#UnaMociónContraEspaña. El hashtag lanzado por el Partido Popular este viernes para responder a la moción de censura registrada por el PSOE evidencia el argumentario que une a Mariano Rajoy y Albert Rivera: “Pedro Sánchez quiere asaltar el poder de la mano de Podemos y de los partidos independentistas”.
Lo ha dicho este viernes Fernando Martínez-Maíllo, coordinador general del PP, pero también el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, y el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: la moción es un peligro para España porque va de la mano de “independentistas y populistas”.
El Gobierno despeja así la presión por la sentencia de Gürtel y evidencia un temor: la moción de Pedro Sánchez, a diferencia de la de Pablo Iglesias –en la que el PSOE se abstuvo–, puede triunfar. Para ello, necesita prácticamente a toda la Cámara al margen de PP y Ciudadanos, lo cual incluye a PDeCAT, ERC y EH Bildu.
Rajoy acusa a Pedro Sánchez de querer gobernar “con quien sea y a cualquier precio”. El presidente del Gobierno no sopesa la opción de dimitir ni la posibilidad de adelantar las elecciones. Según Rajoy, Sánchez carece de legitimidad para presentarla: “El señor Sánchez carece de autoridad moral para presentar esta moción de censura”, ha dicho Rajoy en referencia a casos que analizan los tribunales, como los ERE o la financiación del PSOE valenciano. Rajoy ha hablado en pasado al mencionar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, el miércoles, al señalar que estos “garantizaban” la estabilidad, lo que da a entender que ahora existe inestabilidad.
Rajoy ha advertido de que existen dos opciones para que la moción de censura salga adelante: que cuente con el apoyo de Ciudadanos y Unidos Podemos y las confluencias, o solo de Unidos Podemos y los independentistas de ERC, PDeCAT y EH Bildu. El presidente del Gobierno no ha hecho mención al PNV, otro de los posibles socios de los socialistas en la moción: los nacionalistas vascos respaldaron al Gobierno el miércoles en la aprobación de los Presupuestos. Cualquier Ejecutivo con estos respaldos es, en todo caso, “inviable” a juicio de Rajoy: “Sánchez lo sabe pero le da igual”.
“Esta moción es mala para España, mala para los españoles, introduce muchísima incertidumbre y es lesiva para el futuro de todos los ciudadanos”, ha subrayado Rajoy, quien ha dicho que mientras dependa de él, quiere “que la legislatura dure cuatro años e intentaré que así sea”.
El mismo argumentario para descalificar a Pedro Sánchez es el que está usando Ciudadanos, si bien el partido de Rivera ha incluido una variable, quizá mirando las encuestas que tan bien le sitúan demoscópicamente: pedir a Rajoy que convoque elecciones.
“Entiendo que el señor Sánchez ha recabado el apoyo de los separatistas y supongo que también de los populistas para esa moción y, por lo tanto, en esa moción no va a estar Ciudadanos”, ha señalado Villegas en una rueda de prensa desde Valencia. Y ha apuntado que “la solución a la crisis provocada por la corrupción no son ni las prisas ni el oportunismo del señor Sánchez”.
Para Ciudadanos “la solución no es que el señor Rajoy salga de la Moncloa para que entre el señor Sánchez”, sino que hay que “darle la voz a los españoles” a través de una convocatoria electoral. “No vamos a estar en apaños acordados en despachos y mucho menos en los acordados por separatistas y populistas”, ha zanjado Villegas.
“España no puede permitirse seguir con un Gobierno débil”, ha señalado Villegas, que ha apuntado que no ha hablado ni con populares ni con socialistas, pero que entiende que la moción planteada por Sánchez no es “una moción instrumental” que sirva para dar solución a la situación. “Necesitamos un Gobierno fuerte y legitimado y, por tanto, creemos que es el momento de una solución democrática”.
PP y Ciudadanos están agitando el fantasma de los “separatistas y populistas” contra la moción de censura de Pedro Sánchez. Pero, de momento, Sánchez, a la espera de las críticas de la vieja guardia socialista y de aquellos que en el Comité Federal del 28 de diciembre de 2015 le impidieron pactar con los nacionalistas para llegar a La Moncloa tras el 20D, parece dispuesto a aceptar todos los votos. Y ha sentenciado: “Vivimos en una democracia parlamentaria”.