El PP gastó más del doble del límite legal en la campaña que hizo a Fraga presidente de Galicia

Manuel Fraga ganó las elecciones autonómicas en Galicia en 1989. Logró el 44,20% de los votos con 38 escaños de un total de 75 asientos en el Parlamento gallego. Una victoria contundente que después repitió en cinco ocasiones más. Su presidencia de la Xunta duró 15 años.

Pero, al menos en estos primeros comicios, el PP de Fraga hizo trampa y jugó con ventaja. Aunque el límite máximo de gastos autorizados por el Estado en esta cita electoral fue de 235 millones, la formación conservadora gastó más del doble de lo permitido: al menos 500 millones de pesetas, que fue el dinero que aportó la tesorería central del partido para la campaña gallega. 500 millones, sin contar lo que, por su parte, pudo aportar el PP gallego.

Esta actuación ilegal queda al descubierto en uno de los múltiples documentos que Rosendo Naseiro conservó durante los últimos 25 años y que eldiario.es desvela en exclusiva. El documento se titula “Comentario al cierre del ejercicio económico de 1989”. En él se explica que en 1989 el partido encajó “172 millones de déficit” como consecuencia de haber gastado 2.170 millones de pesetas y haber ingresado únicamente 1.977 millones de pesetas.

“Dicho déficit –asegura el documento– ha estado motivado por las aportaciones que por valor de 500 millones de pesetas ha enviado la Tesorería Nacional del partido a Galicia para atender los gastos de la Precampaña y Campaña Gallega. De no haber sido por este motivo, el ejercicio se habría cerrado con un superávit de 300 millones de pesetas”. Más adelante indica que “las aportaciones realizadas a la Campaña Gallega no estaban previstas en el presupuesto inicial para 1989”.

La financiación de los gastos electorales por encima de lo legal ya había sido señalada en un informe sobre la financiación del Partido Popular elaborado por el Tribunal de Cuentas del Estado en 1994. La institución supervisora detectó en el balance del ejercicio completo correspondiente a 1989 que la Tesorería Nacional reconoció haber enviado a Galicia (como gasto ordinario y bajo el epígrafe “67802-Precampaña”) una cantidad de 363.353.012 pesetas. Esta cifra contrastaba con la aportación electoral para los comicios gallegos declarada en su día por el partido, que se cifró en 199 millones de pesetas.

El propio Tribunal desautorizó en su informe el concepto de “precampaña” con el que el PP quiso justificar que esta inversión era distinta a la de los 199 millones reconocidos para la campaña electoral. El organismo fiscalizador señala que “el límite de gasto establecido por el Estado abarca desde la convocatoria de las elecciones hasta su celebración”.

Dinero de donaciones

El Tribunal de Cuentas en su informe de 1994 señala además que el Partido Popular no especifica la procedencia de los fondos que se remitieron desde Madrid para la campaña electoral gallega, tal como se exige en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. Una hipótesis es que ese dinero procedía de aportaciones de empresas privadas o particulares. En el sumario de el caso Naseiro se recogía que en una declaración del entonces tesorero ante el juez Luis Manglano, durante los días de abril de 1990 en que estuvo detenido en Valencia, reconoció que “los 300 millones que envió” para las elecciones gallegas “procedían de donaciones” de particulares.

Si comparamos la cifra declarada oficialmente por el PP como aportación desde la Tesorería Central con los 500 millones de pesetas reconocidos por Naseiro, el exceso se sitúa en 301 millones. Pero incluso la cantidad detectada por el Tribunal de Cuentas resulta ser 137 millones menor que la que finalmente pudo emplear Manuel Fraga para iniciar un periodo de más de quince años de dominio absoluto en la política gallega.