En su entorno sostienen que unas elecciones autonómicas no tienen nada que ver con unas generales. Que salir en los medios no es una garantía de nada. Y que hay que recorrer la región e ir a los pueblos. “Cocinar la candidatura a fuego lento”, como apuntaba este mismo lunes en una comparecencia ante los medios en el Congreso en la que ha arremetido contra Ciudadanos por mantener a Cifuentes al frente del Gobierno regional.
El cerco a la presidenta de la Comunidad de Madrid, primero por la corrupción y ahora por su máster fraudulento, han devuelto a Errejón a la primera línea de la política mucho antes de lo que él mismo deseaba. La sucesión de informaciones sobre falsificaciones y favores políticos en la Universidad Rey Juan Carlos, además de la moción de censura planteada por el PSOE y la presión sobre Ciudadanos para que actúe contra una Cifuentes que les debe la Presidencia apuntan a que la presión mediática no decaerá, al menos hasta el verano.
Este es el motivo que aluden tanto en la dirección estatal como regional para intentar convencer a Errejón. Creen que con el PP en un momento de debilidad como el actual no tener candidato confirmado debilita sus opciones. Si Errejón se oficializa, sostienen, podrá acumular capital político. Máxime cuando de momento ningún partido ha señalado a sus números uno para 2019, aunque nadie duda de que Ángel Gabilondo lo será por el PSOE e Ignacio Aguado por Ciudadanos.
La actual situación de bicefalia en Podemos genera ruido, creen los responsables orgánicos del partido. Incluso tricefalia. La portavoz del grupo parlamentario en la Asamblea es Lorena Ruiz-Huerta, que suena como posible rival de Errejón en esas inminentes primarias.
Ruiz-Huerta, ligada al sector de Anticapitalistas en la región, fue la candidata en la moción de censura que presentó su grupo en 2017 por el caso Lezo. Y defenderá la posición de Podemos en la moción que ha presentado Ángel Gabilondo y que se debatirá en una fecha por determinar, pero antes del próximo 7 de mayo.
Desde Anticapitalistas apuntan a eldiario.es que “no es el momento” de hablar de la candidatura de 2019 en plena crisis del PP de Madrid, que además no tiene un relevo claro para una Cristina Cifuentes amarrada al sillón.
Íñígo Errejón, por su parte, pide paciencia. Durante la conferencia que ofreció este sábado en el evento En Marcha 2019 junto a Teresa Rodríguez, Violeta Barba y Mireia Mollá (Compromís), el secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político apuntaba a que la ciudadanía española vive un proceso de “reflujo” en el impulso del cambio político ante la “desmoralización” que supuso ver cómo Mariano Rajoy se mantenía en el Gobierno de la Nación.
“No podemos descartar en modo alguno que la desmoralización no se extiendenda da manera plena”, señalaba. “La gente se moviliza cuando cree en la transformación. No debemos insistir todo el rato en la corrupción, sino en la esperanza que moviliza a los de abajo”, apuntaba.
“Mucha gente sabe que no se puede confiar en los privilegiados. Tenemos que convencerles de que pueden confiar en nosotros”, zanjaba Errejón. Ese es el trabajo que el candidato in pectore quiere hacer de forma callada, alejado de los medios.
El dirigente sabe no obstante que no podrá vencer la presión continuamente. No solo la interna, también la mediática. Este mismo lunes reconocía que no todo depende de él. “Si las cosas se aceleran tendremos que ver los plazos”, apuntaba.