El Congreso de los Diputados ha debatido en la tarde del jueves la reforma del Código Penal en la que se incluyen las nuevas medidas contra el terrorismo yihadista tras el pacto alcanzado en enero de este año entre PP y PSOE. El portavoz conservador, José Miguel Castillo, ha empezado su defensa de la reforma criticando a la oposición. “Mientras discutimos si esta ley introduce límites a nuestras libertades fundamentales o vulnera derechos humanos, el yihadismo sigue matando”, ha defendido desde el estrado.
“Garantizar la seguridad de los ciudadanos no es atentar contra su libertad”, ha indicado Castillo para defender la necesidad del pacto. El diputado del PP ha señalado que la reforma llevada a cabo por el Gobierno con el apoyo de los socialistas ha sido calificada por Europa como “un ejemplo a seguir”.
El diputado conservador ha expresado que su grupo parlamentario ha pretendido que esta reforma fuese “un proyecto de consenso y unidad”, y ha acusado a la oposición por “dar la espalda a los ciudadanos en un tema tan sensible”, una posición para la que considera que “no hay excusa”.
El portavoz socialista también ha apoyado la nueva legislación antiterrorista. “La eficaz legislación española contra grapos y etarras no lo es contra el terrorismo yihadista”, ha dicho Antonio Trevín durante su turno de palabra. “Es necesario y urgente una nueva legislación contra el nuevo terrorismo yihadista”.
Trevín ha defendido que el PSOE “sigue donde siempre ha estado” y que para ellos la lucha contra el terrorismo “ha sido siempre una cuestión de Estado”. “Afrontamos la responsabilidad que esta Cámara tiene en dicho combate” contra el yihadismo, ha añadido, “tanto cuando estábamos en el Gobierno como en la oposición”.
El portavoz de la Izquierda Plural, Gaspar Llamazares, ha criticado duramente la reforma llevada a cabo por los dos partidos mayoritarios de la Cámara. “Culminamos hoy un día negro para la democracia, para los derechos civiles y para las libertades públicas”, ha manifestado el diputado de IU.
Llamazares ha defendido desde el estrado que la reforma es “inocua para los verdaderos terroristas”, mientras que pone en práctica “el paroxismo penal contra la movilización social”. Además, el diputado de izquierdas ha calificado la cadena perpetua revisable como “la fórmula civilizada de la pena de muerte” y “contradictoria con la reinserción social que recoge la Constitución”.