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El PP carga ahora contra el plan de Sánchez para reducir la inmigración irregular que también propuso Feijóo

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en una imagen de archivo.

Aitor Riveiro / José Enrique Monrosi

28 de agosto de 2024 21:47 h

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El PP ha hecho de la política migratoria uno de sus principales elementos de oposición de los últimos meses. Sus reivindicaciones más reiteradas: una implicación directa de Pedro Sánchez, mayor presencia policial en las fronteras, así como en los países africanos desde los que las personas migrantes saltan a España y promocionar la contratación en origen. Los portavoces del partido los han repetido como mantras durante todo el verano. La última vez, la secretaria general, Cuca Gamarra, la semana pasada. Pero cuando el Ejecutivo ha dado pasos en esa dirección, el PP con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza han salido en tromba a criticar las medidas antes reclamadas.

“Él, como presidente del Gobierno, tiene la obligación de articular una política real en países terceros donde es necesario actuar”, dijo la 'número dos' del PP el jueves 22 de agosto. “Protección de fronteras” y “actuación en países terceros”, reiteró en una declaración ante los medios de comunicación. “Un trabajo desde la política exterior española en los países de origen”, añadió.

Dos días antes fue la responsable de la política social del PP, Ana Alós, la que planteó de forma más concreta las medidas exigidas por su partido, entre las que destaca la necesidad de “poner en marcha mecanismos de inmigración regular”. En concreto, desde la oposición se ha reclamado una y otra vez que el Gobierno facilite la contratación en origen para que personas extranjeras puedan venir a España a trabajar con un destino laboral ya predefinido.

El propio Feijóo lo dejó por escrito este mismo miércoles en un tuit: “Quien venga, contrato en origen y carta de cumplimiento de nuestras leyes”. Un tuit en el que el líder del PP acusó de “efecto llamada” al viaje de Pedro Sánchez por África que sus portavoces han reclamado insistentemente, y tachó de “promocionar España como destino” el acuerdo suscrito con Mauritania precisamente para fomentar las contrataciones en origen.

El PSOE reprocha a Feijóo “su falta de humanidad”

En la Moncloa causó sorpresa el reproche instantáneo del líder de la oposición a una política migratoria que quiere fomentar los flujos regulados y que, de hecho, ya funciona desde hace décadas con países como Marruecos o Ecuador, también bajo gobiernos del PP.

El anuncio de Pedro Sánchez durante su gira africana contempla un acuerdo limitado a crear un programa de migración circular, por el que un número de ciudadanos son contratados en origen para trabajar en España durante un tiempo concreto, tal y como explicó en respuesta a Feijóo la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en Twitter.

Tras la reunión que mantuvo con el presidente de Mauritania, Mohammed Cheikh El Ghazouan, Sánchez destacó la importancia de crear vías legales de migración desde el país norteafricano como alternativa a la llegada de cayucos. 

La fórmula que ahora critica el PP no es ninguna novedad: España permite la contratación en su país de origen a un número determinado de ciudadanos para trabajar durante unos meses en sectores como la agricultura o la construcción, la misma que se utiliza cada año para traer a las temporeras marroquíes para la época de la recolecta de la fresa. España ha alcanzado anteriormente pactos de migración circular con otros países como Marruecos, Ecuador u Honduras, entre otros.

“Para nosotros, el fenómeno migratorio es una cuestión de principios morales, de solidaridad y de dignidad. Pero también de racionalidad” dijo el presidente español en Mauritania. En su parada por Gambia, Sánchez también anunció la apertura de un programa de migración circular con nacionales gambianos. Y se comprometió a lanzar “en las próximas semanas” una “nueva estrategia para cambiar formalmente” las relaciones de España con África, añadiendo a África Occidental y Sahel a su lista de regiones prioritarias para la política exterior y de cooperación española. “España quiere darle un nuevo ímpetu a la relación con África”, sostuvo.

Desde el equipo del presidente arremetieron este miércoles varios ministros contra las críticas del PP. El titular de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, criticó directamente la “falta de humanidad” del PP en materia de migración. En una entrevista en TVE, Albares acusó a Feijóo de seguir los pasos del “discurso xenófobo y alarmista” de Vox. “Feijóo abraza las tesis más xenófobas de la extrema derecha, el PP está corriendo detrás de Vox en lo que es un discurso xenófobo, alarmista y sobre todo que intenta dividir a la sociedad española”, denunció el ministro.

En la misma línea, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, señaló el seguidismo del principal partido de la oposición con la ultraderecha en materia de derechos de las personas  migrantes. “El único efecto llamada es el de Vox sobre el PP. Vox siembra odio y el PP lo alimenta. Hay que dejar a un lado a la ultraderecha”, dijo Bolaños, que también reclamó a Feijóo “responsabilidad y humanidad”. “Esto pedimos al PP. Ser más responsable y humano con un problema como este y que no se deje llevar”, concluyó.

Las contradicciones del PP

Tras el anuncio de Sánchez, el PP salió en tromba. “Es un llamamiento claro a la inmigración ilegal” que provoca “cientos de muertes” de las que el presidente del Gobierno es “corresponsable”. dijo el portavoz parlamentario, Miguel Tellado, en una entrevista en esRadio. “Un disparate en toda regla”, añadió.

Su homóloga en el Senado, Alicia García, arremetió en una rueda de prensa contra la “gira” de Sánchez, y dijo que “alienta las salidas” hacia Europa desde los países de origen. Inmediatamente después, García dijo estar “de acuerdo” con aquellas medidas que fomenten la “migración regular”.

