La Policía incautó a Luceño evidencias de que falsificó documentos oficiales para el negocio de las mascarillas

Pedro Águeda

18 de enero de 2023 19:41 h

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El registro ordenado por el juez del caso mascarillas en el domicilio y la empresa de Alberto Luceño permitió a la Policía incautarse de evidencias acerca de las falsificaciones de documentos oficiales que fabricó el comisionista hasta ganar cinco millones de euros de dinero público en comisiones. Los agentes encontraron varias versiones de una carta firmada por el alcalde de Madrid para facilitar la salida del material de China, un certificado del Hospital Puerta de Hierro y otro emitido por el Director General de Emergencias, según un reciente informe incorporado a la causa a la que ha tenido acceso elDiario.es.

En el caso de la carta firmada por Martínez-Almeida, el contenido de la misma se repite varias versiones encontradas a Luceño, pero entre las mismas varían “algunos detalles”, escribe la Policía. En una aparece el nombre y la dirección de Luceño en la esquina superior izquierda, lo que no ocurre en las otras; o en unas versiones hay sellos del Ayuntamiento de Madrid que desaparecen en las otras. En otra llega a incluir el emblema del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. “La multitud de versiones con modificaciones –concluyen los investigadores– desvirtuarían el contenido original de los mismos”.

El hecho de que el Ayuntamiento redactó, o al menos tenía conocimiento del contenido de la carta, fue certificado por la responsable de compras del Ayuntamiento, Elena Collado, quien declaró al fiscal: “[Luceño] decía que le podía facilitar con las autoridades chinas que nuestro alcalde nos hiciera una carta diciendo que esta persona estaba colaborando con el Ayuntamiento y que le trataran bien”. 

La falsificación de documentos es una de las cuatro acusaciones que pesan sobre Luceño y Medina. Además, el juez Adolfo Carretero les atribuye indiciariamente los delitos de estafa, blanqueo agravado de capitales, falsificación de documento público y alzamiento de bienes. Además de para reforzar la falsificación documental que obraba en la casa, el registro ha servido para para añadir esta misma semana un segundo delito por el mismo tipo relacionado con el hallazgo de un carnet y una placa falsas del CNI a nombre de Luceño.

“Acuerdo de voluntades” con San Chin Choon

El registro sorpresivo de septiembre fue propuesto por Anticorrupción ante las sospechas de que Luceño había condicionado las versiones exculpatorias que el empresario malasio San Chin Choon remitió al Juzgado a través de varios correos electrónicos. En este sentido, y de acuerdo a lo incautado referente a San Chin Choon, a lo más que puede llegar la Policía es a concluir que se produjo “un acuerdo de voluntades posterior, para aunar versiones, ante las dudas de la autoridad judicial sobre la autoría y legitimidad de los documentos objeto de estudio, tratando de solventar así posibles irregularidades desarrolladas en la confección de los mismos”.

La Policía considera que las dos firmas, de trazo distinto, que se encuentran en los documentos aportados por Luceño al principio de la investigación –un certificado de autenticidad emitido presuntamente por una organización internacional de comercio o el certificado de “agente exclusivo” de Leno– son auténticas y pertenecen a San Chin Choon. 

Esta conclusión provisional desvirtúa la acusación incluida en la querella del fiscal Anticorrupción, Luis Rodríguez Sol, que dio origen al caso y en la que se indicaba que Luceño había falsificado la firma de San Chin Choon en los citados documentos. “Del análisis de la disposición de esas firmas se desprende que ambas estarían asociadas a la misma persona, siendo esta San Chin Choon”, recoge el informe de la Policía Judicial, fechado el pasado lunes, 16 de enero. 

Con todo, hay algo que no concuerda pero que puede responder a una improvisación de Luceño durante el interrogatorio: Si las dos firmas son de San Chin Choon, ¿por qué Luceño explicó ante el fiscal en noviembre de 2020 que una de ellas pertenecía a otro directivo de Leno, la compañía malasia, distinto al mencionado y al que él no conocía?. 

“Lógicamente, debes responder SÍ”

En cualquier caso, los policías han encontrado en el teléfono de Luceño unos mensajes con un ciudadano chino, el tal Anthony, que utilizaba como nexo con San Chin Choon, al no hablar este inglés de forma fluida. Luceño dice haber escrito ya al malasio para asegurarse de que sus versiones concuerdan en la declaración que éste debía prestar ante las autoridades de su país en respuesta a la comisión rogatoria cursada desde España. A continuación pide a Chang Beng Kay, ‘Anthony’, que se asegure de que el malasio lo ha entendido. 

“Te preguntarán si reconoces el documento y si esas son tus firmas, lógicamente la respuesta es SI”, le traslada Luceño a ‘Anthony’ que le ha pedido a San Chin Choon. En otro momento, el español lanza: “Y en ese documento reconocerá que todos los documentos son reales y formados por él y autorizados por él, ¿verdad? Aquí en España la prensa nacional especula todos los días”. “El fiscal piensa que como Leno tiene dos firmas, una del NCNDA y Contrato de Agente y otra de la SPA, he falsificado la firma. Y lejos de toda realidad”.

Estos mensajes añaden aún más confusión a la supuesta negativa de San Chin Choon a responder a la comisión rogatoria cursada desde España. El supuesto empresario asegura que sí que respondió a las 17 preguntas de Anticorrupción y llegó a remitir las respuestas a las mismas en una de sus comunicaciones informales al juzgado. Sin embargo, la comunicación oficial de las autoridades de Kuala Lumpur al magistrado Carretero aseguraba que San Chin Choon se había acogido a su derecho a no declarar.

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