PP y Ciudadanos se han aliado en la Mesa del Congreso para bloquear, de momento, el debate sobre la eliminación del impuesto al sol. El Gobierno ejerció este lunes el derecho al veto de la tramitación de una proposición de ley que fue apoyada por toda la oposición parlamentaria. El partido de Albert Rivera ha sumado este martes en la Mesa del Congreso sus votos a los del PP para impedir que el órgano levantara el veto del Ejecutivo, el número 24 en lo que va de legislatura, y ha sumado sus votos al PP para pedirle otro informe al Gobierno, lo que dilatará sine die el proceso.
El Gobierno comunicó el lunes su rechazo a la tramitación parlamentaria de la proposición de ley sobre autoconsumo energético. El Ejecutivo de Mariano Rajoy justificó el veto en que supondría una merma en la recaudación de 162 millones de euros en impuestos y un gasto de 10 millones adicionales para compensar el déficit que provocaría la consecuente reducción de los peajes eléctricos (la parte regulada del recibo de la luz).
El PSOE registró ayer un escrito que reprocha la acción del Gobierno y recuerda que los vetos por modificaciones presupuestarias tienen que ceñirse “al mismo ejercicio presupuestario” y que la proposición vetada asegura expresamente que “las medidas que impliquen un aumento de los créditos o una reducción de los ingresos” entrarán en vigor “en el ejercicio siguiente”. Una fórmula ad hoc para evitar los continuos vetos que el Gobierno de Mariano Rajoy está imponiendo en la legislatura y que ya ha utilizado previamente Unidos Podemos.
Pese a esta precaución, el Ejecutivo ha vetado la propuesta y PP y Ciudadanos no lo han levantado.
La proposición de ley, registrada a finales del pasado mes de enero por el PSOE, Unidos Podemos-En Comú-En Marea, PNV, ERC y y todos los partidos del Grupo Mixto a excepción de Foro Asturias, apuesta por eliminar todo peaje al consumo de energía producida, posibilitando que varios grupos compartieran instalación y eliminando la obligación de obtener un punto de conexión.
La propuesta fue apoyada por todos los grupos, salvo el PP y el citado diputado de Foro Asturias. Ciudadanos también se mostró favorable y salió en la foto con el resto de portavoces, una muestra de unidad ante una de las normativas energéticas que más rechazo popular han generado.
Conforme a lo previsto en la Constitución, la iniciativa legislativa se envió al Gobierno para que diera su conformidad a la tramitación parlamentaria y la respuesta acaba de llegar al Congreso con un nuevo escrito de veto, el vigésimo cuarto que registra en lo que va de legislatura.
El Gobierno ha ejercido su prerrogativa de veto, pero la Mesa del Congreso puede decidir que siga el trámite. Los tres miembros del PP, incluida la presidenta Ana Pastor, y los dos de Ciudadanos han sumado sus votos para pedir al Ejecutivo un nuevo informe que amplíe los motivos del veto. PSOE y Unidos Podemos, con cuatro representantes en la Mesa, han votado a favor de seguir la tramitación.