Podemos no ha tenido que esperar a las elecciones generales para llegar a las instituciones del Estado. Maribel Mora y Ramón Espinar han entrado en el Senado por designación de los parlamentos de Andalucía y Madrid, respectivamente, y se prevé que en los próximos días lo haga Pilar Lima en representación de la Comunidad Valenciana. Esto obligará al partido a fijar su postura en temas sobre los que hasta ahora había mostrado cierta indefinición. Tendrán que votar una treintena de leyes que se espera que se tramiten en la cámara, entre las que se encuentran la reforma del aborto, los Presupuestos Generales del Estado y la ley de la carrera militar.
Ramón Espinar adelanta la postura que prevén adoptar respecto a los Presupuestos Generales del Estado, que se prevé que se tramiten antes de la disolución de las Cortes para la convocatoria de elecciones. “Por la política que viene haciendo el Gobierno en los últimos años, nos tememos que tendremos que presentar una enmienda a la totalidad y plantear una alternativa a la propuesta del Gobierno”, afirma, aunque se muestra cauteloso a la espera de conocer el proyecto del Ejecutivo.
También adelanta la línea en la que iría esa propuesta alternativa de Presupuestos: “Las políticas de austeridad y recortes de derechos sociales solo han generado más depresión y más crisis. Hay que cambiar esas políticas para que el país salga adelante”. Cuando se debatan las cuentas del Estado, tendrán la oportunidad de mostrar las políticas económicas concretas que proponen. Si finalmente se decantan por pedir una renta básica universal, propuesta que demandaban en sus inicios y después han dejado de lado, podrán presentar una enmienda al respecto. Otro tema sobre el que se verán obligados a posicionarse es el aborto. Hasta ahora han mantenido cierta indefinición al respecto, pero su reforma se aprobó este jueves en el Congreso de los Diputados y será después tramitada en el Senado.
Espinar afirma que esos posicionamientos se determinarán de forma participativa. “Podemos recoge demandas de la ciudadanía y las elabora en políticas a través de las áreas del Consejo Ciudadano, de los círculos sectoriales y de los círculos territoriales, y nosotros tenemos que ser la voz de eso en las instituciones”, explica, aunque dice que aún están discutiendo cuál va a ser el mecanismo para canalizar ese trabajo.
Una institución que “sirve para poco”
Maribel Mora y Ramón Espinar se han incorporado a una cámara parlamentaria que no creen que tenga mucho poder en la práctica. “Ni las comunidades autónomas tienen un poder decisorio real ni, con un rodillo absoluto del PP, que no facilita ningún diálogo, es posible hacer grandes cambios”, considera Mora. “Esta institución ahora mismo sirve para poco. O es realmente una cámara de representación de la pluralidad del país de países que es España o lo mejor que se puede hacer es cerrarla”, sentencia Espinar, más rotundo.
De momento, Podemos tiene tres senadores confirmados. Aún cabe la posibilidad de que se sumen representantes de las comunidades autónomas que todavía no han decidido su designación, pero no se espera que puedan llegar a ser suficientes como para formar un grupo parlamentario propio. Esto limita las posibilidades de incidencia del partido en una cámara cuya capacidad legislativa ya es de por sí reducida; participa en la elaboración de las leyes pero el Congreso de los Diputados siempre tiene la última palabra.
Tanto Mora como Espinar muestran más expectativas en otra de las funciones de la cámara: el control al Gobierno. “Cada senador, independientemente del grupo en el que esté, puede plantear de forma ilimitada preguntas escritas al Gobierno o preguntas orales y comparecencias de cualquier ministro o alto cargo en las comisiones”, explica Mora. Ambos senadores muestran ganas de interpelar al Ejecutivo. En el Pleno sí tienen más limitadas las iniciativas, ya que deben repartirlas entre todos los miembros del grupo mixto, que incluye formaciones tan heterogéneas como Izquierda Unida, Foro Asturias, Bildu o Esquerra Republicana.
Duplicidad de cargos
Ramón Espinar compagina su cargo de senador con el de diputado autonómico en la Asamblea de Madrid. Podemos prefirió tener un miembro con dos cargos institucionales al mismo tiempo a quedarse sin representación en la Cámara Alta, ya que la normativa de esta comunidad autónoma solo permite designar como senadores a miembros del parlamento regional. “Eso es una locura y hay que cambiarlo, pero mientras sea así no vamos a renunciar a tener senadores. Tenemos que aprovechar los espacios de representación democrática que nos tocan”, manifiesta Espinar, y asegura que van a discutir si proponer un cambio en la normativa para que en el futuro se puedan designar senadores que no sean diputados autonómicos, como ocurre en otras comunidades.
En cualquier caso, Espinar no tendrá que mantener esa duplicidad más de doce meses, ya que el grupo parlamentario de Podemos en la Asamblea de Madrid decidió establecer una designación rotatoria, de manera que cada año entre un diputado distinto de Podemos en el Senado. Por otro lado, no cobrará de las dos instituciones; planea donar íntegramente su retribución del Senado al partido y a diferentes proyectos sociales y ha renunciado a las tarjetas de transporte, seguros y demás gratificaciones que la Cámara Alta otorga a todos sus titulares. En cuanto a la retribución que percibe del parlamento madrileño, también asegura que donará una parte, de manera que se quedará sólo con el equivalente al triple del salario mínimo interprofesional.
Maribel Mora, por su parte, no tendrá ningún otro cargo institucional, aunque sí ha pedido la compatibilidad con el ejercicio de la abogacía. Pretende ejercer como abogada “de manera altruista” en casos de vulneraciones de derechos humanos, lo que venía haciendo hasta ahora en la asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. “Para mí es importante, para no perder el contacto con la realidad social, sobre todo de Andalucía”, explica. También ha renunciado al plan de pensiones, el seguro y la tablet que el Senado otorga a los parlamentarios. No obstante, al no tener otro cargo, ella sí se queda con la parte de la retribución que equivale a tres salarios mínimos, así como con el teléfono móvil y la asignación para alojamiento y transporte, puesto que se tiene que desplazar desde Andalucía.