Otros rostros relevantes del PP, como el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, respaldó las acusaciones de Feijóo sobre el “efecto llamada” a la migración. “Es lo que pensamos las comunidades”, dijo. Otros barones del PP como el presidente valenciano, Carlos Mazón, o el castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, hablaron en el mismo sentido.

El PP ha girado así su discurso casi de un día para otro. El primero en hacerlo fue el portavoz nacional, Borja Sémper. En su primera rueda de prensa tras el parón estival, este mismo lunes, despreció la gira de Sánchez por Mauritania, Senegal y Gambia y le reclamó que se reuniera con los presidentes autonómicos, pese a que las comunidades no tienen ninguna competencia en política exterior o de fronteras. Una idea que el propio PP se ha esforzado en explicar en los últimos meses para evadir la responsabilidad de sus gobiernos a la hora de acoger a los menores migrantes. Una materia, esta sí, que es una competencia autonómica.

Sémper reprochó además a Sánchez no haber visitado ninguna comunidad autónoma afectada por una supuesta crisis migratoria, apenas tres días después de que el presidente se reuniera en La Palma con el jefe del Ejecutivo canario, Fernando Clavijo. “Que entre hamaca y paseo por mercadillo haga un hueco para recibir al presidente de Canarias”, dijo Alós cuando ya se sabía que se iba a producir la cita.

Clavijo ha reclamado una reforma de la ley de extranjería que sistematice la solidaridad interterritorial en el acogimiento de menores. El PP, que cogobierna el archipiélago, votó con Vox y Junts en contra en el Congreso. Su líder en las islas y vicepresidente, Manuel Domínguez, ha dicho que su partido está negociando dicha modificación.

El portavoz del PP, como unos días atrás hicieran Gamarra y Alós o hace unas semanas otros dirigentes del PP (él incluido) concluyó su alegato con una condición 'sine qua non' para que las comunidades que gobierna su partido colaboren con Canarias y Ceuta en la acogida de menores: más dinero del Gobierno central.

Pero es que hace apenas tres meses, en junio, el PP llevó a la Comisión de Trabajo del Congreso una proposición no de ley “para desarrollar un modelo efectivo de migración circular vinculado al mercado de trabajo”. La diputada Belén Hoyo defendió el texto, que fue aprobado, en una breve intervención de cuatro minutos en la que dijo que “la contratación en origen de trabajadores temporales constituye una de las vías para la necesaria ordenación de la emigración y, principalmente, se consigue mediante acuerdos bilaterales con países emisores que garanticen una movilidad legal de ida y vuelta en el marco de las migraciones temporales”.

“Nuestro mercado de trabajo tiene muchos problemas. Uno de ellos es la falta de mano de obra para empleos temporales y estacionales, y la migración circular es una posible solución”, añadió Hoyo, quien criticó el discurso xenófobo que relaciona migrantes con inseguridad: “El prototipo de inmigrantes que ocupa viviendas, delinque e infringe la ley existe y, por supuesto, en estos casos, la única respuesta debería ser la vuelta inmediata a sus países de origen, pero la realidad es que son la minoría”. Hoyo concluyó: “Es importante el impulso y puesta en marcha de un nuevo modelo de migración circular, vinculado al mercado de trabajo, que ofrezca una entrada segura y legal hacia nuestro país y que, a su vez, contribuya al desarrollo económico, social y cultural, tanto en los países de origen como en España”.

Deriva xenófoba

El PP ha acompañado su oposición a la política migratoria del Gobierno con un endurecimiento de su discurso hacia las personas migrantes, a las que ha señalado directamente por su supuesta relación con el aumento de la delincuencia.

El primero en hacerlo fue el propio Feijóo en la campaña de las elecciones catalanas del pasado mes de mayo. “Yo le pido el voto a aquellos que están a favor de la inmigración legal [y] no admiten que la inmigración ilegal se deje en nuestras casas ocupando nuestros domicilios y nosotros no poder entrar en nuestras propiedades”, dijo.

El líder del PP no solo no rectificó, sino que tanto él como sus principales portavoces han reiterado la idea una y otra vez desde entonces. Y no han dudado en retorcer los datos o propagar bulos para hacerlo.

Este mismo mes de agosto, uno de los dirigentes del PP que ha hecho gala de su xenofobia, Xavier García Albiol, lanzó un tuit en el que señaló a un grupo de personas solo por su supuesta procedencia y les atribuía de antemano futuros comportamientos delictivos.

Las palabras de Albiol fueron justificadas por su secretaria general: “Se viven situaciones que todos vemos, pensamos y algunos escriben”.

Este miércoles, Tellado aseguró en la radio de Federico Jiménez Losantos que el Gobierno quiere hacer una “regularización masiva”, pese a que el plan anunciado por Sánchez no pasa por regularizar a personas que estén ya en España, sino por permitir que vengan a trabajar. Lo que sí es una regularización masiva es la iniciativa legislativa popular para dar papeles a 500.000 migrantes y que fue admitida a trámite en el Congreso con el voto favorable del PP.

El PP ha pedido que el Gobierno despliegue a la Armada para evitar que los cayucos lleguen a las costas canarias, y ya habla de forma indirecta de “deportaciones masivas”. Una medida que sí defienden habitualmente Vox o Alvise Pérez. El miércoles, Abascal incitó a los españoles a “empezar a defenderse por sí mismos” contra las personas migrantes. Después, el partido ultra acusó al PP de “copiarles el discurso”.

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