El todavía presidente del PP, Pablo Casado, asistirá este jueves en representación de su partido a la reunión con sus socios europeos en la que se negociará la posición que la familia conservadora defenderá en la inminente cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que girará en torno a la crisis de Ucrania, a las consecuencias para la Unión Europea y a la posición que deben defender los países miembro ante la invasión rusa, que cumple ya su segunda semana. El problema es que, a unas horas de la cita, en el PP no saben si Casado hablará o no ante el plenario del PP europeo. Ni qué dirá, en caso de intervenir. Así lo confirman diferentes fuentes del partido consultadas por elDiario.es. Una situación que puede prolongarse otros 20 días, hasta el congreso extraordinario, en uno de los momentos más delicados para Europa.
La guerra de Ucrania ha pillado al PP descabezado y en una crisis interna que, aunque maquillada hacia afuera, lastra sus planteamientos y su posición en un tema de gran calado. Pese a que este miércoles el principal partido de la oposición ha centrado sus intervenciones en la sesión de control en reprochar al Gobierno de coalición su posición sobre el conflicto desatado en la frontera este del continente, el propio partido no tiene claro qué dirá a puerta cerrada a sus socios, ni si dirá algo, sobre el asunto.
Este miércoles el PP sí ha confirmado que Casado asistirá a la reunión, convocada hace semanas pero que, ahora, será monotemática. “Casado irá a la cumbre, le han invitado”, aseguran a elDiario.es fuentes de su entorno. Formalmente, sigue siendo el presidente del PP y, por lo tanto, el representante oficial de la organización ante las instituciones, sean españolas o europeas. Casado, por ejemplo, es quien recibe la información directa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre Ucrania. Cuando estalló la crisis ya se pudieron intuir los problemas de comunicación entre el líder formal del partido y quien tiene el mando real, la coordinadora general, Cuca Gamarra. El presidenciable Alberto Núñez Feijóo intenta, de momento, mantenerse al margen.
A la cita acudirán, como es habitual, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, la del Parlamento europeo, Roberta Metsola. Las dos principales figuras institucionales que el PP tiene en Bruselas y que, hasta ahora, interlocutaban con Casado. De hecho, en cada reunión con ellas el presidente del PP aprovechaba para incidir en sus denuncias sobre el reparto de los fondos europeos o sobre supuestas subvenciones que recibía el entorno de ETA.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, remitió una carta a los jefes de Estado y de Gobierno para confirmar que la cumbre informal del jueves y del viernes “se centrará en tres asuntos”: las “capacidades de defensa” de la UE, la reducción de la “dependencia energética” de Rusia y la construcción de unas bases económicas más “robustas”, informa Andrés Gil.
Y estos mismos serán los temas que trate el jueves por la mañana el Partido Popular Europeo. Desde el entorno de Casado insisten a este medio que va a a ir a la reunión, “como ha ido a todas”. La intención, según las mismas fuentes, es “no informar de nada”, como ha venido haciendo Casado desde que se rindiera ante la presión de los barones, aceptara no postularse a un segundo mandato al frente del partido y anunciara su apoyo a Feijóo. El martes, por ejemplo, acudió a votar al Congreso. Accedió al Hemiciclo a última hora, votó y se fue. “Seguirá cumpliendo con sus obligaciones hasta que haya nuevo presidente”, concluyen.
Lo previsto es que este jueves en París ocurra lo mismo. Casado no ofrecerá declaraciones ante los periodistas a su llegada o salida de la reunión. Ni está previsto que informe de su intervención a puerta cerrada.
Pero tampoco en el partido, que vive una extraña situación de interinidad, tiene claro qué va a decir Casado ante el PPE. Así lo indican las fuentes internas próximas a la actual dirección consultadas por elDiario.es, lo que pone en duda que exista algún tipo de comunicación entre el todavía presidente y la persona que ahora mismo es la número dos del partido, Cuca Gamarra.
Este impasse puede terminar este mismo jueves, si se confirma que Feijóo es el único candidato a presidir el partido, lo que le permitiría ir asumiendo espacios de poder antes del congreso del 1 y 2 de abril. Pero si hubiera alguna persona que lograra los 100 avales necesarios para competir, la situación se prolongaría otros 20 días. Mucho tiempo en un momento tan volátil en el que dentro de la UE se han abierto debates hasta ahora desconocidos sobre seguridad, economía o política energética y en el que el PP no tiene, al menos de momento, una voz autorizada más allá de los Pirineos.