La Policía da por cerrada su investigación del caso de la alteración de pruebas en la madrileña comisaría del distrito de Carabanchel, tras citar hoy a cincos agentes como imputados no detenidos y a uno como testigo.
Fuentes policiales han señalado a Efe que con esta última actuación se da por cerrado “policialmente” el caso, por el que habían sido detenidos cinco agentes adscritos a Policía Científica de esta Comisaría y dos a la Judicial, que fueron puestos en libertad con cargos tras prestar declaración.
La investigación se inició a raíz de una denuncia de la Brigada Provincial de Policía Científica, y en ella ha participado Asuntos Internos. Ahora, el juzgado de Instrucción número 25 de Madrid sigue con el proceso.
Los detenidos de Científica fueron acusados de alteración de pruebas en inspecciones oculares de hechos delictivos como robos, mientras que los de Judicial podrían haber sido conocedores de estas prácticas irregulares.
Los policías podrían haber alterado algunas pruebas con el objetivo de que la huella de una persona hallada en un lugar se vinculara a otro hecho delictivo diferente.
Al parecer, los agentes de la Brigada Provincial de Policía Científica que supervisan las huellas halladas en pruebas recogidas por los policías de las comisarías se percataron de que eran demasiado perfectas, lo que levantó sus sospechas y provocó el inicio del caso.
De todos modos, los agentes arrestados no investigaban casos importantes, sino asuntos menores propios de un distrito como el de Carabanchel, como robos con fuerza en viviendas o butrones, según las fuentes.
Aunque no ha trascendido el resultado de la auditoría llevada a cabo para esclarecer estos hechos, fuentes de la investigación han indicado a Efe que se trataría de casos aislados y “muy contados”.
La responsable de la Comisaría de Carabanchel, Gloria Martínez, fue destituida de su puesto en diciembre cuando la Policía comenzó a tener claras sospechas de la supuesta implicación de un grupo de agentes a su cargo en esta alteración de pruebas.