La Policía Nacional ha dejado sin empleo y sueldo a Sergio Ríos, el que fuera chófer del extesorero del PP Luis Bárcenas, y a otros dos agentes implicados en la operación Kitchen que investiga la Audiencia Nacional, el comisario Andrés Gómez Gordo y el inspector jefe José Ángel Fuentes Gago, han informado a Europa Press fuentes policiales.
La decisión de apartarles de sus puestos, adelantada por 'El Confidencial', incluye a estos tres policías que figuraron entre los comparecientes en la comisión de investigación por el caso Kitchen abierta en el Congreso de los Diputados.
Sergio Ríos, que entró en la Policía Nacional después de prestar sus servicios como chófer a la familia de Bárcenas, guardó silencio ante las reiteradas preguntas de los diputados. “Se está investigando y hay una parte muy importante todavía bajo secreto, me voy a acoger a mi derecho a no contestar”, dijo.
Señalado por otros comisarios como la persona captada por la presunta trama corrupta para las vigilancias sobre la familia del extesorero del PP, Sergio Ríos aguantó más de una hora de preguntas sobre su relación con el comisario José Manuel Villarejo y su “paso de portero del prostíbulo” a chófer de Francisco Granados y Luis Bárcenas, “y de ahí a la Policía”, a pesar de que le recordaron que tuvo una de las peores notas del examen de acceso. Todo ello, con continuas advertencias de que corría el riesgo de pasar a la historia como un “chivato”.
El comisario Andrés Gómez Gordo evitó contestar a las preguntas sobre su implicación en la trama 'Kitchen' así como de su relación con la exdirigente del PP María Dolores de Cospedal o la cúpula del Ministerio del Interior para, según dijo en el Congreso, no perjudicar su estrategia de defensa en la Audiencia Nacional.
Gómez Gordo, que fue cargo de confianza de Cospedal en la etapa de ésta como presidenta de Castilla-La Mancha, ha sido señalado por otros mandos como la persona que captó a Sergio Ríos, el chófer de Bárcenas.
José Ángel Fuentes Gago estaba destinado a la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía Nacional cuando se produjo el presunto caso de espionaje a Bárcenas, siendo ministro del Interior Jorge Fernández Díaz.
El inspector jefe de la Policía aseguró en el Congreso que no tuvo ninguna relación ni supo nada en relación con este operativo para sustraer información sensible al extesorero del PP. Además, ha lamentó que “nadie le hiciera caso” sobre la necesidad de investigar la filtración de un informe sobre el patrimonio del comisario jubilado José Manuel Villarejo, cuya detención en 2017 precipitó la investigación que llevó al caso Kitchen.