Agentes de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía se personaron ayer viernes en la redacción de Okdiario para requisar todo el material relacionado que pudiera guardar el medio procedente del teléfono sustraído a una colaboradora de Pablo Iglesias en noviembre de 2015, han avanzado a eldiario.es fuentes del caso.
Los agentes presentaron un mandamiento del juez en el que se exigía el original y las copias posibles de la tarjeta del teléfono y se prohibía la publicación de cualquier información procedente de la misma. El medio digital de Eduardo Inda publicó en julio de 2016 el contenido de un chat interno de Podemos en el que Pablo Iglesias hablaba de azotar a la presentadora de televisión Mariló Montero.
El mandamiento judicial está dictado en el marco de la pieza número 10 del caso Villarejo, abierta a raíz de la aparición entre la documentación incautada al comisario de la copia del teléfono de Dina Bousselham, asistente de Iglesias durante el periodo de éste en el Parlamento europeo. eldiario.es se ha puesto en contacto con Okdiario y en un primer momento el medio ha declinado hacer declaraciones. Posteriormente, desde Okdiario han explicado que la Policía se llevó solo los pantallazos ya publicados en la web de este periódico, porque “han pasado ya tres años y no conservamos más información”.
En noviembre de 2015, poco después del regreso de Iglesias y su equipo a Madrid para centrarse en las elecciones generales, alguien sustrajo el teléfono de Bousselham cuando hacía unas compras en un centro comercial de Alcorcón, según ha declarado ella al juez. En ese teléfono estaba la información que publicó meses después Okdiario.
La pasada semana, Iglesias y Bousselham comparecieron en la Audiencia Nacional en el marco de esta pieza, declarada secreta. El juez del caso, Manuel García Castellón, les ofreció personarse como perjudicados y, junto a los fiscales Anticorrupción, les formuló varias preguntas.
Los investigadores sospechan que la sustracción y publicación del teléfono podría ser parte de una operación del Ministerio del Interior de la época para perjudicar a Podemos en un momento en el que la formación de Pablo Iglesias tenía opciones de materializar un cambio de Gobierno si se aliaba con el PSOE.
En esta tesis abunda que el material apareciera entre el archivo de Villarejo, el comisario implicado en las maniobras policiales contra la oposición que se dieron durante la primera legislatura de Mariano Rajoy, y que parte de su contenido acabara publicado en un medio de comunicación que había publicado distintas informaciones procedentes de la brigada política contra Podemos, como el falso informe PISA.
Iglesias entregó una copia de la tarjeta del teléfono que le había hecho llegar a su vez el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio Mosbah. El empresario fue llamado a declarar por el juez y le explicó que la información había llegado a la revista Interviú, ya desaparecida, y que el grupo decidió entregarle la copia al afectado, Pablo Iglesias, una vez constató que no tenía relevancia informativa.
Todo eso ocurrió antes de que Okdiario publicara la información sobre el chat. Asensio, según las citadas fuentes, dijo desconocer el origen de la copia. Por este motivo, el juez ha llamado a declarar como testigo al entonces director de la revista del Grupo Zeta, Alberto Pozas, hasta ayer director de información nacional en Moncloa. La citación motivó la renuncia de Pozas a seguir trabajando junto a Pedro Sánchez.