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El PP alienta un discurso frentista contra el posible gobierno de Sánchez ante el fiasco de la investidura de Feijóo

La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, repasa su discurso de inicio del curso político en la región junto al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, el pasado 31 de agosto en Collado Villalba.

Aitor Riveiro

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La relación entre las opciones de Alberto Núñez Feijóo de ser presidente del Gobierno y el endurecimiento del discurso del PP es inversamente proporcional. Según disminuyen las primeras, aumenta el segundo. El previsible fiasco de la investidura de finales de septiembre, reconocido por el propio candidato, y la posibilidad de que Pedro Sánchez sea reelegido presidente, ha enardecido al ala más extrema de la derecha, con Ayuso y Aznar a la vanguardia. Pero el propio Feijóo, con un lenguaje diferente, insiste en su estrategia de deslegitimar a las instituciones del Estado y arremete preventivamente contra el Tribunal Constitucional, además de convocar actos en la calle para tapar su derrota.

Los cuchillos no vuelan, de momento, dentro del PP. El partido respalda a Feijóo en su intento de investidura y, de forma mayoritaria, en su plan de liderar la oposición a un hipotético Gobierno de PSOE y Sumar. La idea, el deseo más bien, es que la compleja aritmética de los apoyos para la investidura de Sánchez sean inviables con el tiempo, y el Ejecutivo decaiga antes de dos años.

Es el plazo que se dan en la sede nacional del PP, y que comparten los líderes autonómicos consultados por elDiario.es. Esos dos años son los que duraba el hipotético Gobierno que Feijóo planteó a Pedro Sánchez en su reunión de hace unos días en el Congreso y que el secretario general del PSOE rechazó.

Feijóo se prepara a dos semanas de su propia investidura para liderar la oposición o, en el mejor de los casos para él, para una repetición electoral a la vuelta de las próximas navidades, y en las que el PP confía en mejorar el resultado del 23J, muy lejos de sus expectativas, pero sobre todo de tener opciones de gobernar.

La constatación del fiasco ha cambiado así la estrategia del PP, donde está cogiendo vuelo un discurso cada vez más duro, de retórica frentista, y un ahondamiento en la continua deslegitimación de las instituciones democráticas del Estado. Una estrategia emprendida en su momento por Pablo Casado y exprimida por el propio Feijóo, que ya ha puesto en la diana al Tribunal Constitucional.

El tribunal de garantías ha rechazado la pretensión del PSOE de recontar los miles de votos nulos emitidos el pasado 23J en Madrid. Una victoria del PP, que se garantiza así el escaño 137, que ha servido a los de Feijóo para atacar al organismo que vela por el cumplimiento de la Constitución en España.

“Ni siquiera este Tribunal Constitucional ha sido capaz de dar la razón al PSOE”, apuntó el PP en un comunicado en el que denuncian un “asalto institucional perpetrado por Sánchez durante los últimos años”, pese a que Génova mantiene bloqueado el Poder Judicial desde hace más de un lustro.

En declaraciones públicas, no pocos dirigentes del PP han insinuado que la decisión unánime del Constitucional forma parte de un supuesto plan para “blanquear” una futura e hipotética decisión sobre la amnistía. “El PP de Madrid está satisfecho con el rechazo del Tribunal Constitucional al recurso del PSOE, pero esperamos que esta resolución no sirva para blanquear posibles y futuros pronunciamientos del Constitucional”, dijo el secretario general de Isabel Díaz Ayuso y senador, Alfonso Serrano.

Ayuso, los “bandos”, el “combate” y Felipe VI

El discurso más beligerante lo vuelve a liderar Isabel Díaz Ayuso. La presidenta madrileña había regresado de las vacaciones con un perfil más bajo del que acostumbra. Ha mostrado su respaldo a Feijóo en diferentes ocasiones, y apenas criticó levemente el vacuo intento de acercamiento de su jefe de filas al PSOE. Sobre el acercamiento a Junts, ni palabra.

Pero toda la complacencia que mostró la ‘lideresa’ con Feijóo la convirtió en un duro discurso hacia sus rivales políticos. Con su presidente sentado en primera fila, Ayuso recurrió a la retórica de hace 100 años.

“Nos encontramos por primera vez en muchas décadas con un frente. Un frente que opera en contra de, no a favor de España”, dijo en un acto para iniciar el curso político del PP en Madrid. “Hagan lo que hagan, es su bando. Como en el siglo XX, nos llevan al combate”, añadió. “Ese frente no necesita ganar elecciones. Le basta con que España entera pierda. Rompen la convivencia en todo el país, llevan el problema de convivencia que ha habido en Catalunya a toda España. Para que no nos podamos entender entre amigos, familias, hermanos. Lo peor de todo no es que quieran discrepar, niegan a los demás. Niegan al otro supuesto bando”, concluyó.

España está “cada vez más cerca de una república federal laica y plurinacional”, dijo también. Dos semanas después, Ayuso acudió al Palacio de la Zarzuela a una audiencia con el rey. Según reveló después ella misma, a Felipe VI le dijo que le “preocupa mucho la convivencia, que no se escuche a la gente desde la propia izquierda”.

“Estoy muy preocupada por que nos dividan en dos bandos”, apuntó. Esos bandos que ella misma había alentado unos días antes. “Sería un pecado que se rompiera” la convivencia, añadió. “Madrid tiene una obligación histórica y moral con España”, dijo a los periodista que esperaban fuera de la residencia del jefe del Estado.

elDiario.es ha intentado confirmar con la Casa del Rey si Ayuso realmente habló en estos términos ante Felipe VI, y cuál es su opinión ante esa opinión. Zarzuela se ha negado a comentar ninguna de las dos cuestiones.

