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El policía que culpa a la doctora Pinto de acoso a López Madrid admite errores en su investigación

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Pedro Águeda

El inspector jefe de la Policía Alberto Carba ha admitido este jueves ante la jueza errores en su investigación del caso López Madrid, cuyas conclusiones pasan por exculpar al empresario del acoso a la doctora Elisa Pinto y responsabilizar a la mujer de organizar toda una trama.

Carba atribuyó a una falsedad el testimonio de la doctora sobre el pinchazo que el comisario José Manuel Villarejo la asestó presuntamente en plena calle de Madrid el 10 de abril de 2014. Entre otras cosas, concluyó en su informe que no se podía demostrar que el coche de la doctora estaba en esa zona en el momento que ella señala. Unas cámaras de seguridad, sin embargo, graban al vehículo. Esta circunstancia ha tenido que ser admitida por el policía ante la jueza un año y medio después de sus conclusiones. El agente ha reconocido que pudo comprobar que así era cuando un medio de comunicación publicó las grabaciones, informan fuentes jurídicas. 

La doctora Pinto remitió un escrito a la Secretaría de Estado de Seguridad en febrero de 2015 exponiendo que en 13 ocasiones había acudido a la comisaría de Chamartín para denunciar el acoso de López Madrid sin que le hicieran caso. Finalmente, la Policía designó al inspector jefe Carba para que investigara esa supuesta dejadez del centro policial. Pero Carba ha reconocido ante la jueza que en ningún momento ha pisado esa comisaría para interesarse por qué no dieron importancia alguna al caso a la doctora. 

Su arranque de la investigación fue en un punto muy diferente, el Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid, esto es, el que mantiene imputada a la doctora Pinto por una denuncia de López Madrid posterior a la que presentó la mujer. El policía, por tanto, se dedicó a estudiar los indicios contra la doctora y no los que había contra el hombre en el Juzgado en el que ha declarado como testigo este jueves, el 39.

La jueza del 26, Concepción Jerez, tenía en su poder un informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que ponía de manifiesto las “estrechas relaciones” de López Madrid con un grupo de comisarios de la Policía. Los agentes de la Benemérita habían llegado a esa conclusión al volcar los datos del teléfono del empresario. Con ese informe, la jueza encargó a la Policía que indagara en esa relación por si estos comisarios habían interferido en la investigación a favor del yerno de Villar Mir. Entre esos comisarios se encuentra José Manuel Villarejo, con el que el empresario se intercambia decenas de llamadas. La Policía derivó también ese encargo al inspector jefe Carba. 

El policía incluyó en su informe que la doctora nunca comunicó a los responsables de su hijo, de diez años entonces, las supuestas amenazas de un hombre a la salida del colegio. El inspector jefe reiteró este jueves que habló con dos responsables del colegio y eso le bastó, aunque en el análisis de las llamadas del teléfono de la doctora consta que ésta se comunicó con la dueña del centro educativo para este asunto, algo que la responsable del colegio ha admitido. 

El policía también ha tenido que admitir que, en contra de lo que concluyó, la doctora no fue a limpiar su coche con restos de sangre después de una primera agresión con arma blanca, anterior a la de Villarejo y cometida supuestamente por otro hombre. En este caso, el policía también ha reconocido que se limitó a dar por bueno las afirmaciones del sumario realizadas por otros compañeros.

A pesar de ello, el policía ha insistido ante la jueza en que López Madrid es víctima de la doctora Pinto. El agente incluso llegó a escribir que la doctora utilizó a su hijo para escribir las notas de acoso a López Madrid. Los originales de las notas han desaparecido y el cotejo tuvo que realizarse con fotocopias que destacaban las coincidencias entre los rasgos de esas letras y un trabajo del niño que la Policía recabó del colegio. Solo se ha podido encontrar un supuesto original para cotejar y es de una nota que entregó López Madrid con un año de retraso. 

La defensa de la mujer ha preguntado al policía si no existe incompatibilidad en el hecho de que su esposa elaborara un informe de conducta en el que también se incrimina a la doctora Pinto, a pesar de que la agente ni siquiera llegó a entrevistarla. El policía ha defendido la profesionalidad de su mujer y su papel en la Unidad de Análisis de Conducta y se ha desvinculado de la decisión de que fuera ella quien interviniera en el caso. La defensa de la doctora sostiene que el informe de Carba es fruto de un montaje policial para exculpar a Villarejo y a López Madrid

López Madrid se desvincula de la grabación

Durante la jornada del jueves, y también a petición de la defensa de Pinto, ha declarado el empresario Javier López Madrid. El hombre que apuñaló a la doctora, el comisario Villarejo según su relato, le dijo: “López Madrid quiere que cierres la boca”. La abogada de Pinto quería que López Madrid aclarara la grabación de una conversación que tuvo lugar en el despacho de la doctora cuando el empresario, acompañado de otro hombre, fueron a advertirla de que iba a tener problemas con la Policía por lo que estaba haciendo. 

Según la doctora, el hombre que la acompañaba, y que permaneció en silencio todo el tiempo, es Villarejo. Esa conversación acabó manipulada y publicada en El Español. López Madrid ha declarado no ser responsable de esa grabación y ha añadido conocer si quiera que se hubiera realizado. 

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