El PP ha utilizado su mayoría en la Mesa del Congreso para rechazar admitir a trámite el primer intento del PSOE de interpelar al presidente Mariano Rajoy por el llamado 'caso Bárcenas', paso previo para que los socialistas lleven a cabo su propósito de someter a votación la reprobación del jefe del Gobierno.
En esta ocasión, el PP ha argumentado que no hay razones de interés general para convocar un Pleno extraordinario en el que se debate una interpelación al presidente del Gobierno que, además, presenta dudas reglamentarias.
Con este veto, adoptado con los votos del PP y la abstención de CiU, la interpelación de Rajoy no se discutirá en la Diputación Permanente prevista ara este martes por la tarde.
Desde el PP venían avisando de que la interpelación al Gobierno es un mecanismo para controlar a los ministros pero no al presidente y recuerdan que esa idea de debatió en los trabajos de reforma del Reglamento de 2005. Entonces, estando en la oposición, era el PP el que pedía interpelar todas las semanas al jefe del Ejecutivo pero el PSOE, que en esos años estaba en el Gobierno, se negaba.
El Reglamento determina que es el Gobierno el que decide cuál de sus integrantes responde a las interpelaciones planteadas por la oposición y no son raros los casos en que un partido se dirige a un ministro y el Gobierno escoge otro para el debate.
En el orden del día de la reunión de la Diputación Permanente del Congreso de este martes figura esa propuesta del PSOE de celebrar un pleno extraordinario para interpelar al presidente del Gobierno por el caso Bárcenas, al considerar que las explicaciones que ofreció Mariano Rajoy el pasado día 1 en el Senado han quedado desfasadas tras la declaración de los secretarios generales del PP ante el juez Pablo Ruz.
El PSOE ya ha avisado de que, si el PP veta su propuesta de interpelar a Rajoy, presentará otra sin determinar a qué miembro del Gobierno se dirigen para que, según ha explicado la portavoz socialista Soraya Rodríguez, el presidente decida en quién delega la explicación de sus “mentiras” en sede parlamentaria.
La interpelación, con Rajoy o sin él, es el paso previo para que el PSOE presente una moción al Pleno del Congreso que incluya la propuesta de reprobación del presidente del Gobierno.