Ante este silencio real, Ayuso tuiteó un mensaje en el que mostraba su “confianza” en Felipe de Borbón.

Aznar, el terrorismo y los independentistas

El discurso de Ayuso ha venido a complementarlo José María Aznar. El expresidente del Gobierno aprovechó el martes el inicio de unas jornadas de la fundación que preside, Faes, para reclamar en España una movilización social como la que sacudió el país tras el secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco por parte de ETA en 1997: el “¡Basta ya!”. El ‘Campus Faes’ está dedicado casi monográficamente a la guerra en Ucrania, pero Aznar ni lo mencionó en el discurso de inauguración. El viernes, la clausura correrá a cargo de Feijóo.

“Está en marcha una operación de desmantelamiento de la Constitución, de destrucción de su legitimidad”, dijo. “El secesionismo motorizado por el PSOE cree haber encontrado su momento”, añadió. “España acumula energía cívica, institucionalidad y masa crítica nacional para impedir que este proyecto de deconstrucción constitucional”, apuntó. Una frase que Ayuso recogió en sus redes sociales.

Aznar abundó en un lenguaje muy duro. “No será la primera vez que la fortaleza de la sociedad española se pone a prueba”, dijo. “España no puede volver y no va a volver a un sistema basado en la exclusión, en el sectarismo, ni en la destrucción programada de la nación”, apuntó. Y añadió, como leve contexto histórico, que ese “volver” se refería al “grotesco y ridículo cantonalismo”, a unas inconcretas “políticas del sectarismo” y, por último, una referencia a la Guerra Civil del siglo pasado: “Ni a la España de vencedores y vencidos”.

“El peligro no viene de fuera; está inducido por una fuerza política, el Partido Socialista”, dijo Aznar. Y concluyó: “Unos quieren confirmar nuestra peor historia, confirmar que, efectivamente, en España tarde o temprano termina aflorando el mal de la división y el fracaso”. 

La referencia a la movilización social contra ETA, asimilando el proceso independentista catalán con el terrorismo que provocó la muerte de casi 900 personas, no era gratuita. Esa misma mañana del 12 de septiembre, Sociedad Civil Catalana convocó una manifestación en Barcelona para el 8 de octubre. 

El fantasma de la foto de Colón

Muchos dirigentes del PP corrieron a apuntarse. Entre las primeras, Ayuso. También el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, enfrentado con Feijóo por el control del partido. Y Cayetana Álvarez de Toledo, repescada por el líder del PP como diputada por Madrid en las recientes elecciones. A la marcha se sumó después Vox.

Pero, de momento, la dirección nacional del PP no ha dicho que vaya a asistir. Es más, de momento los indicios apuntan a que prefieren no hacerlo. Así se lo han filtrado desde la cúpula a algunos medios este mismo miércoles, y así lo confirmó la secretaria general, Cuca Gamarra, quien defendió en una entrevista en Antena 3 la batería de mociones para ayuntamientos y parlamentos autonómicos que Feijóo anunció el lunes en su discurso ante la Junta Directiva Nacional.

Gamarra dejó en el aire la asistencia a la marcha del 8 de octubre. Por la mañana, el secretario de la Mesa del Congreso por el PP Guillermo Mariscal tampoco supo decir si él o alguien de la dirección secundará la marcha.

El fantasma de la foto de Colón de 2019 (y su fatídica réplica de 2021, al menos para Casado) sobrevuela Génova. Hasta ahora, Feijóo solo tiene dos fotografías con el líder de Vox, Santiago Abascal. La primera, en un acto oficial de las Fuerzas Armadas. La segunda, en el Congreso durante una reunión por la investidura del gallego. Ambas imágenes tienen cierto carácter institucional y están asentadas en su condición de cargo público.

Pero una foto de Feijóo y Abascal en la calle, manifestándose contra el Gobierno es otra cosa. Y en el PP no parecen tener decidido qué hacer el 8 de octubre.

Lo que sí planea el PP es un “acto abierto” en Madrid el próximo 24 de septiembre, el fin de semana previo a la investidura de Feijóo. La convocatoria la lanzó este miércoles la propia Gamarra en su entrevista en Antena 3, lo que llevó a muchos a pensar que era una reacción a las palabras de Aznar y la marcha de Barcelona prevista para octubre.

La realidad, según ha confirmado elDiario.es, es que ya el pasado lunes Feijóo le comunicó a sus líderes autonómicos la celebración del acto, y de hecho el PP de Madrid ya recibió también el encargo de buscar una localización para hacerlo.

La retórica de Feijóo y su dirección, alejada de la de Aznar y Ayuso en las formas, ha pasado así de la propia de un candidato a ser designado presidente del Gobierno a quien se prepara para liderar la oposición.

El vicesecretario de Organización Territorial y ‘mano derecha’ de Feijóo, Miguel Tellado, aseguró este miércoles en una rueda de prensa en el País Vasco que “existe un clamor popular en las calles contra las pretensiones de Sánchez”. “Ese clamor lo representamos nosotros, estamos obligados a darle salida a ese cansancio ciudadano que está harto de cesiones, concesiones y chantajes. Saldremos a la calle a reivindicar nuestra democracia y nuestra Constitución”, concluyó.

El mismo Feijóo, en su defensa de Aznar cuando el Gobierno en funciones le llamó “golpista” por su discurso en Faes, tuiteó: “El mismo Gobierno que antes de perder las elecciones tachaba la amnistía de inadmisible, ahora la negocia con independentistas mientras insulta a los expresidentes que se rebelan por esto”.

Y concluye: “Lo hicieron con González y ahora con Aznar. España no callará ante su inmoralidad”.

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